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im veterinaria
animales necesitan
”, prosigue el decano, quien también expli-
ca que todo lo anterior debe darse
“a la luz del conocimiento y
aplicación de las disposiciones legales, reglamentarias y adminis-
trativas en todos los ámbitos de la profesión veterinaria y de la sa-
lud pública, comprendiendo las implicaciones éticas de la salud
”,
algo que liga con otra gran enseñanza derivada de la práctica
profesional, que no es otra que “
el respeto a otros profesionales
de la salud
”, algo que pasa por “
la adquisición de habilidades re-
lacionadas con el trabajo en equipo, el uso eficiente de recursos y
la gestión de calidad
”.
La movilidad es un elemento clave en la formación del estu-
diante de veterinaria, de ahí que la facultad cuente con progra-
mas de movilidad nacional como SICUE e internacional, con
el programa Erasmus+, que da opción a más de 40 destinos
en facultades europeas. También dispone de programas como
el ILA y el ISEP, que posibilita las estancias en Latinoamérica
y EEUU, respectivamente. En términos numéricos, la movili-
dad supone que entre 30 y 40 de los alumnos de la facultad
murciana salgan y que esta reciba un número equivalente de
estudiantes. “
Teniendo en cuenta que el número de alumnos de
nuevo ingreso es de 90, la movilidad tiene un peso importante
y nos alinea con las políticas europeas de conseguir un 20% de
movilidad en 2020 sin disminuir las exigencias de calidad acadé-
mica
”, matiza Ros.
Especialización y precisión
Pese a ser un fiel defensor del concepto ‘una sola salud’, Gaspar
Ros reconoce que la especialización “
es necesaria en un campo
científico como el veterinario, cada vez más sofisticado y comple-
jo
”, aunque es consciente de que “
no se puede trabajar de ma-
nera aislada, ya que existen herramientas transversales que dan
soporte a actos médicos o quirúrgicos
”. Para él, la concepción
holística de la salud animal y la proliferación de cada vez más
especialidades, “
tienen cabida en la actividad profesional de la
clínica veterinaria
” y, matiza, “
los alumnos del grado lo aprenden
de manera reglada en las asignaturas, pero especialmente en las
prácticas tuteladas que realizan en el Hospital Clínico Veterina-
rio, donde, de manera intensiva integran los conocimientos una
vez superadas casi todas las asignaturas
”. Una formación que se
completa con las prácticas externas, realizadas sobre todo en
periodo vacacional, y que ayudan a conocer la realidad pro-
fesional.
“
La formación del Grado es generalista y la especialización debe
venir del posgrado,
máster o doctorado, y las escuelas profesi-
onales
”, sigue Ros. Y matiza:
“La especialización es un signo de
avance, ya que cada vez el conocimiento es más preciso y hace
necesario concentrar la formación en técnicas y habilidades que
nos hagan competitivos
.”
Transferencia y componente práctico
En la Facultad de Veterinaria de Murcia, la transferencia entre
universidad y empresa va desde la realización de ensayos a la
emisión de informes, pasando por la asesoría técnica o cientí-
fica, la formación a medida y la realización de un proyecto de
I+D+i. “
Todo ello se realiza mediante contratos de investigación
en los que un grupo de investigación realiza un trabajo definido
basado en su conocimiento
”, matiza Ros.
Las fórmulas de colaboración también contemplan el mece-
nazgo o los servicios clínicos que, además, poseen la vertiente
formativa para los estudiantes. “
La Facultad de Veterinaria de
Murcia ofrece asimismo una oferta de servicios de investigación
de muy diversa índole en campos tan variados como el análisis
clínico, oftalmología, reproducción o nutrición animal, selección
genética, sanidad animal o tecnología y seguridad alimentarias
”,
La Facultad de Veterinaria
de Murcia recibe cada año
casi 1.500 solicitudes para
las 90 plazas que oferta