59 nivel de conocimiento, ya que podrán disfrutar de tres salas de conferencias, programa práctico, avanzado y de vanguardia donde ponentes internacionales compartirán sus conocimientos”, apunta la veterinaria. Avances en la especialidad Los avances en patologías hereditarias han sido el tema principal en el último congreso del GEDA (Grupo de Especialidad de Dermatología de AVEPA) y en la reunión de la ISVD (International Society of Veterinary Dermatology), según señala la experta. Y, en concreto, las genodermatosis, que representan un grupo importante de patologías dermatológicas. La modernización de la tecnología genética y la posibilidad de secuenciación del genoma han supuesto un gran avance en este campo, permitiendo tener disponibles un importante número de pruebas, que crecen continuamente. La experta avanza que el diagnóstico de estas patologías es, en ocasiones, complejo llevándose a cabo mediante anamnesis, historia clínica, pruebas genéticas y, en ocasiones, biopsias. “Esta herramienta permitirá el diagnóstico más preciso y rápido, evitando llevar a cabo técnicas más invasivas como la biopsia cutánea de estas patologías”. Diferentes áreas de investigación Iraide Isasi destaca que, hoy en día, son varias las áreas hacia las que se encamina la investigación en dermatología veterinaria. Por un lado, la caracterización de la patogénesis de ciertas enfermedades, incluida la dermatitis atópica, la patología más prevalente en la consulta dermatológica. “Una patología ampliamente estudiada, pero que aún hoy en día sigue generando controversia, debido a la dificultad de tratamiento por la diferente respuesta de los pacientes atópicos a los distintos tratamientos”. Esta variabilidad ha propiciado el estudio de los distintos mecanismos del prurito no histaminérgico para lograr entender qué elementos forman parte de este, en la búsqueda de nuevos tratamientos para el control de esta patología. “Por ejemplo, el estudio de los mediadores pruritogénicos como los neuropéptidos (sustancia P, opioides y el factor de crecimiento nervioso), proteasas (por ejemplo. caligreina, triptasa), y varias citoquinas y quemoquinas (P. ej. TSLP, IL-4, Il13, Il-31, Il-33)”, destaca. El microbioma intestinal y cutáneo también es un área de estudio. “La disbiosis en estas localizaciones puede predisponer a la aparición de sintomatología dermatológica. En concreto, se han llevado a cabo estudios del microbioma cutáneo. Se ha estudiado la relación que tienen las bacterias con el sistema inmune cutáneo del hospedador, mostrando la importancia del microbioma cutáneo y cómo la restauración de la barrera cutánea lleva al control de las enfermedades inflamatorias, en concreto de la dermatitis atópica”, señala. Otros estudios que se están llevando a cabo están basados en la búsqueda de nuevas herramientas de tratamiento de las infecciones bacterianas, ayudando a minimizar el uso de antibióticos en la lucha contra la resistencia bacteriana. Ejemplos son el uso de bacteriófagos en el tratamiento de infecciones y otitis bacterianas. Para la veterinaria, la utilización de probióticos como el lactobacillus casei, que actúan inhibiendo y compitiendo con el microorganismo patógeno, además de ayudar en la regulación del sistema inmune etc., demuestra que “la investigación en dermatología veterinaria está viva y es fundamental para el avance de nuestra disciplina”. Tratamientos, herramientas y otros En la consulta de dermatología se ayudan de diferentes herramientas diagnósticas como raspados cutáneos, citologías, cultivos, pruebas de alergia, otoendoscopia, biopsias etc., para alcanzar un diagnóstico preciso, imprescindible para aplicar el mejor tratamiento y conocer el pronóstico del paciente. Según Iraide Isasi, el tratamiento se personaliza, se adapta a las necesidades y características de cada paciente, intentando dar soporte y responder a las inquietudes de los tutores en todo momento, que serán los responsables de la aplicación del tratamiento en el domicilio. “Muchos de los pacientes dermatológicos son crónicos, lo que requiere su seguimiento minucioso, y educar al tutor para evitar la fatiga que esto conlleva y lograr un mejor resultado”. Para el tratamiento del amplio abanico de patologías dermatológicas, desde las alergias a raras patologías cutáneas, “nos basamos en la medicina basada en la evidencia, ayudándonos de toda la información a nuestro alcance (literatura científica veterinaria, artículos, congresos de la especialidad), que nos permite conocer todos los avances terapéuticos”. La experta señala que la terapéutica dermatológica se basa en la aplicación de terapias tópicas, sistémicas, crioterapia, laser terapéutico, terapia lumínica (phovia) y la utilización de la videoendoscopia o láser quirúrgico dependiendo de cada caso. “La patología más frecuentemente diagnosticada y, cuyo tratamiento más ha avanzado, es la dermatitis atópica, mediante un enfoque multimodal, utilizándose en su tratamiento antiinflamatorios (corticoides tópicos u orales), antipruriginosos (oclacitinib y lokivetmab), inmunomoduladores (ciclosporina), inmunoterapia alérgeno-específica y, de suma importancia en un intento de reestructuración, hidratación de la piel y control de infecciones secundarias (baños, espumas, sprays, ácidos grasos orales o tópicos) que ayudarán a minimizar la necesidad de fármacos”. En otras patologías, señala que entonces utilizarán fármacos antibacterianos, antifúngicos, inmunosupresores, antiparasitarios, medicaciones para el tratamiento de patologías hormonales etc. Amplio conocimiento El Centro Veterinario Lauaxeta, en Vizacaya, ofrece el servicio de dermatología Dermalervet: “Este servicio se dedica al diagnóstico y tratamiento de las condiciones agudas y crónicas de la piel y los oídos. Abarcamos un amplio espectro de patologías: dermatitis alérgicas, dermatitis autoinmunes, alopecias, desórdenes de la queratinización, neoplasias dermatológicas, patologías de las uñas y oídos”. Para ello, utilizan todos los métodos de vanguardia a su alcance y aportando amplio conocimiento y experiencia de años de formación.
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