IM VETERINARIA #57

74 culaciones más comúnmente afectadas incluyen los codos, las rodillas, las caderas y la columna. La naturaleza degenerativa de esta enfermedad hace que las articulaciones se deterioren progresivamente, lo que resulta en una pérdida de funcionalidad y un aumento del dolor. Algunas razas de gatos, como los Scottish Fold, Maine Coon, Abisinio y Birmano, son más propensas a desarrollar osteoartritis a una edad temprana debido a problemas genéticos relacionados con las articulaciones. Además, los gatos que han sufrido traumatismos, como accidentes o cirugías, también pueden desarrollar osteoartritis más adelante en la vida. Otras causas de dolor en los músculos, huesos y articulaciones incluyen el dolor neuropático, que surge del daño a los nervios, y algunos tipos de cáncer que afectan el sistema musculoesquelético. Estos problemas pueden exacerbarse con el tiempo y llevar a una disminución significativa de la calidad de vida si no se manejan adecuadamente. Otros problemas de movilidad Además del dolor articular, otros problemas pueden afectar la movilidad de los gatos. Por ejemplo, algunos gatos pueden perder una extremidad debido a un trauma, lo que dificulta su capacidad para moverse de manera normal. Los problemas neurológicos, como enfermedades que afectan el cerebro y los nervios, también pueden alterar el equilibrio y la coordinación del gato. En los gatos mayores, el síndrome de disfunción cognitiva, que es similar a la demencia en los humanos, puede llevar a una disminución en su capacidad para navegar por su entorno. Esto puede hacer que se sientan desorientados, confusos o incapaces de moverse con la misma agilidad que antes. Incluso los gatos jóvenes pueden experimentar problemas de coordinación y temblores, a menudo debido a infecciones virales que afectan el cerebro del gatito desde el nacimiento. Reconocimiento del dolor o problemas de movilidad Reconocer el dolor o los problemas de movilidad en los gatos es crucial para implementar los ajustes necesarios en el hogar y mejorar su calidad de vida. Los gatos son maestros en ocultar signos de dolor, lo que dificulta a los cuidadores identificar cuándo un gato está sufriendo. Es esencial que los veterinarios eduquen a los cuidadores sobre la importancia de observar cualquier cambio en los hábitos o comportamientos normales de su gato. Algunos de los signos más comunes de dolor o problemas de movilidad incluyen una menor disposición para saltar, dificultad para subir o bajar escaleras, rigidez después de dormir, cojera o dificultad para usar la bandeja sanitaria. También es posible que el gato pase más tiempo descansando o durmiendo en lugares de fácil acceso, evite actividades como la caza o el juego, y muestre menos interés en interactuar con sus cuidadores o con otros animales en el hogar. Los veterinarios pueden recomendar a los cuidadores el uso de una lista de verificación de movilidad, disponible gratuitamente en algunos sitios especializados, para ayudar a identificar los primeros signos de osteoartritis y para monitorear cualquier mejora o deterioro en el estado del gato. Diagnóstico de dolor muscular y articular, y problemas de movilidad en los gatos El diagnóstico de osteoartritis o de otras causas de dolor en los gatos suele basarse en un examen clínico realizado por un veterinario. Durante el examen, el veterinario puede observar cambios en las articulaciones, como hinchazón, engrosamiento o sensibilidad al tacto. Además, la historia proporcionada por el cuidador sobre los cambios en el comportamiento o en la movilidad del gato en casa es fundamental para un diagnóstico adecuado. Es importante señalar que los gatos pueden moverse de manera diferente o ser reacios a moverse durante la consulta veterinaria, por lo que puede ser extremadamente útil que los cuidadores lleven o envíen vídeos del gato en casa, mostrando cómo se mueve, sube escaleras o realiza otras actividades cotidianas. En algunos casos, el veterinario puede necesitar realizar pruebas adicionales para evaluar la gravedad del problema, que incluyen: • Radiografías. Ayudan a evaluar las articulaciones afectadas y determinar el grado de daño. • Análisis de sangre y orina. Para evaluar la salud general del gato y guiar la elección del tratamiento, especialmente en cuanto al uso de medicamentos. Señales de dolor muscular y articular, y problemas de movilidad Los veterinarios deben guiar a los cuidadores para que estén atentos a las siguientes señales comunes que indican problemas de dolor muscular/articular y movilidad en los gatos: • Movilidad reducida. Los gatos pueden mostrar dificultades para saltar a superficies altas o bajar de ellas, subir o bajar escaleras, o moverse con normalidad. También pueden mostrar rigidez después de largos períodos de descanso, cojera o dificultad para usar la gatera. • Actividad reducida. Los gatos con dolor o problemas de movilidad tienden a pasar más tiempo descansando o durmiendo, especialmente en lugares más bajos o de fácil acceso. Además, pueden perder interés en cazar, jugar o explorar su entorno. • Alteración del acicalado. Los gatos con dolor articular a menudo reducen la frecuencia de su acicalado, lo que resulta en un pelaje enmarañado, sucio o descuidado. Algunos gatos también pueden sobreacicalar las áreas doloridas, causando parches calvos en la piel. • Cambios en el temperamento. Es posible que los gatos que antes disfrutaban ser acariciados ahora eviten el contacto físico. También pueden volverse menos tolerantes con las interacciones con otros animales o miembros de la familia. • Alteración en los hábitos de eliminación. Los gatos pueden comenzar a defecar o orinar fuera de la bandeja sanitaria debido al dolor o la dificultad para acceder a la misma.

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