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im veterinaria
Autora:
Paula Martín Vaquero
DVM, PhD, Diplomate ACVIM (Neurology)
no es suficiente como para justificar el uso de GC en situa-
ciones de traumatismo medular agudo.
Traumatismo craneoencefálico
En el traumatismo craneoencefálico, los daños secundarios que
se producen como consecuencia del traumatismo son similares
a los descritos anteriormente para los traumatismos medulares
agudos (isquemia, edema citotóxico, liberación de radicales
libres, aumento del calcio intracelular, etc). En el contexto del
traumatismo craneoencefálico en personas, el estudio CRASH
(Corticosteroid Randomization After Significant Head injury) in-
cluyó a más de 10.000 individuos y se diseñó como un ensayo
clínico aleatorizado y controlado con placebo para determinar
el efecto de la infusión de MPSS a corto plazo en pacientes con
traumatismo craneoencefálico grave. En este estudio, no solo
los GC no mostraron un efecto beneficioso, sino que además
estuvieron ligados a un aumento de la mortalidad. No existe un
ensayo clínico equivalente en medicina veterinaria. Teniendo
en cuenta los datos procedentes de medicina humana y la au-
sencia de evidencia que justifique el uso de GC en traumatismo
craneoencefálico en veterinaria, actualmente no se recomienda
el uso de GC para el tratamiento del traumatismo craneoence-
fálico en perros y gatos.
Meningoencefalomielitis
infecciosas
En líneas generales, el uso de
GC en patologías neurológi-
cas de origen infeccioso suele
estar contraindicado. En medi-
cina humana, una excepción a
esto se ha descrito ocasional-
mente en las meningitis de origen bacteriano, en las que el uso
de dexametasona a dosis anti-inflamatorias durante 3-4 días
junto a la terapia antibiótica podría ser beneficioso. En ocasio-
nes, en perros y gatos se ha utilizado un tratamiento similar para
las meningitis de origen bacteriano, aunque en veterinaria no
existen estudios específicos que hayan demostrado un efecto
beneficioso del uso de dexametasona para el tratamiento de
las meningitis bacterianas. El moquillo canino o la peritonitis
infecciosa felina son dos enfermedades víricas para las que, en
ocasiones, se ha recomendado el uso de GC a dosis anti-infla-
matorias durante periodos cortos de tiempo. Sin embargo, la
evidencia clínica sobre el riesgo-beneficio de este tratamiento
es escasa. En general, el tratamiento con GC está siempre con-
traindicado en las meningoencefalomielitis infecciosas asocia-
das a protozoos y hongos.
Accidentes cerebrovasculares
La mayor parte del edema que se origina como consecuencia
de un accidente cerebrovascular isquémico es de tipo citotóxi-
co, asociado a una alteración de la función de las bombas Na+/
K+. Los GC no pueden restaurar la función de estas bombas y,
como consecuencia, no tienen un efecto beneficioso sobre el
edema de origen citotóxico. Por tanto, el uso de GC en el trata-
miento de los accidentes cerebrovasculares no está justificado
con la evidencia disponible hasta el momento.
Efectos secundarios y perjudiciales del uso de GC
•
Inmunosupresión
Aunque el efecto inmunosupresor de los GC es considera-
do beneficioso en el caso de las patologías inmunomedia-
das, en ocasiones también puede ser un efecto perjudicial,
puesto que puede predisponer a sufrir infecciones, espe-
cialmente de tipo fúngico y protozoario.
•
Vómitos, diarrea y ulceración/perforación gastrointestinal
Estos efectos secundarios son relativamente frecuentes en
perros tratados con GC, especialmente si se utilizan a dosis
altas y/o a largo plazo. Sin embargo, también pueden pro-
ducirse con dosis anti-inflamatorias más bajas a dosis aisla-
das, si el animal tiene un sistema gastrointestinal sensible.
Debido a estos posibles efectos secundarios, el uso de GC
debe ser juicioso y acompañarse de protectores gástricos
como famotidina u omeprazol.
•
Interferencia para la obtención de un diagnóstico definitivo
No es infrecuente que los pe-
rros y gatos con sintomatolo-
gía neurológica reciban una o
más dosis de GC antes de que
se realice una evaluación neu-
rológica por un especialista
y se obtenga un diagnóstico
definitivo. La importancia de
este hecho radica en que los
GC pueden afectar de manera
muy marcada a los resultados de algunas pruebas como,
por ejemplo, el análisis de LCR o pruebas de resonancia
magnética. Esto puede dificultar o incluso imposibilitar la
obtención de un diagnóstico adecuado y certero. Por tanto,
lo ideal es no administrar GC a aquellos pacientes con pato-
logías neurológicas que vayan a ser referidos a un especia-
lista en neurología veterinaria de forma inmediata, con el
objetivo de no interferir con los resultados de las pruebas
diagnósticas posteriores.
Los corticosteroides pueden tener importantes
efectos secundarios a corto y largo plazo