IM VETERINARIA #54

34 A pie de calle COMUNIDAD Adrián Aguilera es un experimentado en la profesión. No en vano lleva dedicándose a la medicina veterinaria casi 30 años. Innovador y gran emprendedor, actualmente es el propietario de la Clínica Veterinaria Sansepet, en el municipio madrileño de San Sebastián de los Reyes. “El modelo de clínica veterinaria que hemos diseñado en Sansepet es el de una clínica generalista, muy enfocada en la medicina preventiva. Creemos firmemente que es un aspecto clave para mantener la salud de los animales”, detalla. Y es que la prevención en la clínica veterinaria ha evolucionado mucho. “Hasta hace muy poco se restringía a la aplicación de vacunas y desparasitaciones anuales. Ahora cobran importancia otras disciplinas como la alimentación, los chequeos médicos preventivos (en función de la edad del animal, raza y especie), la etología para cubrir las necesidades psico-emocionales del animal, etc.” En definitiva, se ¿CÓMO HA EVOLUCIONADO EL PAPEL DEL VETERINARIO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS? ¿CÓMO HA AFECTADO LA CRISIS A LA PROFESIÓN? ¿CUÁLES SON LOS RETOS DE FUTURO? EN A PIE DE CALLE NOS ACERCAMOS A LOS PROFESIONALES DEL SECTOR PARA RESPONDER ÉSTAS Y OTRAS PREGUNTAS. Adrián Aguilera (Clínica Veterinaria Sansepet, Madrid) trata de cuidar la salud del animal en cuatro aspectos: física, emocional, mental y energética de una manera equilibrada. “Y los veterinarios tenemos mucho que aportar en este campo”, valora este veterinario. No obstante, la prevención es clave para evitar la trasmisión de las zoonosis. Aquí, la detección temprana y el diagnóstico precoz son cuestiones que competen al veterinario profesional y que resultan trascendentales. “Se está apostando firmemente por la especialización veterinaria, sin embargo, echo en falta formación en medicina veterinaria preventiva y atención primaria”, asegura Adrián Aguilera, y añade: “De lo contrario, vendrán otros actores que realicen nuestra función, como ya está ocurriendo en otros ámbitos como la nutrición, la etología o la fisioterapia”. La ciencia veterinaria está en auge, y así lo demuestran los datos del sector. Sin embargo, este buen desempeño se contrapone a los problemas psicológicos, como el estrés laboral, que sufre el colectivo. Más del 73% de los veterinarios asegura que la carga de trabajo le afecta muchas veces y el 80% se muestra muy estresado, según un estudio de la UNED con el apoyo de Boehringer Ingelheim. Así lo valora nuestro protagonista: “El problema es la excesiva velocidad. Muchos profesionales veterinarios no pueden aguantar el ritmo acelerado, los cambios del sector, la escasez de personal o bajas por enfermedad, nuevas roturas de stocks, nuevas burocracias, nueva legislación, etc.” Además, añade Adrián Aguilera, “siempre estamos en formación continua y con muchas cosas que hacer lo que genera ruido mental, no hay tiempo para parar. Y esto tiene consecuencias nefastas a nivel mental, emocional y físico, al principio silenciosas”. Adrián Aguilera hace alusión a que la veterinaria está inmersa en lo que los expertos llaman entornos VUCA (entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos). ¿Cómo solucionar este problema que va en detrimento de todos, especialmente de un colectivo con altas cotas de exigencia pero también de excelencia? Así lo ve Adrián Aguilera: “Es necesario equilibrar nuestras vidas. Y no vamos a poder desarrollar bien nuestra profesión, si no nos cuidamos a nosotros mismos”.

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