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produce más habitualmente por medio de la inhalación de la
misma, seguida de la ingestión de alimentos mezclados con la
planta. La principal vía de intoxicación por marihuana en ani-
males de compañía es a través de la ingestión del suministro
de marihuana que el propietario guarde en su propiedad, así
como de la ingestión de alimentos cocinados (tartas, galletas,
etc.) que contengan la planta. Los gatos y perros son muy sus-
ceptibles a la intoxicación por marihuana, aunque los perros
se intoxican más frecuentemente. En general, el margen de
seguridad de la marihuana en perros es amplio, con una dosis
mínima letal de THC en perros superior a 3 g/kg. Sin embargo,
el riesgo de intoxicación tam-
bién dependerá de la vía de
exposición y la pureza y con-
centración de la marihuana.
El cannabinoide THC es muy
lipofílico y se distribuye en la
grasa, el hígado, el cerebro y
el riñón. El metabolismo es
principalmente hepático, con
excreción renal y fecal. La cir-
culación enterohepática también es una característica promi-
nente de la marihuana. En perros, los síntomas clínicos tras la
ingestión de THC suelen aparecer en 1-2 horas. Los principales
síntomas clínicos de la intoxicación por marihuana incluyen
ataxia, incoordinación, hipersalivación, depresión, desorienta-
ción, hipotermia, midriasis, bradicardia, vómitos, temblores e
incontinencia urinaria. Dosis tóxicas elevadas pueden originar
nistagmo, taquipnea, taquicardia, hiperexcitabilidad, estupor
y convulsiones. La duración de los síntomas varía de 1 a 3 días,
con una media de 24 horas en la mayoría de los casos. Los pe-
rros también pueden mostrar hiperestesia y sensibilidad exce-
siva a la luz, el movimiento o los sonidos.
Si se sospecha de una intoxicación por marihuana debido a
la historia y los síntomas clínicos, se recomienda obtener un
análisis de sangre y orina para excluir otras posibles causas,
incluidas otras intoxicaciones, que expliquen los síntomas. En
general, en la intoxicación por marihuana los resultados serán
normales o mostrarán alteraciones no específicas. Se puede
analizar el contenido estomacal para evaluar la presencia de
cannabinoides. En el caso de la orina, el uso de los tests de
drogas humanos para evaluar la orina canina puede dar lugar
a numerosos falsos negativos, por lo que su uso es controver-
tido. La cromatografía de gases acoplada a espectrometría de
masas se utiliza para el diagnóstico en personas, pero los resul-
tados tardan varios días en obtenerse. Por tanto, el diagnósti-
co de la intoxicación por marihuana en medicina veterinaria
es principalmente presuntivo y basado en una historia clínica
detallada, junto a un examen físico completo y una base de
datos mínima. El tratamiento de esta intoxicación es funda-
mentalmente un tratamiento de soporte. Se puede forzar la
emesis si la ingestión se ha producido dentro de las últimas 2
horas, aunque el efecto antiemético del THC puede dificultar
el vómito. Se debe evitar forzar la emesis en aquellos anima-
les que presenten un estado
mental alterado. En aquellos
con un estado mental ade-
cuado, se recomienda admi-
nistrar carbón activado para
reducir la absorción debido a
la circulación enterohepática.
Si el animal muestra un grado
de hiperexcitabilidad seve-
ro, se puede valorar el uso de
benzodiacepinas o clorpromacina para reducir la ansiedad. La
fluidoterapia puede ayudar a contrarrestar la deshidratación
y la hipotermia. Durante la hospitalización, se deben moni-
torizar frecuentemente las constantes vitales (temperatura y
frecuencias cardiaca y respiratoria). El tiempo de recuperación
dependerá de la dosis ingerida, aunque generalmente se pro-
duce entre 24-72 horas. Recientemente, el uso de la terapia
intravenosa con lípidos se ha descrito para el tratamiento de
casos de intoxicación por marihuana en perros. El pronóstico
de la intoxicación por marihuana en perros es bueno con una
recuperación completa en la gran mayoría de los casos.
Autora:
Paula Martín Vaquero
DVM, PhD, Diplomate ACVIM (Neurology)
El diagnóstico de la intoxicación por marihua-
na en medicina veterinaria es principalmente
presuntivo y basado en una historia clínica
detallada, junto a un examen físico completo y
una base de datos mínima