21
im veterinaria
D
esde que iniciara su trayectoria el curso 1982-83, la
Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia
ha contado con tres planes de estudio basados en el
crédito europeo (ECTS) cuya finalidad, en palabras
de
su decano
,
Gaspar Ros
, “
es homogeneizar los distintos siste-
mas de enseñanza y convalidar los estudios dentro del Espacio
Europeo de Educación Superior (EEES)”
.
Según Ros, el eje principal del grado es“
la integración del cono-
cimiento en una formación polivalente que hace hincapié en fa-
cetas clave de la profesión como son la clínica y sanidad animal,
la producción animal y seguridad alimentaria, y un componente
práctico esencial que permite al estudiante adquirir unas compe-
tencias profesionales altamente cualificadas”
. Una síntesis que
explica la gran demanda que la facultad registra cada año: casi
1.500 solicitudes para las 90 plazas que ofertan.
Perfil polivalente
El perfil del estudiante de veterinaria es muy vocacional, algo
que no quita que deba cumplir con ciertos requisitos: “
Debe
poseer unas aptitudes científicas especialmente relacionadas con
las ciencias biológicas, la salud y el bienestar de los animales
”. El
decano explica que, en los últimos años, se ha dado un gran
interés por los cuidados de los animales, algo que, en su opi-
nión, se debe “
al desconocimiento en torno a competencias que
el veterinario debe adquirir igualmente relacionadas con la pro-
ducción animal –o zootecnia– y la seguridad alimentaria en toda
su extensión, desde la granja a lamesa
”. Unos ámbitos que la Fa-
cultad tiene el cometido
“de incorporar a su formación integral,
de manera que el alumno los conozca y adquiera”
.
De hecho, este mayor flujo informativo puede jugar a favor de
la ocupación dentro del sector, donde cada año se gradúan
unos 1.200 nuevos veterinarios, cuando nuestro mercado solo
es capaz de absorber a unos 500. ¿A qué otras salidas veterina-
rias opta un graduado en veterinaria hoy en día, al margen de
trabajar en centros médico-quirúrgicos de animales domésti-
cos? Según Gaspar Ros, este “
estará capacitado para trabajar
Granja Docente Veterinaria y Planta Piloto
“La Facultad de Veterinaria cuenta con las instalaciones más complejas de la Universidad de Murcia”,
explica Gaspar Ros.
Una afirmación que se sostiene por la mera presencia a su alrededor de espacios polivalentes como el Hospital Clínico
Veterinario, la Granja Docente Veterinaria y la Planta Piloto.
“El objetivo es dar al alumno la formación integral que necesita
adquirir en un ambiente de realidad profesional”,
matiza el decano.
Para ello, en el Hospital Clínico Veterinario de la facultad se desarrolla una actividad asistencial abierta al público y actúa
como centro de referencia. Para animales de compañía –sobre todo, perros y gatos– y para caballos, las especialidades
clínicas cubren los servicios durante las 24 horas los 365 días del año. Por su parte, la Granja Docente Veterinaria mues-
tra en 11 hectáreas la producción de las especies pecuarias de interés económico y recreo.
“Allí, los alumnos participan
en condiciones de producción real en todas las actividades, desde la selección genética y reproducción a la alimentación
y manejo de los animales”,
explica Gaspar Ros. Por último, la Planta Piloto de Tecnología de Alimentos reproduce los
procesos clave y líneas de producción de alimentos,
“todo ello bajo las premisas de máxima exigencia en bioseguridad
y sostenibilidad”,
matiza el decano, quien asegura que
“estas instalaciones, aparte de singulares, son claves en el proceso
formativo de los estudiantes de veterinaria”.
o dirigir laboratorios de diagnóstico veterinario (patología, mi-
crobiología, parasitología o seguridad alimentaria); en industri-
as pecuarias (ganadera, lechera, cárnicas, avícola, acuícola); en
medicina veterinaria preventiva y salud pública veterinaria; en
sanidad y producción animal; en centros o actividades de vida
silvestre, zoológicos y centros de rehabilitación de animales sil-
vestres; en economía y administración de empresas pecuarias;
en inspección y tecnología de los alimentos; en investigación y
docencia universitaria y técnico-profesional; o salud ambiental,
entre otras”
.
Una sola salud
A la hora de explicar cómo preparan a los nuevos profesiona-
les que nutrirán el sector, el decano hace mención del lema
de la profesión en España,
Higia pecoris, salus populi
(La hi-
giene del ganado, la salud del pueblo), una frase que, para
él,
“resume la esencia y necesidades del estudiante en Ciencias
Veterinarias”
. “
Los conocimientos y competencias tienen como
eje vertebral en su formación la que aúne la visión del concepto
‘una sola salud’ en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento
individual o colectivo, así como la lucha contra las enfermeda-
des de los animales, sean considerados estos individualmente
o en grupo, particularmente las zoonosis, con la capacidad de
saber identificar los riesgos emergentes en todos los ámbitos de
la profesión veterinaria. Para todo ello es esencial saber realizar
el control adecuado de la cría, manejo, bienestar, reproducción,
protección y alimentación de los animales, así como la mejora de
sus producciones, dentro de una actividad económica rentable y
con respeto al medio ambiente”,
afirma Ros.
Otro de los ejes principales de la formación tiene que ver con
el control de la higiene, la inspección y la tecnología de la
producción y elaboración de alimentos de consumo humano
desde su producción hasta su consumo. “
Las competencias en
materias clínicas son la clave profesional de las futuras veterina-
rias y veterinarios, que también deben combinar el conocimien-
to de las técnicas médicas y quirúrgicas con los cuidados que los