IM VETERINARIA #54

45 forma tan definida como en el perro”, desarrolla el responsable del Servicio de Dermatología de Anicura Navia Hospital Veterinario. Además, “el gato es un animal al que le cuesta demostrar sus debilidades, por lo que muchas veces pueden pasar desapercibidas para su familia”, agrega. Por otro lado, los costes económicos que requieren, puesto que son enfermedades crónicas, también suponen un problema. Acorde con sus palabras, “muchas veces los tutores no asumen que son patologías que no se curan con un tratamiento único y que van a necesitar un manejo a largo plazo. Aceptar que va a ser una dolencia a largo plazo, y por tanto, que va a necesitar de múltiples visitas al veterinario, así como tratamientos crónico durante mucho tiempo, es complicado de asimilar para las familias”. Por lo que se refiere a las enfermedades más prevalentes en la consulta de los dermatólogos veterinarios, manifiesta que “la estrella de la dermatología es la dermatitis atópica, enfermedad alérgica que provoca picor en el perro y otra serie de signos asociados, como la otitis atópica”. Esto, por tanto, “hace muy común el que tengan que llevarlos a la consultas por picores, infecciones secundarias u otitis externas”, prosigue el profesional veterinario. A su vez, estas patologías tan frecuentes tienen relación con la medicina humana, sobre todo en el perro. Según expone Marcos Fernández Monzón, “el gato se escapa un poco, por eso decimos que el diagnóstico es un poco más difícil”. Sin embargo, en los canes sí existe ese paralelismo en cuanto a las áreas lesionadas. “Es muy común que afecten a la zona de fricción, a la cara, a las manos, etc. Esta presentación es también muy común en personas. E incluso en cómo evoluciona la enfermedad en perros atópicos y niños atópicos, se asemeja bastante”, detalla. También se asemejan las enfermedades dermatológicas en pequeños animales a la medicina humana en el sentido de que su prevalencia ha aumentado mucho en los últimos años. O más concretamente, en las últimas décadas. Los motivos de este cambio de escenario son varios, aunque Fernández Monzón destaca dos. “Uno de ellos es la selección genética, dado que hay un factor genético importante detrás”. Sin embargo, aclara, están relacionadas con otro factor muy importante: el ambiental. “Diversas publicaciones reflejan que el ambiente urbano está mucho más relacionado con estas enfermedades, al tiempo que la incidencia en animales que viven en la ciudad es más elevada en relación a los animales del entorno rural”, recalca. A este respecto, uno de los factores que marca la diferencia del servicio que ofrece Anicura Navia Hospital Veterinario en el campo de la dermatología es la localización. Y es que, como señala su responsable, esta determina los alérgenos a los que los animales reaccionan, igual que sucede en las personas. Así pues, “en nuestra zona, el alérgeno por excelencia son los ácaros del polvo. Es así en el 90% de nuestros pacientes. Por ejemplo, en otras zonas de la península los pólenes son mucho más prevalentes”, añade. Las novedades más importantes Por otro lado, al respecto de los avances más relevantes tanto diagnósticos como terapéuticos, Fernández Monzón pone de manifiesto que, “a día de hoy, disponemos de novedades, especialmente en tratamientos, que son bastante eficaces a la hora de controlar los síntomas, y además permiten evitar los corticoides a largo plazo, que era lo que teníamos hace años”. Con lo cual, hoy en día con esas opciones de tratamiento, los perros no van a sufrir picor, no se van a lesionar… En suma, subraya “van a gozar de una calidad de vida mucho mejor”. “Y esto, al mismo tiempo, nos va a permitir que se mantengan mejor para poder investigar de forma más tranquila su proceso alérgico ¿A qué reaccionan? Por ejemplo, una inmunoterapia, que hoy por hoy sabemos que puede ser el único tratamiento que corrija la enfermedad, es decir, que reedu- “LO QUE HA REVOLUCIONADO MUCHO EL TRATAMIENTO DE LOS PACIENTES ATÓPICOS DE LA ESPECIE CANINA SON LAS NUEVAS OPCIONES DE TRATAMIENTO, COMO LOS ANTICUERPOS MONOCLONALES” que el sistema inmunológico a lo que el animal es alérgico”, desarrolla. De los avances diagnósticos, el experto resalta la mejora en las técnicas de detección de los alérgenos. “Hay nuevas herramientas, técnicas moleculares, incluso para detectar a qué reacciona el paciente. Y, sobre todo, lo que ha revolucionado mucho el tratamiento de los pacientes atópicos son las nuevas opciones de tratamiento, como los anticuerpos monoclonales”. Eso sí, estas novedades terapéuticas están indicadas casi en su totalidad para la especie canina. De momento, aclara el responsable de dermatología del centro gallego, “en el gato se limitan más las alternativas, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento”. “Seguimos dependiendo mucho de los glucocorticoides o de la ciclosporina. Se está trabajando mucho, pero de momento no contamos con anticuerpos monoclonales, y el oclacitinib no es una opción registrada para el uso en la especie felina”, insiste. Del mismo modo, bajo su punto de vista, la otra gran asignatura pendiente en la dermatología de pequeños animales es “identificar la enfermedad primaria, ya que muchos de nuestros pacientes vienen porque tienen infecciones secundarias”. En general, además, “siempre hemos estado luchando contra esas infecciones. ¿Y qué hemos desarrollado al final? Pues un montón de infecciones resistentes o multirresistentes porque nos centramos en tratar lo secundario”. Por ese motivo, reitera Fernández Monzón a modo de conclusión, hay que intentar detectar la enfermedad primaria, para así evitar sobreutilizar los antibióticos o los antifúngicos. No en vano, “sabemos que son finitos, que acaban finalizándose y desarrollando infecciones bastante más complicadas de controlar que esa enfermedad primaria”.

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