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a innovación es el motor que favorece que cualquier
sector económico que se precie no solo sobreviva, sino
que evolucione en función de lo que demanda el mer-
cado. Lo mismo sucede con la práctica eterinaria, que
en los últimos años ha visto proliferar una serie de especiali-
dades, casos clínicos, estudios y técnicas diagnósticas que han
sentado las bases de numerosas especialidades cuyo objeti-
vo es velar por la salud de nuestras mascotas. Una evolución
que ha vivido de primera mano
Xavier Totusaus
,
fundador y
director del
Hospital Veterinari Desvern
, ubicado en Sant Just
Desvern (Barcelona) y que, tras 20 años de ejercicio profesio-
nal, continúa sintiendo verdadera pasión por la práctica clínica
veterinaria y la cirugía traumatológica y neurológica veterina-
ria, sus especialidades.
La de Totusaus es una vocación que, pese a la falta de especia-
lización de la formación veterinaria con la que se topó a princi-
pios de los años 90 del siglo pasado, no solo se ha mantenido
intacta, sino que ha sabido adaptarse a las demandas de una
sociedad que prima cada vez más el bienestar y la calidad de
vida de las mascotas.
Pionero en práctica quirúrgica
Xavier Totusaus es licenciado en Veterinaria y formó parte de
la primera promoción en diplomarse en Oftalmología Vete-
rinaria, formación que impartió el propio Doctor Barraquer.
Después, ejerció como cirujano durante dos años en el Depar-
tamento de Cirugía Experimental, realizando trasplantes de
hígado en el Hospital Vall d’Hebron.
“Era el único campo que
experimentaba con tejidos blandos y nosotros lo hacíamos con
cerdos”
, recuerda Totusaus de su primera incursión como in-
vestigador. Después, hizo un posgrado en Cirugía Ortopédi-
ca y Cirugía de Cadera y Columna Vertebral, en el ámbito de
la medicina humana.
“En aquel momento no había estudios de
posgrado en veterinaria, así que tenías que ir a la zaga de los mé-
dicos”
, explica el veterinario.
Un bagaje que le llevó a fundar, en 1996, el Hospital Veterinari
Desvern, una aventura que emprendió en solitario, trabajan-
do las 24 horas del día
“viviendo prácticamente en el centro”
y que, tras seis meses de trayectoria, incorporó a su primera
empleada, una auxiliar veterinaria. Hoy en día, conforman
el hospital once veterinarios, algunos de ellos especialistas,
lo que respalda una de las convicciones de este profesional:
“Un hospital veterinario no puede ni debe funcionar sin especia-
listas, y si un hospital no cuenta con alguna especialidad, debe
derivar el caso.
Esa es la premisa, junto a la de combinar el afecto hacia nues-
tras mascotas con la efectividad máxima en sus servicios, del
Hospital Veterinari Desvern, que completan otros cuatro au-
xiliares y asistentes técnicos veterinarios.
“Desde el principio,
siempre hemos estado en continuo crecimiento y progreso y, ac-
tualmente, la calidad de nuestros servicios ha favorecido que sea-
mos un centro de referencia de casos, especialmente en el ámbito
quirúrgico y hospitalario, así como en traumatología y cirugía de
columna”
, prosigue Totusaus, que acoge en sus dominios ca-
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