IM VETERINARIA #52

77 im veterinaria 3º y 4º de la ESO. Varían entre una y dos sesiones semanales, depende del contenido en cada curso. No es lo mismo un 6º de primaria que un 3º de la ESO, al que siempre hemos catalogado como el curso más crítico de la secundaria. La verdad es que son actividades en las que se lo pasan en grande”. Begoña Morenza, por su parte, se dedica con su empresa a las intervenciones asistidas con animales. “Realmente se trata de trasladar los beneficios que aportan los animales pero hacerlo de una forma profesional en entornos tanto terapéuticos educativos como hospitalarios, para conseguir favorecer un cambio a mejor a las personas que acuden a la sesión a través de la motivación y de la alegría”, afirma. Con este objetivo, indica la experta, “trabajamos tanto con perros como con gatos de distintas razas, pero se aplican en función de los objetivos establecidos por los centros con los que trabajamos en equipo. Decidimos qué animal es el más adecuado, en concreto, puede ser un perro más grande o más pequeño, más tranquilo o con más energía, etc. Pero siempre está pautado por los demás profesionales”. En su caso, el mínimo de tiempo que duran los programas son tres meses, porque es el momento en el cual los beneficios observados en sesión van siendo trasladados a la vida cotidiana de esa persona. “Realmente, el objetivo que buscamos es mejorar su calidad de vida, pero tiempo depende del programa”, indica Morenza. Por ejemplo, “ahora mismo estamos en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde las sesiones en el área de neuropsicología pediátrica duran todo el curso escolar”. Al mismo tiempo, están trabajando en un colegio de educación especial en Vallecas, y lo hacen por trimestre con los distintos grupos de alumnos. “Todo es en función del número de personas que se quieran incluir en el programa y de los objetivos que establezca el centro”, insiste. Evidencias científicas sobre la eficacia de estas terapias ¿Hay cifras estadísticas que avalen la eficacia de estas terapias? Así es, en ambos proyectos. En la Escuela Lleó XII de Barcelona, su portavoz asegura que el impacto positivo siempre ha sido muy palpable. “Estamos hablando de una mejora de entre el 50 y el 60% en cuanto a la reducción de los conflictos, o como hablamos en las escuelas, de apertura de expedientes disciplinarios por conflictos. En estos cursos el bagaje que tenemos es mucho más reducido que en otras aulas donde la adolescencia tiene un impacto grande”. Muy en los inicios de Yaracan, que fue creada en 2010, “impulsamos proyectos de investigación en el Hospital de Torrejón, fundamentalmente en el área de psiquiatría y neurología”, detalla su fundadora. En solo diez semanas, al 60% de los mayores con depresión involutiva le habían reducido la medicación de depresión e incluso de antipsicóticos en ese periodo de tiempo. A la vez, pusieron en marcha un programa para jóvenes con esquizofrenia y psicosis. “El objetivo en este caso era la adhesión al tratamiento, que pudieran ser conscientes de su enfermedad y poder tratarse. Y realmente conseguimos que el 80% acudiera luego a consulta”, añade Morenza. También llevaron a cabo en neurología un estudio sobre Alzheimer y demencia, con satisfactorios resultados. “En un corto periodo, tres meses, desde la dirección médica del centro concluyó que mejoraba la calidad de vida de los pacientes con Alzheimer moderado”. Comprobada la eficacia de estas terapias, ambos ponentes opinan sobre si dentro de los planes sanitarios actuales se contemplan su aplicación en el ámbito general, y más en concreto, en el área educativa “No como un plan global, pero se suma a la estrategia de humanización en Sanidad. Con lo cual, por suerte, cada vez son más los hospitales que han puesto en marcha programas de intervención con perros en distintas especialidades médicas. Y está claro que no solo aportan los beneficios de los que estamos hablando, sino también permiten que los profesionales médicos puedan ver a los pacientes en otros contextos”, reflexiona la fundadora de Yaracan. Desde la experiencia de José Luis Saavedra, “la misma compañía que nos acompaña en este proyecto, acaba de cerrar un acuerdo con el Hospital del Mar de Barcelona para introducir perros a la UCI, a fin de hacer más llevadera la estancia de algunas pacientes”. Por lo tanto, concluye, “es viable de introducir, de llevar, y creo que de conseguir”.

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