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            im  veterinaria
          
        
        
          Sur.
        
        
          “Nos remiten pacientes de otras clínicas de la comarca para
        
        
          diagnóstico por imagen, oftalmología, dermatología y oncología.
        
        
          Además, ofrecemos un trato personalizado a cada uno de nuestros
        
        
          pacientes y disponemos de un servicio de Plan de Salud (o Iguala)
        
        
          con el que nuestros clientes disfrutan de numerosos beneficios”.
        
        
          Una de las principales preocupaciones para el sector es la falta
        
        
          de consideración de la labor desempeñada por el veterinario.
        
        
          “Pienso que nuestra profesión está infravalorada. Como empre-
        
        
          sas y autónomos no disponemos de suficientes ayudas, y como
        
        
          empleados reivindicamos un convenio que regule el sector y no
        
        
          permita la precariedad laboral”.
        
        
          En cuanto a la incidencia de la crisis en la provincia de Tole-
        
        
          do,
        
        
          “ha afectado especialmente a nuestro sector ya que al dete-
        
        
          riorarse las economías familiares, las visitas al veterinario se han
        
        
          
            Juan Luis Cobeña
          
        
        
          
            (Guadalajara)
          
        
        
          
            Juan Luis Cobeña
          
        
        
          ejerce como veterinario desde el 1992. Em-
        
        
          prendedor y gran conocedor de la profesión, ha acometido
        
        
          otros proyectos desde que
        
        
          abriera la Clínica Cobeña
        
        
          en 1993.
        
        
          Es el caso del centro veterinario Azuqueca y de Movilvet Gua-
        
        
          dalajara, que a partir de  2002 se convirtió en el primer servicio
        
        
          de atención veterinaria a domicilio de la provincia.
        
        
          “Actual-
        
        
          mente ejerzo mi trabajo en la Clínica Veterinaria Cobeña donde
        
        
          ofrecemos atención clínica a pequeños animales, siendo nuestros
        
        
          principales pacientes perros y gatos, aunque cada vez hay mayor
        
        
          presencia de especies exóticas”.
        
        
          También es especialista en traumatología y ortopedia y de-
        
        
          sarrolla su gran pasión: la cirugía.
        
        
          “La clínica de pequeños ani-
        
        
          males evoluciona rápidamente sobre todo a nivel de diagnóstico
        
        
          y tratamientos. Es gratificante poder disponer de técnicas diag-
        
        
          nósticas tales como TAC, RMN o Ecocardiografia, y poder ofrecer
        
        
          a nuestros pacientes técnicas quirúrgicas avanzadas como la
        
        
          prótesis de cadera o la resolución de fracturas óseas complejas”.
        
        
          También dan asistencia a otras clínicas que derivan a pacientes
        
        
          para tratamientos y actos clínicos complejos.
        
        
          Juan Luis ejerce además como secretario del COV de Guada-
        
        
          lajara y responsable del área de pequeños animales del orga-
        
        
          nismo colegial, lo cual le ha valido para tener un amplio cono-
        
        
          cimiento de las principales preocupaciones de los veterinarios
        
        
          caracenses.
        
        
          “Actualmente hay dos necesidades urgentes que de-
        
        
          bemos acometer. Una es el IVA, que en octubre de 2012 pasó del
        
        
          8 al 21%, lo que acrecentó las dificultades para muchas familias;
        
        
          este IVA considera a las mascotas como un bien de lujo, obvian-
        
        
          do la gran labor social que realizan. Y la otra necesidad se refiere
        
        
          a la gran cantidad de facultades por habitante, que favorece la
        
        
          aparición del trabajo precario y mal remunerado, lo cual, a su
        
        
          vez, repercute en la calidad
        
        
          asistencial a las mascotas”.
        
        
          Para luchar contra estos
        
        
          inconvenientes Juan Luis
        
        
          propone ofrecer solucio-
        
        
          nes clínicas a las patologías
        
        
          a través de una atención
        
        
          cercana y personalizada.
        
        
          “Ser exhaustivos con el trata-
        
        
          miento es importante, pero no
        
        
          lo es menos el trato que dispense-
        
        
          mos al paciente. Si, además de dar-
        
        
          les una solución clínica, lo hacemos
        
        
          con empatía y cercanía, el resultado es
        
        
          un cliente satisfecho”.
        
        
          El director de la clí-
        
        
          nica Cobeña plantea
        
        
          un futuro lleno de
        
        
          posibilidades basado
        
        
          en la profesionalidad
        
        
          sanitaria, y en el valor
        
        
          añadido que aporta
        
        
          el colectivo a la socie-
        
        
          dad.
        
        
          “Creo que tene-
        
        
          mos ante nosotros un gran reto y es convertirnos en pieza clave
        
        
          en una sociedad que cada vez da más importancia a las masco-
        
        
          tas como miembros de la familia. Y, para ello, tenemos que estar
        
        
          dispuestos a aportar nuestros conocimientos con el objetivo de
        
        
          mejorar la calidad de vida de nuestros animales”.
        
        
          ido espaciando cada vez más, limitándose más a los tratamiento
        
        
          básicos y obligatorios en muchos casos”.
        
        
          Como contrapartida,
        
        
          Marlene apunta que la sociedad está más concienciada en que
        
        
          la mascota hoy en día es un miembro más de la familia y por
        
        
          tanto invierte en su bienestar.
        
        
          Por último, la joven veterinaria toledana hace un llamamiento
        
        
          a las administraciones para que se impliquen más en el desa-
        
        
          rrollo de la profesión veterinaria.
        
        
          “El gran reto es conseguir que
        
        
          los gobiernos se comprometan de verdad con la medicina vete-
        
        
          rinaria concediendo más apoyos a la investigación e invirtiendo
        
        
          en formación”.
        
        
          Mientras esto ocurre, el veterinario deberá se-
        
        
          guir trabajando para adaptarse a las nuevas necesidades y a
        
        
          las exigencias de los clientes con total implicación, vocación y
        
        
          dedicación. Esa es la clave del futuro.
        
        
          
            
              “El exceso de facultades por
            
          
        
        
          
            
              habitante  favorece la apa-
            
          
        
        
          
            
              rición del trabajo precario y
            
          
        
        
          
            
              mal remunerado”