La flor de pascua, conocida también como poinsettia, es una planta popular durante la temporada navideña. Aunque se ha considerado tradicionalmente como tóxica para mascotas, en realidad, sus efectos suelen ser leves. Aún así, es importante ser consciente de los posibles riesgos que esta planta puede representar para los animales domésticos. Aquí te presento algunos de esos peligros:

1. Irritación gastrointestinal: El consumo de la flor de pascua puede causar irritación estomacal y vómitos en perros y gatos. Estos síntomas pueden ser leves, pero si el animal ingiere grandes cantidades, podría generar malestar más severo.

2. Dermatitis: El látex o savia de la flor de pascua puede causar irritación en la piel de mascotas sensibles. El contacto directo con esta planta puede desencadenar reacciones alérgicas o dermatitis leve, que se manifiestan como enrojecimiento, picazón o erupciones cutáneas.

3. Salivación excesiva: Al masticar o ingerir partes de la flor de pascua, las mascotas pueden experimentar salivación excesiva. Esto es una respuesta natural del cuerpo ante una sustancia extraña o irritante.

4. Malestar general: Aunque es poco común, en algunos casos, las mascotas pueden experimentar malestar general, letargo o falta de apetito después de haber ingerido esta planta. Estos síntomas suelen ser temporales y desaparecen una vez que el animal elimina la planta de su sistema digestivo.

5. Riesgo de asfixia: Las hojas grandes de la flor de pascua pueden representar un riesgo de asfixia si la mascota ingiere una gran cantidad de ellas. Si tu mascota ha ingerido una gran cantidad de la planta, es fundamental buscar atención veterinaria de inmediato.

En general, aunque la flor de pascua se ha considerado una planta tóxica, los casos graves de intoxicación por esta planta son poco frecuentes y suelen resolverse sin complicaciones. Sin embargo, siempre es recomendable mantener las plantas fuera del alcance de las mascotas y consultar a un veterinario si se sospecha que un animal ha ingerido alguna parte de esta planta o muestra signos de malestar después de haber estado en contacto con ella.

Si sospechas que tu mascota ha ingerido parte de la flor de pascua, es recomendable contactar inmediatamente a tu veterinario de confianza o llevar al animal a una clínica veterinaria. Incluso si los signos de malestar son leves, la atención profesional puede ayudar a asegurar que tu mascota esté bien y recibir el tratamiento adecuado para prevenir complicaciones.