IM VETERINARIA #56

61 cambios y novedades que mejoran los resultados de productos anteriores”. En cualquier caso, Treceño Mata opina que el denominador común es la progresión y la mejora en todos los campos, algo que se está consiguiendo día a día y “en lo que debemos colaborar todos para seguir avanzando”. El servicio En AniCura Vetsia son siete cirujanos, con varios referentes a nivel nacional e internacional en el campo de la traumatología y ortopedia, “como José Luis Fontalba, jefe de Servicio y diplomado por el Colegio Europeo de Cirujanos Veterinarios; Francisco Aranda, en período de preparación para el examen de la diplomatura; Carlos Martín, que ya ha comenzado su andadura en la especialidad europea, y yo mismo”, explica. Por lo tanto, todos los pacientes están atendidos siempre por un veterinario con experiencia que pone todos sus conocimientos y habilidades encima de la mesa para resolver cada caso. “Además, cada procedimiento es un examen continuo entre nosotros, donde la exigencia es máxima y ponemos todo nuestro empeño como equipo para que vaya lo mejor posible”. En ocasiones se necesitan pruebas avanzadas de imagen, normalmente estudios tomográficos, donde el servicio de diagnóstico por imagen siempre da su apoyo. “Por otra parte, cuando se trata de pacientes que acuden de urgencia, por un atropello, por ejemplo, nuestro equipo de urgencias y, posteriormente, hospitalización, se encargan de estabilizarlos y facilitarnos mucho el trabajo de cara a realizar una intervención quirúrgica”. Y en este apartado, el equipo de anestesia siempre funciona al mejor nivel, utilizando los últimos avances en control del dolor y técnicas de anestesia locorregional para realizar procedimientos cada vez más seguros y eficaces. En el área de quirófano, zona restringida para evitar contaminaciones, cuentan con auxiliares especializados que se aseguran de preparar a cada paciente de forma perfecta y de tener organizado el material necesario para cada caso y procedimiento. En general, “el conjunto de todas las personas que integran estos servicios siempre funciona al unísono para evitar errores y conseguir los mejores resultados, donde un elemento clave es la comunicación entre departamentos, con los tutores y con las clínicas remisoras, aparte de la calidad humana de cada persona que trabaja en el hospital”. Los retos de la especialidad Analizando la especialidad de traumatología y ortopedia veterinaria, y “ya hablando como cirugía a nivel general, como la más resolutiva e inmediata de todas, algo que fue clave en que me inclinara por ella. Recuerdo ver durante mis estudios cómo un paciente con una lesión grave entraba en el quirófano y salía con esa lesión corregida. Sentía que la ayuda que se brindaba con la cirugía era inmediata. Hoy en día soy más consciente de que el trabajo nunca acaba en el quirófano y que el seguimiento de cada caso es clave para un buen resultado, pero aun así creo que sigue siendo la especialidad más directa”, remarca. Treceño Mata resalta, además, que indudablemente se requiere de un gran conocimiento teórico, pero también de una gran habilidad manual, razonamiento espacial y delicadeza, lo que la convierte en la especialidad más compleja, pero a la vez más completa. “El mayor reto para mí es el hecho de trabajar a un solo disparo: dependiendo del tipo de cirugía y de en qué momento de ella nos encontremos, podemos tener un pequeño margen para el error, pero en general no existe lugar para el fallo. En traumatología, un milímetro puede significar el éxito o el fracaso de una intervención, por lo que la concentración y la exigencia siempre son totales. Cualquier error se paga, y se llega a pagar muy caro”. En cuanto a lo que se puede mejorar, el veterinario considera que depende de cada cirujano y de cada centro. “Creo que un punto importante, y que cada vez gana más peso en nuestra especialidad, es la labor comunicativa y formativa que debemos ejercer. Personalmente considero que tenemos casi la obligación de invertir un mayor número de horas en estos aspectos para que, tanto colegas de otras especialidades como centros de remisión, se familiaricen y se sientan más cómodos a la hora de ver pacientes con una afección ortopédica y les resulte más sencilla la detección precoz de las mismas”. Opina que, con este tipo de actividades, poco a poco se conseguirá dar a conocer el alto nivel de “esta bonita especialidad” y transmitir la importancia de su trabajo a los tutores y a otras entidades, “ya que considero que todavía arrastramos un cierto estigma en el cual la veterinaria no es tan importante como otras profesiones. Pero, si nos paramos a pensar un poco en la cantidad y calidad de nuestra formación, deberíamos estar considerados de otra forma en nuestro país, algo que afortunadamente no sucede así en otros lugares como Estados Unidos, Inglaterra o Francia, donde el profesional veterinario está mucho más valorado. Además, en estos países, las compañías de seguros funcionan muy bien como garantes del bienestar de los pequeños animales desde hace años, lo que supone un apoyo para las familias de aquellos pacientes que sufren un accidente y no pueden hacerse cargo en ese momento de los costes, y en el caso de los centros, facilitando el poder llevar a cabo todas las pruebas necesarias para llegar a un diagnóstico y tratamiento adecuados”. En cuanto a la calidad del trabajo, “desde luego no tenemos nada que envidiar a otros países, ya que grandes profesionales en el campo de la traumatología y ortopedia, referentes a nivel internacional, son españoles y trabajan en España, tanto en clínica privada como en centros universitarios”. “EN TRAUMATOLOGÍA, UN MILÍMETRO PUEDE SIGNIFICAR EL ÉXITO O EL FRACASO DE UNA INTERVENCIÓN”

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