IM VETERINARIA #60

58 comportamiento asociados con el dolor en sus perros. Además, también existe un sesgo en las evaluaciones veterinarias del dolor. El 90 % de los veterinarios y el público cree que los perros de razas más grandes tienen menos sensibilidad al dolor, a pesar de que no hay una base fisiológica para esto. Además, se ha comprobado que las mujeres veterinarias dan puntuaciones de dolor más altas en comparación con los hombres. Por lo tanto, realizar evaluaciones basadas tanto en los comentarios de los propietarios como de los veterinarios puede proporcionar los datos más precisos utilizando herramientas de evaluación del dolor crónico. Como el dolor puede inhibir los comportamientos normales, no solo la experiencia emocional del dolor físico puede afectar la calidad de vida, sino que los perros pueden frustrarse si no pueden realizar comportamientos con normalidad. Esto puede ser como resultado de restricciones impuestas por las familias o la incapacidad física del perro para realizarlas. La frustración ocurre cuando las expectativas y los deseos de un animal no se cumplen y se considera un estado emocional negativo y un posible problema de bienestar. Igualmente, el dolor crónico puede ser una preocupación importante en muchas afecciones médicas y, a menudo, tiene un impacto en la toma de decisiones de diagnóstico y tratamiento. Por ejemplo, constituye la principal preocupación en perros con osteoartritis y otros trastornos que causan cojera. Las afecciones que afectan la articulación del codo son una causa común de cojera tanto en perros jóvenes como mayores; el codo canino puede verse afectado por varias enfermedades diferentes, como displasia de codo, fisuras intracondíleas humerales, luxaciones congénitas, problemas de tejidos blandos y artritis séptica. Cada una de estas enfermedades suele provocar cojera, dolor en las articulaciones y reducción del movimiento, que afectan negativamente al bienestar. Una encuesta realizada a un grupo de cirujanos veterinarios de Reino Unido sobre sus preocupaciones con respecto al dolor crónico en los perros reveló que la osteoartritis se percibe como la causa más común de dolor crónico en el perro y las afecciones vertebrales y de la médula espinal también se percibieron como una causa relativamente común de dolor crónico. Como la osteoartritis suele ser multifacética, con varios procesos patológicos y factores genéticos que juegan un papel en el desarrollo de la enfermedad, es importante comprender los efectos en el bienestar y cómo se pueden mejorar. Los resultados del estudio según la herramienta AWAG Además de los métodos actuales de evaluación del dolor, la AWAG y herramientas similares pueden complementarlos y mejorarlos para proporcionar un enfoque holístico a la evaluación del dolor crónico, en tanto en cuanto puntúan una serie de factores en los cuatro parámetros de salud física y psicológica, el medio ambiente y los eventos procedimentales y de gestión. Una vez que el usuario ha puntuado todos los factores, desde uno (el mejor bienestar posible) hasta diez (el peor bienestar posible) utilizando descriptores escritos mutuamente excluyentes, el método calcula una puntuación acumulativa de evaluación del bienestar (CWAS) y una puntuación media para cada parámetro. Atendiendo a estos parámetros, la media de la puntuación para perros con afecciones que provocan dolor crónico fue de 22,47 y varió de 3 a 66,87. En cuanto a los canes sanos, obtuvieron una media de 4,94, la cual varió de 2,25 a 15. Otro resultado comprobó que las pruebas de Wilcoxon (suma de rangos) mostraron que todos los factores, excepto la condición corporal, eran significativamente diferentes entre los perros evaluados como saludables y los animales con afecciones que causan dolor crónico. Encontraron, por otro lado, una correlación positiva significativa (0,93) entre la condición corporal del perro y la alimentación y la bebida, al igual que se halló de manera significativa y positiva una relación entre el estado de la mascota y la movilidad y la actividad, y también con la frecuencia y la intensidad con la que el animal padece miedos y ansiedad debido al dolor. En resumidas cuentas, y tras analizar las conclusiones, los autores determinaron que el uso de la cuadrícula de evaluación del bienestar animal demuestra ser una herramienta valiosa para capturar la variabilidad en la calidad de vida entre los perros con dolor crónico y destaca la importancia de considerar tanto la evaluación del médico como los informes del cuidador. Además, revela que esta sintomatología tiene un efecto profundo y multifacético en varios aspectos de la vida de un peludo, e interactúa con la salud física, la salud psicológica, el entorno del perro y cualquier procedimiento y evento de manejo. Por último, hacen hincapié en que “el tiempo de recuperación de un factor estresante, la frecuencia con la que un perro se encuentra con estímulos que inducen miedo y ansiedad y la calidad de las interacciones sociales se muestran como predictores del dolor crónico”. Y para finalizar, destacan “la importancia de la consideración del dolor como un factor diferencial, especialmente en casos donde los signos clínicos típicos indicativos de dolor crónico pueden no ser fácilmente evidentes”. EL ESTUDIO DESTACA “LA IMPORTANCIA DE LA CONSIDERACIÓN DEL DOLOR COMO UN FACTOR DIFERENCIAL”

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