IM VETERINARIA #56

36 2. Diagnóstico en remoto. El diagnóstico en remoto permite al veterinario realizar un examen visual y emitir un diagnóstico a través de herramientas electrónicas. Para diagnosticar y/o prescribir un plan de tratamiento, es esencial un conocimiento adecuado y actualizado del historial y las condiciones actuales del animal. La FVE sugiere que se definan los casos en los que se puede realizar un diagnóstico en remoto, asegurando siempre que el veterinario tenga un conocimiento profundo del historial y las condiciones actuales del animal. Las visitas de seguimiento y chequeos deben realizarse preferentemente de manera presencial. 3. Prescripción en remoto. La prescripción en remoto consiste en la prescripción digital de medicamentos veterinarios tras un diagnóstico en remoto. Solo un veterinario con una relación profesional-cliente-paciente bien establecida puede realizar prescripciones en remoto. Las autoridades nacionales deben regular esta práctica para evitar el mal uso de medicamentos, asegurando visitas regulares a las granjas y la implementación de sistemas de vigilancia y rastreo de medicamentos. La FVE recomienda que se definan las condiciones bajo las cuales se pueden prescribir medicamentos remotamente y qué tipo de medicamentos pueden ser recetados de esta manera. 4. Datos médicos de terceros. El intercambio de datos biométricos generados a través de dispositivos electrónicos portátiles es otro pilar de la telemedicina veterinaria. Estos datos deben ser gestionados bajo estrictas normas de calidad y confidencialidad, en conformidad con las reglas nacionales sobre protección de datos y privacidad. La FVE recomienda que se establezcan regulaciones claras sobre cómo y bajo qué circunstancias se pueden generar, utilizar y almacenar estos datos, asegurando la calidad y la confidencialidad de la información. Los veterinarios deben ser responsables del registro y manejo de estos datos, manteniendo siempre un alto estándar ético y profesional. Recomendaciones específicas de la FVE 1. Consultas en remoto. La FVE recomienda que los organismos reguladores consideren definir los casos en los que se puede realizar una consulta remota. Estas consultas deben basarse en la confianza mutua y en la calidad adecuada de la información intercambiada. En situaciones donde las barreras geográficas dificultan el acceso a servicios veterinarios, las consultas remotas pueden ser una herramienta valiosa para asegurar el bienestar de los animales. 2. Diagnóstico en remoto. Para realizar diagnósticos remotos, la FVE sugiere que se establezcan normas claras que definan cuándo es apropiado realizar un diagnóstico de esta manera. Es crucial que el veterinario tenga un conocimiento adecuado del historial y las condiciones actuales del animal para garantizar un diagnóstico seguro y preciso. Las visitas de seguimiento y chequeos deben realizarse preferentemente de manera presencial para asegurar una evaluación completa y precisa del estado del animal. 3. Prescripción en remoto. La prescripción en remoto de medicamentos veterinarios debe estar estrictamente regulada para evitar el mal uso de medicamentos. La FVE recomienda que las autoridades nacionales definan las condiciones bajo las cuales se pueden prescribir medicamentos remotamente y qué tipos de medicamentos pueden ser recetados de esta manera. Es esencial asegurar que solo los veterinarios con una relación profesional-cliente-paciente bien establecida puedan realizar prescripciones remotas. 4. Datos médicos de terceros. El manejo de datos biométricos generados a través de dispositivos electrónicos portátiles debe realizarse bajo estrictas normas de calidad y confidencialidad. La FVE recomienda que se establezcan regulaciones claras sobre cómo y bajo qué circunstancias se pueden generar, utilizar y almacenar estos datos, asegurando siempre la protección de la privacidad y la confidencialidad de la información. Los veterinarios deben ser responsables del registro y manejo de estos datos, manteniendo siempre un alto estándar ético y profesional. Implicaciones éticas y profesionales Es esencial que los veterinarios mantengan su independencia profesional y su responsabilidad personal en todos los servicios que proporcionan, incluso cuando utilizan herramientas digitales. La FVE enfatiza la necesidad de aplicar un enfoque ético a la innovación digital y el uso responsable de dispositivos digitales para intercambiar datos médicos y proporcionar asesoramiento. Los veterinarios deben estar atentos a cualquier indicio de mal uso de los servicios o infracción de la legislación sobre bienestar animal, especialmente durante las consultas por video, donde se podría sospechar de negligencia o abuso de animales. Conclusión La FVE reconoce la importancia de las herramientas digitales emergentes para mejorar la calidad de los servicios veterinarios. Recomienda a sus miembros considerar el uso de la telemedicina en el contexto de una relación veterinario-cliente-paciente, estableciendo procedimientos operativos estándar, códigos de conducta y regulaciones proporcionales que respeten la misión de los veterinarios en la promoción de la salud y el bienestar animal, la salud pública y la protección del medio ambiente. La telemedicina, utilizada de manera ética y responsable, puede ser una herramienta valiosa para mejorar el acceso y la calidad de los servicios veterinarios, beneficiando tanto a los animales como a sus propietarios. LA TELEMEDICINA HA PERMITIDO A LOS VETERINARIOS INTERCAMBIAR INFORMACIÓN CON CLIENTES Y COMPAÑEROS

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