IM VETERINARIA #59

69 La divulgación científica también está apoyando este crecimiento, “ya que ahora son los propios tutores de nuestros pacientes quienes solicitan la realización de pruebas de screening para evaluar de modo preventivo a sus gatos”, asevera la veterinaria. Expone que los gatos han pasado a ser un miembro más de la familia, “y nos preocupamos por ellos y su salud tanto como por la nuestra”, resalta Patricia Sebastián. Mejoras sustanciales En los últimos años se han producido avances notables en diversas áreas de diagnóstico y tratamiento de las principales cardiopatías felinas. “Dentro de las enfermedades que afectan al corazón en gatos, sin duda, lo más frecuente es el grupo de las cardiomiopatías, siendo la más prevalente la cardiomiopatía hipertrófica (se estima que hasta un 15 % de los gatos de más de ocho años la presenta)”, según Patricia Sebastián. A este respecto, se ha trabajado mucho para esclarecer los distintos tipos de cardiomiopatías en base a sus características fenotípicas, así como la patogénesis asociada a cada una de ellas. Así lo explica esta veterinaria: “La mayoría de las investigaciones se han centrado en la cardiomiopatía hipertrófica, al ser la más prevalente, con el objetivo de dilucidar las distintas causas que pueden cursar con este fenotipo”. Según Patricia Sebastián, cada vez se conocen más enfermedades que pueden justificar una misma imagen (las llamadas fenocopias), y que es importante conocer para poder identificar y tratar acorde, ya que en caso de ser la causa de la cardiomiopatía el pronóstico puede variar de modo significativo. “En estos aspectos ha ayudado mucho la publicación de un nuevo consenso del Colegio Americano de Medicina Interna*, que consiste en unas guías destinadas a estandarizar el diagnóstico y tratamiento en base a la medicina basada en la evidencia”, señala. Por otro lado, a nivel de cardiopatías congénitas, donde el diagnóstico en edad temprana es clave y en la mayoría de los casos se requiere terapia mediante cirugía intervencionista, “también ha mejorado sustancialmente”. Además, la cardióloga senior del Servicio de Cardiología, Respiratorio y Cardiología Intervencionista del Hospital Veterinario de Referencia UCV destaca que los equipos de ecografía de alta definición permiten identificar anomalías con mayor sensibilidad y precisión, “además podemos apoyar el diagnóstico con técnicas de imagen avanzada como la Tomografía Computarizada cuando pueda ser requerido; permitiendo la caracterización más exacta de la patología. El tratamiento mediante cardiología intervencionista de algunas de estas enfermedades es ahora posible gracias a las mejoras técnicas en este campo, el desarrollo de nuevos catéteres o dispositivos, y la predisposición de los tutores a abordar estas situaciones, lo que ha abierto un campo para que los especialistas en cardiología puedan desarrollarse en este ámbito y ofrecer las mejores garantías de éxito”. Trabajando en investigaciones A nivel de tratamientos, Patricia Sebastián desvela que, sin duda, la preocupación mayor es la gran facilidad para generar trombosis que presentan los pacientes felinos cuando sufren de cualquier tipo de cardiopatía que derive en dilatación atrial. “A nivel de cardiomiopatías, sobre todo, centrándonos en la cardiomiopatía hipertrófica, por ser la más frecuente en este momento, no hay evidencia de que ningún fármaco pueda retrasar la evolución de la enfermedad, pero sí el riesgo de trombosis, una vez se considera que hay remodelación atrial”, explica, puntualizando que ahora se recomienda tromboprofilaxis en estos pacientes, a pesar de estar en fases asintomáticas. En relación a ello, “hay énfasis en encontrar la mejor terapia y, por ello, hay estudios recientes sobre el uso de distintos fármacos que actúan a distintos niveles de la coagulación (clopidogrel vs. Ribaraoxaban). Estos estudios tienen algunas limitaciones, pero actualmente se está desarrollando un estudio multicéntrico prospectivo a gran escala (SUPER-CAT) que pretende resolver estas limitaciones”, destaca Patricia Sebastián. A un nivel de investigación más académico, debido a que los gatos con cardiomiopatía hipertrófica felina se consideran un modelo natural de la misma enfermedad humana, la experta comenta que se están realizando ensayos clínicos de fármacos que pretenden inhibir el aumento de la contractibilidad del músculo cardiaco mediante interacciones con las proteínas contráctiles (i.e. mavacamtem o aficamtem) o modificar las vías de regulación (i.e. Rapamicina). “Estos fármacos están dando resultados exitosos y es posible que en un futuro no tan lejano podamos contar con ellos para su uso en veterinaria, lo cual significaría un gran avance para estos pacientes, ya que pasaríamos de tratar las consecuencias de la enfermedad a tratar la causa”, comenta esta veterinaria al respecto. Por otro lado, a nivel diagnóstico, a pesar de que se ha avanzado considerablemente queda mucho por hacer. “Hoy en día, -explica- se conoce que la mayoría de las cardiopatías tienen una base genética, y lamentablemente la investigación a este nivel ha avanzado poco. Todavía no conocemos apenas mutaciones causales a excepción de contadas razas, y son estudios económicamente muy costosos”. Según Patricia Sebastián, “estoy convencida de que estas respuestas llegarán, pero tardaremos aún unos años para obtener una información equiparable a la que hay en medicina humana”. Asimismo, en medicina humana, la resonancia magnética cardiaca ofrece unas facilidades diagnosticas “SE HA TRABAJADO MUCHO PARA ESCLARECER LOS DISTINTOS TIPOS DE CARDIOMIOPATÍAS EN BASE A SUS CARACTERÍSTICAS FENOTÍPICAS”

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