IM VETERINARIA #56

63 Gwana Vet es un proyecto que nació en 2018, bajo la iniciativa y experiencia en el ámbito de los animales exóticos y salvajes de la doctora Pilar Lanzarot, actual directora veterinaria del centro. Durante estos años se han especializado en animales exóticos, también denominados nuevos animales de compañía, ofreciendo todos los servicios que un cliente puede necesitar para atender la salud de su animal. Esto incluye que funcionan 24 horas al día, los siete días a la semana, a lo largo de todo el año. “Hasta hace pocos años -explica Manuel Fernández García, director gerente del Hospital Veterinario de exóticos Gwana Vet- no existían centros especializados de este tipo, razón por la que se dependía de la estructura, logística y personal de hospitales que trataban perros y gatos como principales pacientes”. Fernández recuerda cómo entonces los veterinarios de exóticos, en general, “tenían que adaptarse” a instalaciones y equipamiento que no estaban pensados ni diseñados para este tipo de animales, básicamente como una asistencia externa. La doctora Lanzarot fue pionera en la atención 24 horas dentro de este tipo de hospitales, entendiendo que era la única forma de ofrecer una atención integral y un control sobre cada paciente durante el tiempo necesario. “Con la fundación de Gwana Vet, -continúa Fernández- y con la larga experiencia previa adquirida, hemos tenido la libertad de diseñar y equipar un tipo de hospital específico, creado exclusivamente para animales exóticos, sin la dependencia mencionada”. Actualmente, Gwana Vet lo compone un equipo de 16 profesionales, que incluye veterinarios, auxiliares y personal administrativo. Cuidados específicos Los animales exóticos tienen, prácticamente, “las mismas exigencias” de atención que un perro o un gato, “cada cual a su manera”, pero hay que insistir, explica el veterinario, en la importancia de la medicina preventiva: “Es decir, en las condiciones de mantenimiento y alimentación, que son claves para tener un animal saludable y con la mayor esperanza de vida posible”. “Lógicamente -matiza-, un reptil tiene sus propios requerimientos respecto a un mamífero o un ave (temperatura, humedad, iluminación, sustrato, alimentación,etc.) Los conejos, uno de nuestros pacientes más frecuentes, exigen una alimentación adecuada con el heno (fibra) como componente base de su dieta, para evitar trastornos gastrointestinales y el crecimiento anómalo de sus dientes; además de cepillados frecuentes y un espacio óptimo para su actividad diaria. Las aves, sobre todo las denominadas psitácidas, son seres extremadamente inteligentes a los que se debe dedicar un esfuerzo importante en su correcta socialización, incluida una intensa interacción con su familia humana, en forma de juegos y pequeños retos, sin olvidar ejercicios de vuelo. Con esto evitaríamos numerosos problemas de comportamiento que, en muchos casos, derivan en patologías graves como el picaje (autolesiones). Son ejemplos muy generales pero ilustrativos”. En cuanto al tipo de consultas que predominan, el veterinario detalla que la casuística clínica es “amplísima”, desde traumas o alteraciones del aparato digestivo hasta enfermedades víricas y bacterianas, parásitos u oncología, sin olvidar todo lo relativo a las pautas de comportamiento. “Todo ello multiplicado por el número de especies que atendemos, que es un mundo de diversidad”, continúa el veterinario, que añade: “Trabajando como lo hacemos en la medicina preventiva, las primeras consultas cuando llega un animal a casa son una parte importante de nuestro trabajo, lo que significa informar en detalle sobre los aspectos clave para tener un animal saludable, que es lo mismo que disfrutar en un entorno familiar feliz, que para eso queremos a estos seres adorables”. “SON MAYORÍA LOS VETERINARIOS GENERALISTAS QUE ENTIENDEN QUE HACEN MEJOR SERVICIO A UN CLIENTE Y A UN PACIENTE REMITIÉNDOLOS A UN CENTRO ESPECIALIZADO DE REFERENCIA COMO EL NUESTRO PARA RESOLVER UN PROBLEMA DE SALUD COMPLICADO” Sin embargo, también les llegan muchas consultas con problemas declarados de salud y que deben tratarse con inmediatez, “bien con tratamiento médico ambulatorio, con hospitalización o con cirugía, disciplina en la que somos uno de los centros mejor valorados de España”. Por otro lado, desde el punto de vista clínico, en muchos casos se trata de pacientes que requieren una atención veterinaria inmediata cuando muestran síntomas de que algo no va bien, o comportamientos no habituales. “Muchas especies tienen un metabolismo basal muy alto, por lo que la evolución de cualquier patología puede ser muy rápida y comprometer su vida en pocos días o, incluso, en horas”, explica Fernández, que agrega: “La atención temprana nos ayuda a evitar fallecimientos o agravamientos de salud y, en este sentido, la colaboración de la familia es primordial para la detección inicial de estas alteraciones y la atención veterinaria urgente. Debemos desterrar de nuestras mentes la tentación frecuente de esperar a ver si se le pasa”. La importancia de la especialización El sector de los animales de compañía está dominado por profesionales que tratan mayoritariamente perros y gatos. Si bien existe una base común de conocimiento clínico que todo veterinario debe tener, un conejo, un loro o un reptil tienen anatomías, comportamientos y patologías claramente diferenciadas de aquellos, por supuesto también entre sí. Es por ello que la especialización es un recurso útil y al que “se tiende cada vez más”. Esto en paralelo a la popularidad que han adquirido los animales exóticos. “Hoy día -explica Fernández al respecto- sería difícil imaginar un veterinario clínico con un nivel

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=