35 seis años firmamos un acuerdo de colaboración entre el Colegio y la Facultad de Veterinaria para informar a los futuros veterinarios del gran abanico de salidas profesionales”. Se trata de un total de seis jornadas dotadas de créditos curriculares impartidas por expertos veterinarios de reconocido prestigio. “Nuestro sector es muy rico y admite infinidad de intervenciones en el ámbito de la Salud pública: gestión de fauna, animales exóticos, auditoría alimentaria, clínica de grandes animales, etc.”, sostiene Vicente, y añade: “Es importante que los recién graduados sepan que las oportunidades laborales no se restringen exclusivamente al entorno de la clínica de pequeños animales”. Conocimiento de la profesión Cáceres cuenta con más de 1.000 profesionales veterinarios de los casi 40.000 que había en España en 2023. Pero, ¿es mucho o poco? “Actualmente hay una plétora profesional importante, es decir, la oferta de veterinarios es superior a la demanda”, sostiene Vicente, y añade: “Además, esa oferta está descompensada, pues abunda en veterinarios clínicos de animales de compañía, mientras que en otras áreas, como la producción, Salud pública o medio ambiente, no cubrimos las necesidades”. Este exceso de profesionales de pequeños animales se debe corregir mediante un mejor conocimiento de la profesión y de las oportunidades de empleo que comporta. “Queremos abrir las puertas del Colegio a los futuros veterinarios, para que lo conozcan y sepan la labor esencial que desempeñamos en ámbitos sanitarios, además de formarlos en campos tan importantes como la responsabilidad civil”. Este año como novedad estas jornadas se van a desarrollar en las instalaciones del propio Colegio. Perfil profesional El perfil del veterinario ha cambiado sobremanera en los últimos años. “Tradicionalmente el estudiante de veterinaria era vocacional, procedente de un mundo rural o relacionado directamente con la profesión, orientado desde el inicio hacia la Salud pública y los animales de producción. Ahora, el perfil es de estudiantes procedentes de ciudades cuya vocación clara es la protección y cuidado de los animales, principalmente de compañía y exóticos”, sostiene Vicente y advierte de que esto acabará repercutiendo negativamente en la profesión “si no lo sabemos gestionar, pues grandes e importantes campos de la veterinaria se quedan sin oferta de profesionales, con el riesgo que ello supone”. El presidente del colectivo cacereño apuesta -si se consuma el aumento de créditos de la formación curricular- por implementarlos en áreas como la Salud pública y la producción animal, además de promover la participación docente de los profesionales en la Facultad. “La mejor formación es la que se recibe de nuestros profesionales ejercientes”, valora. Abandono animal Una de las lacras de nuestra sociedad es el abandono animal. Y es que se calcula que solo en España se abandonan al año 300.000 animales de compañía. Al respecto, “desde el Colegio estamos trabajando en la concienciación de la sociedad, no podemos seguir considerando una mascota como un juguete que se abandona cuando nos cansamos de él”, advierte Vicente. La educación es clave para frenar estas cifras alarmantes. “La entidad colegial lleva doce años educando a la ciudadanía en tenencia responsable con mucho éxito, formando a estudiantes de la ESO sobre la responsabilidad que conlleva tener una mascota. Mediante diferentes iniciativas acudimos a los colegios para informar a los jóvenes de la responsabilidad que conlleva tener una mascota”. “DEBEMOS MANTENER ESE CONCEPTO SALUBRISTA PARA SEGUIR CONSIDERÁNDONOS SANITARIOS” Otro tema en el que pone el foco el Colegio Oficial de Veterinarios de Cáceres es en el de One Health. No en vano, la entidad colegial lleva desde 2019 liderando las Jornadas One Health, en las que participan farmacéuticos, médicos y veterinarios, y cuyo “objetivo es compartir experiencias en el abordaje de zoonosis desde una visión multidisciplinar”. Retos de futuro En marzo de 2023 se aprobó la nueva ley de bienestar animal. “Los profesionales veterinarios quisimos estar presente en la redacción de la norma, pero no fue posible”, asegura Vicente. Y pese a que considera que quizá no sea la ley más adecuada, es la que tenemos y sobre ella “hay que trabajar para intentar la máxima participación de nuestra profesión en su ejecución”. También es restringido el II Convenio Colectivo, “concretamente en lo que compete a las retribuciones económicas de categorías profesionales”. De ahí que los principales retos de futuro sean, según Vicente, “mejorar las condiciones del ejercicio profesional, disminuir la precariedad, disminuir, o al menos no aumentar, el número de facultades y, sobre todo, incrementar la participación del profesional en la formación”. Para Vicente, la veterinaria en España será, dentro de diez años, más clínica y menos salubrista: “Esto es algo que me llena de honda preocupación, pues no debemos olvidar que en nuestro país la medicina veterinaria siempre ha buscado prevenir a la población humana de los peligros procedentes de la vida animal y medioambiental. Debemos mantener este concepto en la veterinaria para mantener nuestra condición sanitaria”. De hecho, hacia esta línea se dirige otra de las reivindicaciones de la entidad colegial en Cáceres: “Debemos apostar por la integración de la salud pública veterinaria española dentro del sistema nacional de salud, tal como se definió claramente en la Ley General de Sanidad y se ratificó en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias. Este objetivo es clave y se debe considerar como tal nuestra profesión”.
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