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hay datos estadísticos, pero que probablemente sea menor,
alrededor de un 10%.
“Nosotros tratamos más a perros. Las patologías cutáneas son
más frecuentes en perros que en gatos y probablemente están
mejor estudiadas o se conocen más que en el caso de los gatos.
Incluso, muchos fármacos valen para los perros y no valen para
los gatos, y viceversa. Los mecanismos íntimos de las enferme-
dades son muy diferentes también. Si bien, cada vez trabajamos
más con gatos. Queda aún mucho por saber en dermatología fe-
lina. No está en el mismo nivel de conocimiento que la canina”
,
sostiene Yotti, que trabaja siempre con cita previa.
Por último, hace hincapié en
“el valor añadido de remitir”
. El
porcentaje de clínicas que remiten ha subido. Concluye:
“El
propietario del que has remitido un caso, normalmente es un
cliente fiel para toda la vida. Si queda satisfecho con la atención,
va a volver. No es una pérdida de un paciente ni una afirmación
de que ‘no sé de esto’. No podemos saber de todo. No es una pér-
dida de reputación, sino todo lo contrario. Van a pensar que sé
tanto que hasta aquí llego, que me preocupo por la salud de tu
animal. Ésa es la prioridad. El 90% de la gente que viene remitida
vuelve a su veterinario muy contenta. La que viene por otras vías
no quiere saber nada de su veterinario. Lo que ha ocurrido es que
ha habido una pérdida de confianza”
.
“Tienes que tener un protocolo de
diagnóstico”
A juicio de César Yotti, está al alcance de todas las
clínicas el realizar un buen diagnóstico.
“Lo que
hay que tener muy claro son los protocolos. No es
tanto un problema de diagnóstico como de orden en
el diagnóstico. Es saber realmente lo que estás bus-
cando”
, aclara. Cuenta que hay veces que se puede
tener una biopsia y que el patólogo sea estupen-
do, pero que esa biopsia no esté indicada en ese
momento, que no se haya tomado en el momen-
to adecuado o que no aporte lo que se esperaba.
Lo mismo sucede con el PCR.
“La interpretación del
clínico es lo importante, más que la técnica de diag-
nóstico en cuestión. Pero, son técnicas muy asequi-
bles, que hacen prácticamente cualquier laboratorio
regional. Probablemente, no se hacen muchas veces
bien porque se desconocen o bien porque son más
caros de lo habitual y, cuando se hace, a veces se les
pide más de lo que te pueden dar. Hay que saber lo
que buscas”
, repite.
Considera que lo más difícil de la dermatología,
por lo que no está muy bien valorada,
“es que no
hay un aparato que te dé el diagnóstico. No hay fi-
breondoscopio, radiografía digital, TAC o resonancia
que te solucione un caso. Son herramientas que te
pueden ayudar en un momento dado, sin embargo,
tienes que tener un protocolo de diagnóstico. Tienes
que saber hacer un diagnóstico diferencial y pruebas
diagnósticas para ir descartando el diagnóstico dife-
rencial”
, asevera. Es un diagnóstico por exclusión.
La dermatitis atópica o algunas enfermedades au-
toinmunes requieren técnicas muy finas en el diag-
nóstico y haber descartado otras cosas antes.