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im veterinaria
Caso clínico
José Andrés trabaja con distintas asociaciones y protec-
toras de animales. Hace varios meses intervinieron a un
galgo abandonado de una terrible fractura tibial abierta,
empleando un complejo dispositivo de fijación externa.
“En un principio nos hizo pensar que quizá no pudiése-
mos salvar la extremidad”, confiesa. Tras muchas semanas,
el hueso ha cicatrizado, el animal vuelve a andar a cuatro
patas y además ha sido adoptado por una familia alema-
na que lo ha acogido como uno más de la familia.
Diagnóstico e intervención, ¿al alcance de todos los
centros?
Desafortunadamente, los equipamientos necesarios para po-
der realizar diagnósticos y este tipo de intervenciones con ga-
rantía requieren una inversión económica de alto coste, lo que
limita su aplicación en muchos centros veterinarios.
Es imprescindible una buena anamnesis, historia clínica y
examen físico del animal para poder llegar a un diagnóstico
concreto, pero gracias a los métodos más avanzados de diag-
nóstico en problemas de traumatología y ortopedia -como
la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética
(RM)- se pueden apreciar lesiones que podrían pasar desa-
percibidas mediante la radiología convencional,
“aunque
ésta
sigue siendo el método diagnóstico más práctico y habitual”,
de-
clara José Andrés Fernández. Mediante artroscopia, otra téc-
nica avanzada, podemos además de diagnosticar, tratar las
lesiones articulares.
Tratamientos e investigación
Las novedades terapéuticas y el avance científico son conti-
nuos en el campo de la Traumatología y Ortopedia veterinaria.
Uno de los principales campos de estudio de la traumatología
veterinaria se centra en el manejo de la osteoartrosis canina.
Cabría destacar el empleo de células mesenquimales o sustan-
cias como el ácido hialurónico inyectados en el interior de la
articulación enferma para intentar frenar el avance de la dege-
neración articular.
El uso de terapias biológicas –células madre o factores de cre-
cimiento-, la viscosuplementación intraarticular o el diseño
y mejora de los dispositivos protésicos centran actualmente
gran parte de los esfuerzos de la comunidad científica de este
campo.
Si bien las mejoras son constantes, es un hándicap para el
sector que las mascotas no realicen reposo “estricto” como se
podría requerir en humanos.
“Es necesario transmitir a los pro-
pietarios la importancia que tiene el reposo adecuado tras de-
terminadas intervenciones quirúrgicas e igualmente asesorarles
para que reintroduzcan la actividad física de manera progresiva
y segura”
, detalla.
Radiografías antes de la cirugía, y justo tras colocar el fijador
externo tipo III.
El método diagnós-
tico más habitual
y práctico en
Traumatología
y Ortopedia
veterinaria sigue
siendo la radiolo-
gía convencional