IM VETERINARIA #54

35 Cuando en 2012 Ana María Martín abrió las puertas de la Clínica Veterinaria La Gavia junto a sus dos socias -que también amigas- no podía imaginar las satisfacciones que le iba a reportar. El centro ha crecido conjuntamente con ellas, auténticas enamoradas de una veterinaria de vanguardia. “Actualmente somos un equipo multidisciplinar formado por seis veterinarias y cinco auxiliares. Ofrecemos a nuestros pacientes un servicio integral que va desde la medicina general hasta la medicina interna, diagnóstico por imagen, dermatología, oncología, cirugía, anestesia y analgesia e, incluso, fisioterapia”, explica Ana María Martín. Ellas están absolutamente convencidas de la concienciación del cuidado y la prevención, con especial atención a la vacunación, la desparasitación y proceder a los reconocimientos periódicos. Sin embargo, comenta, “mi mayor campo de interés es la anestesia y la analgesia. Creo que es una especialidad que ha avanzado mucho en poco tiempo y ha aumentado su importancia en la clínica diaria, no solo para realizar intervenciones más seguras y confortables, sino también para mejorar la calidad de vida y el bienestar animal”. A más cuidados, más longevidad. Y es que la esperanza de vida de los perros en España ha aumentado casi dos años en la última década. “Esto es gracias a los avances en la medicina veterinaria y a la concienciación de la sociedad a la hora de tener a una mascota”, valora la entrevistada. Asimismo, la clínica diaria también tiene que enfrentarse a importantes retos: “Es el caso, por ejemplo, de enfermedades crónicas como las alteraciones musculoesqueléticas, que provocan dolor crónico y disminución de la calidad de vida”. En este último punto, en Clínica Veterinaria La Gavia llevan a cabo consultas de unidad del dolor en las que realizan encuestas a los cuidadores y exploración del paciente. “El objetivo es diagnosticar y prescribir el tratamiento farmacológico y no farmacológico más adaptado al animal y a sus cuidadores”, señala. Por otro lado, la visibilización del colectivo ha ido en aumento. “Aquí tiene mucho que ver la acción que está realizando la entidad colegial”. Sin embargo, sigue siendo una profesión que sufre a causa de la sobrecarga de trabajo, el conflicto entre las demandas laborales y familiares, y la necesidad de gestionar las emociones. Pese a que ha habido avances muy significativos, todavía son insuficientes. “Creo que, desde la formación universitaria, deberían proporcionarnos herramientas para afrontar situaciones que pueden suponer dejar la profesión y provocar depresión, ansiedad e incluso suicidios”, valora Ana María Martín. Ana María Martín (Clínica Veterinaria La Gavia, Madrid) “LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA NOS DEBERÍA PROPORCIONAR HERRAMIENTAS PARA AFRONTAR SITUACIONES QUE PUEDEN SUPONER DEPRESIÓN O ANSIEDAD” Todo ello sucede en una profesión que nos compete a todos. No en vano, su máxima es el concepto One Health: “Precisamente por esto es esencial reivindicar el papel tan importante que los veterinarios ejercemos en la sociedad no solo en medicina de pequeños animales, sino a nivel de Salud pública”. Y eso, en una profesión que tiende a la especialización. “Los distintos avances en diagnóstico o tratamientos, así como el mayor cuidado de la mascota y la importancia del bienestar animal, hacen que el futuro de la clínica veterinaria y de los veterinarios en general sea muy positivo”, concluye.

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