12 im veterinaria diversificada para tratar de captar a todo tipo de alumno (o de cliente). Esto, continúa, “ha hecho que encontremos mucha variedad de títulos que sólo hacen que confundir al alumno interesado y que, hasta cierto punto, se puede entender como tener un catálago amplio de oferta formativa, pero sin poca salida profesional o especialización real”. Recuerda la fundadora de Vetformación al respecto que hace bien poco se redactó en el sector veterinario un convenio donde se recogían todas las condiciones laborales de los profesionales que trabajan en un centro veterinario. Además de plasmar horarios, categorías, rangos salariales, etc., apareció por primera vez, en un documento oficial del sector, la figura del Auxiliar. Y allí se habló únicamente de Auxiliar Clínico Veterinario. “Esta figura, al igual que se es licenciado en Veterinaria cuando se termina la Universidad, incluye todas las áreas de trabajo del personal auxiliar. No se hace una diferenciación entre ellas”, aclara. A su entender, “se terminará hablando de Auxiliar de Veterinaria y aparecerán las áreas de especialización una vez se haya realizado esta primera formación de capacitación o preparación al mundo laboral”. Y dentro de la figura del auxiliar, si las condiciones del centro lo permiten, “habrá quién se dedique específicamente a la atención al cliente desde una parte más clínica, quien realice tareas de hospitalización, de quirófano, etc.” E incluso piensa que “se podrán ver auxiliares de quirófano que se dediquen a ser ayudantes de cirugía y preparación del paciente, otros que lleven todo el control anestésico y monitorización (aplicando los protocolos establecidos por veterinarios especialistas en anestesia), otros que se encarguen de la parte de material, instrumental, esterilización, etc.” Son muy grandes, repite, “las funciones que puede llegar a desempeñar un buen auxiliar formado”. El ejemplo de Vetformación Y en ese contexto, Vetformación es una buena opción formativa, pues está únicamente enfocada al sector auxiliar veterinario. A partir de aquí, introduce su fundadora, diferencian entre capacitación, o lo que es lo mismo, entrada en el mundo laboral, y la formación continuada o de especialización. En el caso de capacitación, que es el core principal de alumnos, “también hacemos la diferenciación entre formación semi-presencial y presencial”, apunta. “En el primer caso, y resumiendo mucho, ofrecemos una formación a través de un campus virtual con seguimiento personalizado de un tutor veterinario, junto con 300 horas de prácticas en un centro de trabajo que nos ocupamos de elegir considerando las características de cada alumno y siempre buscando el máximo aprendizaje”, explica. En lo que se refiere a la formación presencial, además de lo anterior, se llegan a acuerdos con hospitales de referencia -actualmente más de 35 en toda la Península-, para que el alumno tenga una experiencia totalmente empírica en el mundo laboral real, “sumándole sesiones teóricas que las realizan los mismos profesionales de los hospitales, además de realizar más de 500 horas de trabajo (más de siete meses en media jornada), por todas las áreas de trabajo”. Todo esto hace que salgan totalmente capacitados para poder empezar a trabajar desde el momento que terminan los estudios. Por lo que ocupa a la formación continuada a o de especialización, afirma Domènech, “nos basamos mucho en pequeñas formaciones muy prácticas para el profesional que está trabajando, en áreas como la etología (tanto canina como felina) nutrición, fisioterapia y rehabilitación, hospitalización y UCI, atención al cliente, intervenciones con animales de asistencia, etc.” Finalmente, habría un pequeño grupo de formación dirigido al cuidador de mascota final que tiene alto interés en el bienestar o calidad de vida de su querido, puesto que disponen de una mini formación de primeros auxilios y otra de masaje. En este aspecto, la experta revela que ahora han iniciado un proyecto ambicioso conjuntamente con Experto Animal, creando una plataforma dirigida a este cuidador de mascotas: MyPet.Academy. “A través de cursos breves pero detallados, en un formato audiovisual y muy fácil de seguir, se adquieren conocimientos de temáticas concretas que mejorarán el conocimiento de su compañero de vida, mejorando así su calidad de vida y relación y afecto mutuos”, revela. En conclusión, se trata de una apuesta a medio y largo plazo para la conversión de la figura del auxiliar y mostrar todo el potencial que realmente tiene. “Es una pieza clave para este cambio que poco a poco se está empezando a gestar en la profesión veterinaria”, sentencia.
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