IM VETERINARIA #42

66 im veterinaria La citología: una poderosa herramienta para veterinarios La citología es la evaluación microscópica de las células. En gran parte de los casos, la citología puede ser útil para establecer un diagnóstico presuntivo, determinar un pronóstico y formular un plan terapéutico o diagnóstico. ANÁLISIS Durante la práctica veterinaria profesional, tenemos la necesidad de establecer diagnósticos precisos que nos permitan aplicar la terapia adecuada, de manera que esté plenamente justi cada en una situación y una patología particular (Cabrera et al., 2014). La citología es una poderosa herramienta que puede ser utilizada en una amplia variedad de procesos patológicos, y en diversas localizaciones anatómicas. Asimismo, puedecon rmar diagnósticos de nitivos en diferentes casos, incluyendo infecciones y algunos tumores; incluso si no diera un diagnóstico de nitivo, podría ser de utilidad para aproximarnos a un diagnósticomás concreto. Las ventajasde las citologías sonvarias. Sepueden tomarmuestras de la mayoría de los tejidos, órganos, y uidos; la recolección de muestrases relativamenteno invasiva, ygranpartede lasmuestras se pueden recolectar sin necesidad de hospitalizar al paciente. Por lo general, con esta técnica, se puede determinar el tipo de in amación y, a veces, también se pueden identi car los agentes etiológicos. De igual modo, se pueden diagnosticar varias neoplasias especí cas e identi car sitios de metástasis tumoral, a la par que nos permite monitorizar la recurrencia de tumores tras la aplicación de tratamientos antineoplásicos. Cuandoel diagnósticocitológicodeneoplasiaes incierto, el tipode tumor deberá con rmarse histológicamente. Algunas lesiones no dan lacantidaddecélulasnecesariasparauncorrectodiagnóstico; en esos casos, es necesaria una evaluación histopatológica. Métodos de obtención de la toma de muestra PAAF Es una técnica que puede efectuarse sin problemas en masas palpables o bien localizadas ecográfica o radiológicamente. En masas no palpables, aunque visibles por medios físicos, es necesario recurrir a la punción guiada. Se considera que la PAAF es moderadamente útil en las lesiones no palpables (Vásquez, 1997). Sin duda, es la técnica más utilizada, pues supone un mínimo riesgo para el paciente, apenas produciéndose dolor o infecciones secundarias. Se puede aplicar tanto a masas externas como a órganos internos, incluso en lesiones de hueso. Para realizarla, se necesita una aguja fina de calibre 22, 23 o 25G. Utilizaremos jeringas de 5 a 10ml (Murcia, 2018). Procedimiento: se fija la masa sosteniéndola con una mano y se introduce la aguja. Una vez introducida, realizaremos movimientos con la aguja, hacia adelante y hacia atrás, pero siempre en la misma dirección. Una vez hayamos tomado la muestra, se separa la aguja y aspiramos para ingresar aire dentro de la jeringa, se vuelve a colocar la aguja y dispondremos el material en uno o varios portaobjetos. Indicaciones: en muestras superficiales como linfonódulos, lesiones de piel o subcutáneas.

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