IM VETERINARIA #61

74 Para abordar esta brecha en el conocimiento de las enfermedades digestivas, se han desarrollado proyectos epidemiológicos que recopilan datos de salud canina a gran escala, entre los que destaca el Dog Aging Project (DAP), realizado por un equipo de investigadores expertos, veterinarios y científicos norteamericanos. Esta investigación describe la prevalencia de las enfermedades gastrointestinales, sobre las que informan los propietarios -owner-reported GI disorder (ORGID)- en perros de compañía de EE. UU. inscritos en el DAP. Con este análisis, buscan las posibles asociaciones entre características demográficas, factores de estilo de vida y la aparición de estas afecciones. Prevalencia de enfermedades gastrointestinales caninas El DAP se lleva a cabo como un estudio longitudinal, lo que significa que los datos se recopilan de manera continua. Entre diciembre de 2019 y diciembre de 2022, se observaron diferentes factores que afectan la salud de los perros mediante encuestas en línea hechas por los propietarios sobre el historial de salud, comportamiento y entorno de sus mascotas. Para ser considerados en el estudio, los animales debían haber reportado al menos una enfermedad gastrointestinal o signo clínico relacionado con el tracto gastrointestinal, según lo informado por sus propietarios. De los 43.517 perros que participaron en el estudio, un 30 % reportó alguna enfermedad gastrointestinal a lo largo de su vida, lo que demuestra la alta prevalencia de estas afecciones en la población canina. Las patologías fueron clasificados en dos categorías principales: infecciosos y no infecciosos. A partir de esta clasificación, se analizaron las prevalencias de cada tipo de enfermedad dentro de la población de perros participantes. Además de las enfermedades digestivas en sí, también se tomaron en cuenta varios factores demográficos y de estilo de vida, como la edad, el peso, el sexo, el estado de castración, la dieta, el uso de medicamentos y la exposición a ciertos ambientes, con el fin de identificar posibles asociaciones entre estos factores y la aparición de estas patologías. Enfermedades infecciosas, un problema común en perros jóvenes Del total de perros incluidos en el DAP, un 17 % (7.580 perros) presentó algún tipo de enfermedad gastrointestinal infecciosa. Los parásitos fueron los más comunes, destacando la infección por Giardia, que afectó al 7 % de los perros, seguido por los parásitos intestinales como las lombrices redondas (3 %), taenias (3 %) y anquilostomas (3 %). Estas infecciones son conocidas por causar síntomas como diarrea, vómitos y pérdida de peso, y son prevalentes en perros jóvenes y aquellos con sistemas inmunitarios comprometidos. Aunque los parásitos son la causa más común de infecciones gastrointestinales, otros patógenos como Coccidiasina (2 %) y Tricocéfalo (1 %) también fueron reportados, así como el virus de la Parvovirosis canina (1 %) y la infección por Campylobacter (0,1 %). A pesar de su menor frecuencia, se identificaron unos pocos casos de enfermedades graves como el Distemper y la bacteria Neorickettsia helminthoeca, ambas con una incidencia inferior al 0,1 %. La diversidad de las enfermedades no infecciosas Por otro lado, las enfermedades gastrointestinales no infecciosas fueron comunes, con 6.806 perros (16 %) reportando al menos una patología de este tipo. Entre las más frecuentes, se encuentran la diarrea crónica (3 %) y el vómito crónico (1 %), patologías que afectan la calidad de vida de los animales. Igualmente, se identificaron una serie de enfermedades relacionadas con cuerpos extraños en el tracto gastrointestinal (2 %), además de alergias gastrointestinales (3 %), que abarcan tanto alergias alimentarias como a medicamentos. La pancreatitis, una inflamación del páncreas que afecta la digestión, fue diagnosticada en un 2 % de los perros, mientras que el síndrome de diarrea hemorrágica aguda (SDHA) se presentó en un 0,9 %. En menor medida, se reportaron casos de enfermedades inflamatorias del tracto gastrointestinal como la enfermedad intestinal inflamatoria (EII), que afectaron al 1 % de los perros, y patologías congénitas como atresia anal o hernias umbilicales, en solo un 0,5 % de la población estudiada. ¿Cuáles son los perros afectados? El análisis de los datos demográficos reveló algunas tendencias sobre el perfil de los perros con problemas gastrointestinales. Los que padecieron enfermedades infecciosas eran significativamente más jóvenes, con una edad media de 2,3 años, en comparación con los perros con patologías no infecciosas, cuya edad media resultó ser de 5,1 años. Los investigadores llegaron a la conclusión de que las enfermedades infecciosas, comúnmente causadas por parásitos, tienden a afectar a los perros jóvenes que aún no han desarrollado una inmunidad completa contra estos agentes patógenos. En cuanto al peso, los perros con enfermedades no infecciosas tendieron a ser más ligeros, con un promedio de 22,9 kg frente a los perros con enfermedades infecciosas, que pesaban alrededor de 24,4 kg. Los canes afectados por cualquiera de las patologías fueron mayormente machos y hembras castrados, lo que resalta una posible correlación entre el estado reproductiDEL TOTAL DE PERROS INCLUIDOS EN EL DAP, UN 17 % PRESENTÓ ALGÚN TIPO DE ENFERMEDAD GASTROINTESTINAL INFECCIOSA

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