IM VETERINARIA #61

62 Mitos, realidades y prevención Las garrapatas son una preocupación recurrente en veterinaria y en salud pública, pero no todas representan la misma amenaza. Félix Valcárcel puntualiza que un error frecuente es pensar que todas las especies transmiten enfermedades de igual forma. Sin embargo, la realidad es más compleja. “No todas las garrapatas transmiten patógenos. La patología de las garrapatas no solamente es debida a los patógenos que transmiten. No vamos a poder acabar con ellas, pero sí podemos protegernos nosotros, y sí podemos proteger a las mascotas”, comunica el investigador. En España, en el ámbito humano, existen tres o cuatro especies principales, mientras que en veterinaria el número es mucho mayor. En función de la región y el tipo de animal afectado, es fundamental prestar atención a las especies más comunes en cada zona. Además, el riesgo de transmisión de enfermedades varía según el estadio de desarrollo del parásito. Mientras que en algunas especies los adultos son los principales vectores, en otras son las formas inmaduras las más peligrosas y difíciles de identificar. Erradicar por completo a las garrapatas es una tarea imposible, por lo que la prevención sigue siendo la mejor estrategia. “Se puede confiar en los antiparasitarios que hay disponibles en el mercado. En nuestro país, no se han descrito resistencias a los productos aprobados para su control”, manifiesta. Aunque reconoce que se han detectado indicios de resistencia frente al amitraz, empleado ocasionalmente contra garrapatas —y que en realidad no está registrado para este uso—, hace hincapié en que los productos específicos siguen ofreciendo una protección eficaz tanto para pequeños animales como en ganadería. Es primordial utilizar productos autorizados. Colaborar en la segunda parte Para colaborar en la segunda parte del proyecto, recogiendo y enviando garrapatas y/o fotos de ellas, se puede escribir a elproyectogares@gmail.com o rellenar un formulario a través del enlace o el código QR: https://docs.google.com/forms/ d/1Nb0VrGIQ2SF7yi49UwHjoVMkeldn0XCJHsuLpa57P5g/edit?ts=646f2268 El proyecto GARES está abierto a la colaboración de veterinarios, que pueden enviar muestras de garrapatas para su identificación y análisis. Repite que sabiendo qué garrapatas hay, se puede predecir qué patógenos pueden transmitir. Además, la labor del veterinario, aparte de atender a los animales, es “la de concienciación” de los propietarios de mascotas. “Revisar a los animales y a uno mismo tras paseos por el campo es fundamental para la prevención”, asevera Valcárcel. Muchas veces los dueños de los perros se olvidan de ellos mismos y sólo revisan a las mascotas. El equipo central del proyecto lo componen otras tres personas, también veterinarias, María Sánchez, Andrea Gil y Sonia Olmeda, la otra codirectora del proyecto, que es profesora titular en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. “Quiero destacar el interés excepcional y la colaboración de voluntarios, muchos de ellos veterinarios, que participaron activamente y de forma altruista en la recogida de muestras. La labor de estos ciudadanos científicos, casi 350, ha sido la clave del éxito de esta primera fase”, comenta. rápido. La deforestación o la urbanización descontrolada obligan a los animales a desplazarse y, con ellos, a las garrapatas. Esto puede generar nuevos puntos de contacto con humanos. Problemática en clínicas veterinarias Abordamos con él los problemas ocasionados por las garrapatas que llegan a las clínicas veterinarias, con los perros y los gatos sobre todo. Afirma que es menos frecuente de lo esperado, puesto que “los propietarios de los animales de compañía están bien concienciados por los veterinarios y por la propia preocupación de ellos mismos en el uso de antiparasitarios”. Cuando uno va con su mascota por el campo, se le ha puesto normalmente una pipeta, un collar, se le ha pinchado algo o dado una pastilla y está perfectamente controlado. Recuerda que, para que el producto funcione, ha de picar la garrapata, chupar la sangre y entonces se morirá. No obstante, en perros de caza y en algunas regiones específicas, sobre todo en zonas de Castilla y León y más al norte, los casos de infecciones transmitidas por garrapatas son más comunes. “Afortunadamente, los fármacos que tenemos para luchar contra las garrapatas en España funcionan muy bien, son muy buenos”, se congratula. Son eficaces, sin resistencias detectadas. Eso sí, el desarrollo de productos de mayor duración y menor impacto ambiental es un reto. Se están estudiando vacunas frente a algunas especies de garrapatas, no disponibles en España, que por el momento no son 100 % efectivas, pero ayudan a reducir las poblaciones futuras y poco a poco van bajando las densidades de garrapatas. “LOS PROPIETARIOS DE LOS ANIMALES DE COMPAÑÍA ESTÁN BIEN CONCIENCIADOS POR LOS VETERINARIOS EN EL USO DE ANTIPARASITARIOS”

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