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im veterinaria
“Los gatos tienen su propia manera de
comunicarse y ésta se basa en principios
impuestos por su naturaleza poco social”
los motivos, a veces
“es necesario realizar
la consulta en el propio domicilio del cliente,
cuando se considera que aportará más información so-
bre cómo se comporta el animal y sobre el ambiente en el que
vive”
. Otras veces, la mayoría, la visita se realiza en la consulta,
donde se realiza una anamnesis, una entrevista al propieta-
rio. Con la información que aporta el propietario, la observa-
ción del animal y las posibles pruebas clínicas, se elabora un
diagnóstico y un tratamiento personalizado.
“El tratamiento
siempre es multimodal, es decir, incluye intervenciones de dis-
tinto tipo: ejercicios de modi cación de conducta, modi cación
del ambiente y rutinas, enriquecimiento ambiental, educación y
adiestramiento, medidas dietéticas, utilización de nutracéuticos,
feromonas y fármacos”
, detalla la etóloga. A medida que pasa
el tiempo, se realizan revisiones para evaluar el tratamiento y
modi carlo en caso necesario.
Álvarez es consciente de que todavía hay muchos propieta-
rios que no hacen caso al comportamiento del animal porque
“piensan que no se va a solucionar, o porque no lo consideran
realmente un problema o por la idiosincrasia del gato, inde-
pendiente, esquivo”
. La veterinaria se lamenta de que todavía
“exista un desconocimiento generalizado sobre su conducta”
y
asegura que
“los problemas que realmente se detectan y se de-
nuncian son la punta de un iceberg”
cosa que in uye en el bien-
estar del animal. Por ello, la experta propone apostar por
“la
formación de los propietarios y de los compañeros generalistas”
.
El estrés y los gatos
Las alteraciones de comportamiento más frecuentes entre los
felinos son
“la eliminación inadecuada, casi siempre en forma de
micción; en segundo lugar, la agresividad, en todas sus formas; y
por último el marcaje con las uñas”
. Muchos de estos problemas
encuentran su causa principal en el estrés que puede ocasio-
narles también problemas de agresividad, ansiedad, hiperac-
tividad, estereotipias o conductas compulsivas, fobias y elimi-
nación inadecuada.
U
n reciente estudio demostraba que los perros en-
tienden lo que decimos y cómo lo decimos, debi-
do, principalmente, a su domesticación que empe-
zó hace miles de años. Los gatos, en cambio, están
todavía lejos de comportarse de tal manera. Las claves son
claras,
“su naturaleza no social y la distancia en miles de años
que separan su domesticación de la del perro”
, explica
Rosana
Álvarez
,
licenciada en Veterinaria y Máster en Etología Clínica y
Bienestar Animal
.
Para la experta etóloga, hay que saber disfrutar de los felinos
tal como son, porque
“la clave para llevarse bien con un gato
consiste en disfrutar con la observación y la compañía que él
quiera brindarnos”
. Su naturaleza solitaria hace que quieran
mantener su espacio, aunque encontramos un gran abanico
de fenotipos de gatos: algunos más huidizos, intolerantes al
contacto físico, y otros más sociables, tendientes a admitir la
compañía e incluso buscarla. El motivo es sencillo, comenta
Álvarez:
“no llevan su cientes años de domesticación para ha-
berse rendido del todo a disfrutar de la compañía de otros indivi-
duos”
. Además,
“el perro siempre está dispuesto a complacernos
y el gato, a percibir su entorno como amenazante y esquivarlo”
,
añade Álvarez.
Los propietarios tienen que entender que
“los felinos tienen su
propia manera de comunicarse y ésta se basa en principios im-
puestos por su naturaleza poco social”
. Para no agobiar al ani-
mal, Álvarez aclara que
“los contactos deben ser siempre breves,
y las zonas en las que centrarse, la cabeza, el mentón, la base de
las orejas y la nuca”
.
“Y es que si el gato no está en buena predis-
posición, no lograremos que valore nuestras caricias”
, comenta
la etóloga. Para saber si el gato está cómodo, Álvarez explica
que las señales son:
“rodar delante de nosotros, frotar su men-
tón, parte lateral del cuerpo y cola con nuestro cuerpo, ronronear,
descansar encima o cerca, entrecerrar los ojos y dirigirse hacia
nosotros con la cola estirada hacia arriba en señal de saludo”
.
Prevención ante todo
La etología también se centra en la prevención de posibles
problemas de comportamiento, fundamental para una vida
saludable para el felino. Y es que
“la mayor parte de los proble-
mas de comportamiento suelen tener una causa o agravante or-
gánica”
, explica Rosana Álvarez. Para diagnosticar cuáles son