IM VETERINARIA #55

22 A pie de calle COMUNIDAD Javier González siempre ha tenido muy claro que lo suyo eran los pequeños animales. Y desde que se licenciara en 1996 no ha parado de formarse porque “es la base de nuestro oficio”. En 2001 abrió las puertas de la Clínica Veterinaria Bichos en la que hoy día trabajan cuatro veterinarios y dos auxiliares. “Somos una clínica generalista pero con vocación hacia el cuidado y bienestar de nuestras mascotas y siempre en combinación con ayuda a diferentes colectivos y ONGs vinculadas con el bienestar animal”, detalla. Su labor diaria se centra fundamentalmente en la cirugía de tejidos blandos, esterilizaciones y castraciones preventivas. “Hacemos una media de unas 800 cirugías al año en nuestro quirófano, contando las cirugías de las protectoras, las nuestras y algunas de traumatología externa”. Y es que, Javier González es un auténtico experimentado en el quirófano con más de 20 años de trayectoria y más de cinco mil cirugías a sus espaldas. “Actualmente, me estoy introduciendo en la especialidad de la oncología y la cirugía oncológica, y cada vez nos derivan más casos para poder valorarlos en nuestro centro”. ¿CÓMO HA EVOLUCIONADO EL PAPEL DEL VETERINARIO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS? ¿CÓMO HA AFECTADO LA CRISIS A LA PROFESIÓN? ¿CUÁLES SON LOS RETOS DE FUTURO? EN A PIE DE CALLE NOS ACERCAMOS A LOS PROFESIONALES DEL SECTOR PARA RESPONDER ÉSTAS Y OTRAS PREGUNTAS. Javier González (C.V. Bichos, Las Palmas) Pese a que su clínica es generalista, destacan en áreas como la oncología, la oftalmología y el diagnóstico por imagen. “Acabamos de incorporar un equipo de radiología digital directa, además contamos con equipo de anestesia inhalatoria con monitorización avanzada y respirador, ecografía, radiografía, equipo de analítica de última generación, microscopio con cámara y pantalla incorporadas, endoscopio flexible, etc.” En cuanto a los tratamientos imprescindibles para cualquier mascota, destaca la importancia de un plan vacunal adaptado a cada paciente según su especie, edad, idiosincrasia, así como una buena desparasitación periódica tanto interna como externa. Considera que “hay que hacer hincapié en las épocas del año o en las regiones donde potencialmente se puedan desplazar nuestras mascotas. Por ejemplo, para viajar a la Península Ibérica es recomendable planes de prevención frente a leishmaniosis, donde la prevalencia es mucho mayor que en Canarias”. De la Ley de Bienestar Animal dice que “es una ley muy ambiciosa, pero se tenía que haber desarrollado con más consenso por parte de los veterinarios”. “Además -valora-, debería de haber contado primero con los recursos necesarios tanto económicos como personales”. ¿El resultado? “La mayoría de los Ayuntamientos demandan presupuestos y protocolos de actuación que aún están por desarrollarse”. En definitiva, toca esperar. “Y mientras, como siempre, nosotros los veterinarios en el centro del huracán”. Este experimentado veterinario considera que el convenio es un avance, “tiene sus pros y sus contras, pero en general es una apuesta de futuro”. Y es que, hay que seguir negociando y dignificando la veterinaria. Para Javier González, el futuro del sector de las clínicas veterinarias pasa por el asentamiento de los grupos que han hecho una inversión importante y decidida por crear una red de clínicas de nivel con personal cada vez más especializado. “Quedarán clínicas generalistas que siendo bien gestionadas tendrán cabida y valor; y también los grandes hospitales que serán centros de referencia donde se instaurarán unos protocolos y unas especialidades del más alto nivel”. Con todo, la veterinaria tiende hacia la especialización: “Tenemos una profesión maravillosa con un nivel de excelencia tanto en formación como en la práctica clínica y en la producción científica”.

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