IM VETERINARIA #59

35 “todos debemos implicarnos y aplicar un cambio de paradigma en que el que veamos la salud como una única salud con sus tres partes integradas”. “Aunque esta tarea, quizás la más complicada, es un objetivo a medio plazo, debemos empezar ya a dar pequeños pasos para que logremos integrarlo en los actuales sistemas de salud”, prosigue. Por ejemplo, el 70 % de las enfermedades infecciosas humanas emergentes de los últimos 40 años provienen de animales, según la OMS. Además, existe un consenso profesional a nivel internacional con respecto a que se prevé que las zoonosis sean más recurrentes a partir de ahora. Y, en este sentido, apunta el especialista que “hay varios factores que lo refrendan, como el mayor contacto entre personas y animales silvestres o la destrucción progresiva y continuada de los hábitats naturales, entre otros”. Pero si hay un factor que ocupa una importancia decisiva en este panorama es la modificación de la distribución geográfica de vectores transmisores de enfermedades. “Prácticamente la mitad de ese 70 % de las enfermedades infecciosas humanas emergentes de los últimos 40 años que provienen de animales, según la OMS, son provocadas por vectores como los mosquitos, las cucarachas, los roedores, los flebótomos o las garrapatas, cuya población y, por consiguiente, cuya capacidad para afectar negativamente sobre la salud de las personas puede controlarse si se ponen las medidas oportunas”. De hecho, ANECPLA lleva años defendiendo el enfoque One Health como única vía para abordar la amenaza de la zoonosis. A nivel de las administraciones, en opinión de Galván, “se empieza a nombrar en muchas políticas, iniciativas y normativas, pero todavía no se ven medidas concretas que hagan aterrizar este enfoque en la gestión diaria de la salud”. Queda mucho recorrido por avanzar. “Nos situamos en la actualidad ante un desafío a nivel mundial, debido fundamentalmente al cambio climático y sus consecuencias, de muy elevadas dimensiones y debemos estar a la altura”. No hay que olvidar que las enfermedades vectoriales causan ya hoy más de 700.000 muertes al año, según la OMS. “Y la mayoría de ellas están causadas por ‘simples’ mosquitos que, a pesar de su ínfimo tamaño, son considerados como los animales más letales del planeta, con capacidad para transmitir enfermedades tan peligrosas como la Malaria, el Zika, el Dengue o el Chikungunya, entre otras muchas”, advierte. Concretamente, el cambio climático es un factor determinante que entraña un riesgo muy elevado para la salud humana desde múltiples puntos de vista. “Por mi parte, me centraré en lo que a la proliferación de vectores se refiere. Y es que, por ejemplo, ya solo el aumento de las temperaturas, por el que los veranos cada vez comienzan antes y terminan más tarde, potencia, en gran medida, la proliferación de múltiples especies con capacidad para convertirse en plaga”. Esto es debido a que, por un lado, “dilata el espacio temporal en el que las condiciones son más favorables a su procreación” y, por otro, “acorta su ciclo biológico, por lo que se desarrollan más rápido pasando de un estado a otro en menos tiempo, lo que da lugar a que haya más generaciones de esa especie a lo largo del año”, explica. El aumento de las temperaturas refuerza la ventana temporal de su ciclo reproductivo. A todo esto, se suma el hecho de que el cambio climático está provocando una reorganización geográfica de los vectores, detectándose la presencia de muchos de ellos, que solían encontrarse en climas tropicales, en zonas como nuestro país debido al aumento de las temperaturas. “Cabe comentar que el cambio climático está favoreciendo también en general la dispersión y multiplicación de los patógenos que pueden transportar y transmitir los vectores”, indica. Amenazas que ya no nos son tan ajenas ¿Cómo abordar retos de semejantes dimensiones? Para el director general de ANECPLA, “lo más importante es que las administraciones públicas y los profesionales de sanidad ambiental trabajemos de forma conjunta y coordinada. Y me refiero también a la necesaria coordinación entre las administraciones local, regional y nacional; y que nos adelantemos y trabajemos la prevención”. No en vano, “existen enfermedades realmente graves que hasta hace bien poco nos sonaban ajenas en España y de las que, desgraciadamente, hemos empezado a sufrir ya importantes brotes, como es el caso de la Fiebre del Nilo Occidental, que acabó con la vida en 2020 de ocho personas; o la fiebre hemorrágica Crimea-Congo, que afectó en el mismo año a cuatro personas, una de las cuales falleció, que son transmitidas por el mosquito común (Culex spp.) y la garrapata (Hyalomma spp.), respectivamente”. “Géneros que tienen una elevadísima presencia en nuestro país y que, si no actuamos de inmediato en un control preventivo de su población, concentran un porcentaje muy alto de posibilidades de que jueguen un papel nefasto contra la Salud pública”, insiste. ANECPLA forma parte de la Plataforma Española One Health, de la que es tesorera, cuya hoja de ruta adelanta Jorge Galván. “Uno de los objetivos prioritarios a nivel político es trabajar para que se entienda y se asuma que este enfoque no es un tema que solo pueda trabajarse desde el Ministerio de Sanidad, sino que ha de implementarse por parte de todos los ministerios y que, por tanto, es fundamental que exista a este respecto una coordinación interministerial”. Desde la plataforma, revela, “estamos ya trabajando en el Congreso Nacional One Health que se celebra anualmente, y en el que podremos disfrutar de profesionales de todos los ámbitos con una hoja de ruta común, la visibilización de la importancia del enfoque One Health y la necesidad de su implantación para una correcta gestión de la dalud adaptada a los tiempos actuales y con capacidad de enfrentar los nuevos retos que se nos presentan”. Por último, como director general de ANECPLA, pone en valor “el enorme avance que se ha hecho en este sector en los ámbitos de la legislación, la normalización y la formación, que han permitido que el tradicional sector del control de plagas evolucione al sector de la sanidad ambiental, donde las empresas que lo conforman aplican procesos de sanidad ambiental aplicada enfocados a garantizar la Salud pública, consiguiendo así que podamos tener entornos seguros en el que las personas puedan desarrollar su vida”. “Como decimos en ANECPLA”, concluye, “somos el primer filtro de tu calidad de vida”.

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