"La presencia de un perro durante determinadas intervenciones también pretende ayudar a los profesionales médicos y enfermeros"

Desde el año 2019, la Cátedra Institucional de Investigación Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos viene desarrollando el programa ‘Huellas en el Corazón’ para acompañar a los menores en su proceso terapéutico en el entorno hospitalario.

15/09/2023

La atención hospitalaria que se puede brindar desde las intervenciones asistidas con animales (IAA) existen desde hace años a nivel internacional. Y no solo en el ámbito hospitalario, sino también en residencias de la tercera edad. Unos beneficios que, como nos comenta Nuria Máximo Bocanegra, directora de la Cátedra Institucional ...

La atención hospitalaria que se puede brindar desde las intervenciones asistidas con animales (IAA) existen desde hace años a nivel internacional. Y no solo en el ámbito hospitalario, sino también en residencias de la tercera edad. Unos beneficios que, como nos comenta Nuria Máximo Bocanegra, directora de la Cátedra Institucional de Investigación Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, son muy claros en el área de la pediatría. "Por ello, quisimos transferir este tipo de programas a los hospitales españoles. Porque, a través de juegos y actividades adecuadas a la edad, se capacita a los niños y niñas a gestionar la ansiedad, el miedo, el dolor y la baja autoestima situacional", destaca.

En este sentido, desde el año 2019 en el Hospital Reina Sofía de Córdoba y desde 2020 en el Hospital de la Axarquía de Málaga, el programa `Huellas en el Corazón´ de la Cátedra que ella dirige se ha implementado en la Unidad de Pediatría de ambos hospitales, llevando a cabo visitas por parte del equipo humano-animal a menores que tienen que pasar por situaciones de estrés en los centros hospitalarios. "En el Hospital Reina Sofía de Córdoba se hacen dos visitas semanales, en las que se desarrollan intervenciones asistidas con perros, en diferentes áreas como la sala de extracciones, donde se atienden a los menores en las salas de espera, así como a aquellos que provienen del aula hospitalaria y de oncología pediátrica. En el Hospital de la Axarquía de Málaga se realizan visitas en las áreas de ludoteca, la sala de extracciones, la sala de espera y, por último, en las habitaciones de pediatría", explica.

Un tándem humano-animal que está conformado, en ambos lados, por expertos profesionales. El equipo humano está formado por un experto (psicólogo con máster en intervención asistida con animales o terapeuta ocupacional con la misma especialización) y un guía canino con especialización en IAA.

Mientras que la parte animal la configuran varios perros, seleccionados, entrenados y cuidados específicamente para este tipo de trabajo. Es el caso de Gisela, Piruleta, Jaki (la perrita de intervención más veterana) y Bourbon. "Además de los aspectos claves de sociabilidad y fuerte vínculo de seguridad con sus guías, todos estos animales tienen algunas características que los hacen idóneos, tales como la capacidad de mantener la calma, que les guste el contacto con los niños y que sean tranquilos", apunta Nuria Máximo.

Los animales forman parte de la asociación Perruneando Andalucía, que lleva años trabajando en programas similares y que cuenta con delegaciones en más de 13 provincias de todo el territorio nacional. "La Cátedra colabora con entidades que compartan los valores de profesionalidad y especialización humana y que, además, sean escrupulosos con el bienestar de los animales. Perruneando lleva años trabajando en esta línea y su manera de hacer los programas de IAA tiene la calidad que este tipo de ámbitos necesita".

Humanizar los hospitales

Cada vez son más las voces que abogan porque las IAA sean posibles y necesarias en los contextos hospitalarios, y no solamente en las unidades de pediatría, como la directora de la Cátedra nos asegura. "También son importantes en cuidados paliativos (tanto para menores como para adultos), unidades de salud mental, geriatría, unidades de cuidados intensivos, entre otras". Por un lado, porque humanizarían los espacios, la atención que reciben y mejoraría la percepción de los usuarios de los hospitales sobre la atención recibida, y, por otro, porque ayudaría a lograr objetivos terapéuticos, si se diseñan apropiadamente, encaminados a la recuperación neurológica, la estimulación cognitiva, la movilidad general… "Pero, para eso primero es necesario una financiación que lo haga posible y, después, contar con profesionales debidamente cualificados y animales correctamente seleccionados, educados y cuidados para ello", afirma rotunda.

En el caso concreto de la Unidad de Pediatría del Hospital Reina Sofía y del Hospital de la Axarquía, el programa permite acompañar a los menores en su proceso terapéutico en el entorno hospitalario y ayudarles a ganar confianza en sí mismos, de tal manera que vean que son capaces de afrontar una situación concreta (una prueba médica o un ingreso hospitalario), así como, de forma paralela, generar un clima humano de atención a los menores y a sus familias, "que siempre debería acompañarlos en los entornos clínicos hospitalarios". Asimismo, el programa `Huellas en el Corazón´ también ha sido incluido en las consultas de debut de diabetes infantil. "En este programa se abordan numerosas actuaciones en diferentes áreas pediátricas, como son as estancias hospitalarias, las consultas de pediatría o los debuts de diabetes infantil. Todas ellas tienen como finalidad atender a las necesidades que, tanto pacientes como profesionales, puedan presentar por medio de la participación de una unidad de intervención (equipo humano y canino). La presencia de un perro durante determinadas intervenciones también pretende ayudar a los profesionales médicos y enfermeros a abordar actuaciones más invasivas y específicas. En estos casos, la participación del perro de intervención no solo facilitará un asentamiento de los diferentes procesos a realizar, sino que también ayudará a establecer estados de calma ante estas manipulaciones", concluye Máximo Bocanegra.

Por ejemplo, a Gisela le encanta estar tumbada junto a los niños y niñas, lo cual, según los expertos participantes al programa es una gran habilidad para este tipo de intervenciones. "Pero una de sus grandes cualidades es que, incluso en situaciones de tensión, es capaz de mantener la calma e inducirles la calma que ella misma mantiene", afirma la directora de la Cátedra.

En cambio, a Piruleta le encanta acercarse cuidadosamente respetando los espacios de los menores y su pequeño tamaño facilita que pueda ser cogida en brazos por su guía o situarla en una posición próxima a los menores (sin ser invasiva), "de tal manera que, por ejemplo, las extracciones u otras pruebas son menos estresantes para ellos". Otro animal participante en esta iniciativa es Bourbon, que acude al Hospital Reina Sofía. Se trata de un perro muy tranquilo, que acepta muy bien el tipo de ambiente hospitalario (ruidos, gente que pasa, olores, etc.), al que le gusta el contacto con los niños y que incluso pide más caricias cuando los niños paran. "Próximamente se incorporarán Leo y Toby, que se están preparando para entrar en el proyecto e, igualmente, les gusta mucho el contacto con la gente y saben gestionar muy bien el entorno", concluye.

Proyectos en marcha

De momento, el programa `Huellas en el Corazón´, de la Cátedra Institucional de Investigación Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ha sido implementado en los dos centros hospitalarios a los que hacíamos referencia, por lo que preguntamos a la directora Nuria Máximo si se prevé extenderlo a otros centros andaluces o del resto de España.

"Desde la Cátedra siempre estamos dispuestos a diseñar e implementar este tipo de proyectos. Concretamente, esto sería posible junto a Perruneando en Andalucía y en otras comunidades, ya que esta entidad cuenta con delegaciones en más de 13 provincias españolas. Asimismo, los hospitales son cada vez más receptivos y cuando lo conocen demandan este tipo de actuaciones en otras áreas", afirma. Pero, como en otros muchos proyectos de esta índole o de cualquier otra, el gran problema es la financiación. "El tema de la financiación es algo que, por el momento, se ha de buscar de modo privado, ya que las consejerías de sanidad (u organismo similar en cada comunidad) no las están financiando", -matiza Máximo Bocanegra-, "aunque tenemos varios proyectos para comenzar, algunos de ellos en hospitales adscritos al Reina Sofía como, por ejemplo, en la Unidad de Salud mental infanto-juvenil del Hospital Los Morales de Córdoba. Y también se está valorando la posible ampliación a la UCI de adultos, la pediátrica, la sala de espera del centro sanitario Carlos Castilla del Pino, así como en áreas de trabajo con pacientes paliativos".

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