IM VETERINARIA #56

31 más jóvenes, que buscan lograr un equilibrio perfecto entre trabajo y vida privada. Por otro lado, las duras y complicadas condiciones de trabajo hacen que la práctica rural sea poco atractiva para la mayoría, además de que estas condiciones desfavorables pueden provocar un aumento del estrés y agotamiento, por lo que, al final, se termina abandonando. De igual manera, el aumento de la corporativización de la profesión veterinaria, como modelo de negocio importante en el sector, y cuyo atractivo radica en un horario más equilibrado, clínicas bien equipadas, sistemas de apoyo y unos ingresos estables, tiende a asentarse en el sector de los animales de compañía y, fundamentalmente, en las zonas urbanas, pues se trata de un mercado más rentable. Tanto es así que muy pocas empresas se dedican a la práctica veterinaria de los animales de granja. Por último, destacar que, según el informe de la FVE, en la mayoría de los países, los gobiernos suelen contratar algunas tareas a los veterinarios privados (como, por ejemplo, la vacunación obligatoria y las actividades de prevención de enfermedades), por lo que estas adquisiciones públicas constituyen una parte importante de la carga de trabajo de los profesionales privados en las zonas rurales. De ahí que abordar la escasez de profesionales veterinarios en Europa requiera de un enfoque multifacético que implique a todas las partes interesadas, es decir, gobiernos, instituciones educativas, organizaciones profesionales y la comunidad veterinaria, lo que permita conocer, de primera mano, el alcance del problema y las áreas más problemáticas. En este sentido, desde la FVE señalan la importancia de que las partes interesadas trabajen en colaboración y se adapten a la hora de abordar la escasez de veterinarios, poniendo el foco en el seguimiento y la evaluación continuos de estas estrategias, con el objetivo de ayudar a perfeccionar los enfoques y garantizar su eficacia a lo largo del tiempo. Porque, como señalan los expertos, las consecuencias de la escasez de profesionales veterinarios en las zonas rurales pueden ser nefastas. Entre otros aspectos, puede traer consigo problemas relacionados con la salud y el bienestar animal, ya que afecta a la labor preventiva y al diagnóstico precoz, que es especialmente importante en el caso de las enfermedades de declaración obligatoria. Esto puede dar lugar a brotes de enfermedades que, si se derivan en la pérdida de ganado, redundará negativamente en los beneficios económicos, que también disminuyen. Y esto dará lugar a la contracción de la economía agrícola en zonas rurales. La escasez de veterinarios dificulta aún más el desarrollo del sector ganadero y de las zonas rurales en general. De hecho, se ha comprobado que algunas empresas ganaderas de toda Europa están teniendo que cerrar y que el número de explotaciones pequeñas y familiares se ha reducido sustancialmente en la última década. Algo especialmente preocupante dada la contribución de las zonas rurales a la cadena de suministro de alimentos. Por ello, aunque no existen soluciones milagrosas, desde la FVE sí apuntan algunas medidas que pueden contribuir a paliar el grave y preocupante problema de la escasez de personal veterinario. Así, entre algunas de esas principales medidas, altamente necesarias, destacan la realización de estudios económicos de mercado, a nivel nacional y de la UE, para estimar el alcance de la escasez de profesionales y poder llevar a cabo una prospectiva de futuro. Disponer, asimismo, de un presupuesto lo suficientemente amplio para poder financiar los servicios veterinarios, la prestación de servicios veterinarios en zonas no rentables pero necesarias, los servicios de urgencia, ayudas, incentivos, financieros, etc.; promover la permanencia y el retorno al sector veterinario o concienciar a la población, en general, de la importancia de la profesión veterinaria para la sociedad, en todos sus aspectos. Problema europeo La respuesta de los países a esta complicada situación se centra en tres pilares básicos: reclutar, retener y reincorporar a los veterinarios a la profesión y cuya puesta en marcha se centra, principalmente, en tres áreas principales: apoyo educativo, apoyo legislativo y financiero, y apoyo por parte de la comunidad. En el ámbito educativo, las propuestas pasan por aumentar las capacidades de las facultades de veterinaria. De hecho, varios países de nuestro entorno han invertido en ampliar el número de plazas de estudiantes en las facultades de veterinaria o, incluso, han llegado a potenciar nuevas facultades de veterinaria en áreas rurales para atraer a una población estudiantil más diversa. Junto a ello, la puesta en marcha de programas de tutoría para apoyar a los estudiantes, tanto a lo largo de su educación como en las primeras etapas de su carrera, favoreciendo, asimismo, el desarrollo profesional continuo para alentar a los veterinarios a mantenerse actualizados sobre los últimos avances en el campo, o crear oportunidades para que los veterinarios se especialicen en áreas de alta demanda, por medio de programas de capacitación específicos. Destacar que este tipo de programas de tutoría brindan orientación y apoyo a los recién graduados que pueden beneficiarse de colaborar, personalmente, con veterinarios experimentados que comparten sus conocimientos, les ofrecen asesoramiento profesional y les ayudan a superar los distintos desafíos del desempeño profesional. Por último, determinados países también ofrecen prácticas en centros veterinarios para los estudiantes, centradas en la práctica veterinaria rural y ganadera. Por ejemplo, las facultades de veterinaria en Francia ofrecen este tipo de pasantías tutorizadas, financiadas por el gobierno, y que ofrecen formación personalizada de la mano de un veterinario rural experimentado y una profunda inmersión en la práctica rural. En el ámbito legislativo, varios países de nuestro entorno han desarrollado una serie de incentivos para que los veterinarios trabajen en zonas rurales y en aquellas otras más desatendidas, tales como garantizar que se mejoren las condiciones de trabajo, buena remuneración, programas de condonación de préstamos o incentivos financieros para establecer consultorios e iniciativas de telemedicina para prestar servicios veterinarios en regiones menos transitables. Por otro lado, en países como Finlandia, Grecia, Noruega y Suecia es obligatorio que los servicios veterinarios se organicen y financien a nivel municipal o regional, de manera que se garantice la salud ani-

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=