IM VETERINARIA #49

58 im veterinaria cesario un procesamiento o una cocción adecuados para que los gatos y los perros puedan digerir los almidones incluidos en ellos. En este sentido, los investigadores destacan que, si bien existen unos requisitos mínimos específicos de nutrientes de gatos y perros, diversos estudios han demostrado que los gatos y los perros pueden seleccionar una “ingesta objetivo” de proteínas, grasas y carbohidratos para lograr la adecuación nutricional cuando se les da a elegir entre dietas que difieren en la composición de los macronutrientes. Test de consumo La prueba de consumo, es decir, cuánta dieta se consume a lo largo del tiempo, es la técnica más utilizada para evaluar la palatabilidad de los alimentos para mascotas. De hecho, en el proceso de desarrollo del producto, los fabricantes suelen utilizar estudios de palatabilidad para probar la aceptación y preferencia del producto. Así, la prueba de aceptación se usa para determinar la palatabilidad intrínseca de un solo producto, mientras que la prueba de preferencia utiliza la presentación simultánea de diferentes dietas (por lo general, dos o tres) para determinar cuál de las dos es la preferida, en función de la ingesta. Pero son muchos los factores que influyen a la hora de llevar a cabo las pruebas de palatabilidad. Por ejemplo, se sabe que los gatos, al igual que los humanos, probablemente exhibirán variaciones individuales en lo que respecta a la aceptación y preferencia de determinados alimentos. Asimismo, algunos gatos pueden mostrar determinados rasgos que puede afectar negativamente a los resultados de las pruebas de palatabilidad. Es el llamado “sesgo lateral”, que ocurre cuando un animal prefiere comer de un tazón colocado en un determinado lado (a la izquierda o la derecha), independientemente de la dieta que se le presente. Por otro lado, el nivel de hambre de los animales antes de la prueba también puede afectar a la cantidad de alimentos consumidos o, por último, los efectos estacionales, ya que algunos animales (como es el caso de los gatos) comen menos en invierno que en verano. Los palatantes, tanto en su versión líquida como seca, normalmente se agregan a algunos tipos de comida para mascotas para potenciar el sabor de los alimentos e incorporan diferentes macromoléculas y micromoléculas, tales como proteínas, aminoácidos, carbohidratos, ácidos grasos, péptidos, vitaminas y minerales, cuyo objetivo es mejorar la experiencia sensorial del animal. Sobre todo, porque las proteínas animales, los aminoácidos específicos, las grasas animales y las carnes emulsionadas se han identificado como sabores importantes que son muy agradables para las mascotas. En este sentido, los alimentos húmedos tienden a tener una mayor palatabilidad que los alimentos secos debido a su mayor contenido de humedad y técnicas de procesamiento, por lo que los niveles de inclusión de saborizantes en los alimentos húmedos son generalmente más bajos que los de los alimentos secos. También se han llevado a cabo determinados estudios para identificar los componentes dietéticos que impulsan la ingesta de alimentos, ya que, además de las diferencias en el comportamiento alimentario y los requisitos de nutrientes, los principales factores que influyen en la preferencia alimentaria de perros y gatos también varían. En los perros, la preferencia por el olor se ha identificado como el probable impulsor de la palatabilidad y, según diversos registros, los perros podrían seleccionar su dieta preferida antes de probarla, siendo el olor un factor clave para dicha selección. Por su parte, en los gatos, la preferencia por los alimentos a menudo está muy influenciada por las preferencias alimentarias exhibidas por sus madres, así como por la exposición a los alimentos durante el embarazo de su madre y en sus primeros años de vida. Además, los gatos utilizan tanto el olfato como el gusto en la detección y selección de alimentos, y si bien este sentido no está tan desarrollado como en los perros, los gatos utilizan el olfato para reconocer tanto los aromas nuevos como los que no son de confianza. Finalmente, es importante señalar que las tendencias en la industria de alimentos para mascotas a menudo imitan las observadas en la industria de alimentos para humanos. Sin embargo, los expertos en alimentos para mascotas creen que un movimiento hacia una mayor sostenibilidad dentro de la industria, así como la capacidad de los alimentos para brindar beneficios funcionales, deben ser las principales tendencias para los próximos años. Aparte de que la sostenibilidad no solo incluye explorar el uso de nuevas proteínas (de insectos o plantas), sino que puede abordarse desde otros ángulos, como examinar el efecto de sostenibilidad ambiental del uso de envases más ecológicos. Por otro lado, la humanización y la tendencia emergente de la nutrición especializada, a través de métodos como la personalización de los alimentos para mascotas para brindar beneficios nutricionales, parecen ir de la mano. Unas tendencias emergentes que no solo muestran la trayectoria hacia la que se dirige la industria de alimentos para mascotas en términos de ingredientes y nuevos sistemas de envasado, sino que ofrecen la posibilidad de que se lleve a cabo una investigación fundamental sobre ingredientes conocidos que pueden usarse en la fabricación y desarrollo de estos alimentos más especializados. Las ventas de alimentos para mascotas se prevé que alcancen los 156.900 millones de dólares en todo el mundo para 2026 La prueba de consumo es la técnica más utilizada para evaluar la palatabilidad de los alimentos para mascotas

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