IM VETERINARIA #31

33 im veterinaria vuelve a aparecer aquí”. Y es que en la mayoría de las enferme- dades infectocontagiosas que padecen los humanos intervie- nen los animales como reservorios o vectores de transmisión. A consecuencia de esta deficiencia reguladora “tenemos habi- tuales problemas para que las farmacias o los laboratorios nos puedan suministrar determinados medicamentos de uso hospi- talario (es el caso de quimioterápicos varios para tratar procesos oncológicos, por ejemplo), o que determinados establecimientos veterinarios puedan ofrecer sus servicios sin tener unas condicio- nes de infraestructuras o aparataje adecuados a esos servicios que ofertan”. También influye la ley del medicamento veterinario. “No es fá- cil cumplir toda la reglamentación que incluye. Por ejemplo, se equiparán animales de producción y animales de compañía en el importante tema de los residuos de medicamento; tampoco está muy claro lo que puede o no incluir el botiquín veterinario, etc.” El futuro para Santiago Fernández pasa por seguir mejorando la calidad de la medicina veterinaria y por “creernos lo que so- mos para que después la sociedad lo reconozca. Somos profesio- nales de la salud imprescindibles en la supervisión del bienestar animal y miembros inexcusables del entramado preventivo de la salud pública”. Santiago Fernández (Clínica Veterinaria Lindo Pulgoso, Asturias) “La prevención es esencial, implantar las correctas pautas antiparasitarias, las vacunaciones y los controles periódicos del estado de salud” Seguimos recorriendo Asturias para llegar a Piedras Blancas, vi- lla histórica situada a poco más de 30 km de Oviedo. Allí nos re- cibe Santiago Fernández , veterinario experimentado con más de 30 años en la profesión. “Desde la finalización de mis estudios comencé a trabajar con animales de compañía, y así, con mi com- pañero Ton fundamos Clínica Veterinaria Lindo Pulgoso. Hoy so- mos cuatro trabajadoras, dos veterinarias y dos auxiliares clínicas”. La clínica está orientada fundamentalmente a la medicina preventiva. Además de eso cada uno de los veterinarios tiene su interés personal en diferentes campos. “Aprovechamos la formación continuada para especializarnos en medicina felina, diagnóstico por imagen, etología, oncología o nuevos animales de compañía (exóticos) principalmente”. En este sentido también es muy importante la labor ‘pedagó- gica’ de inculcar en el cliente la prevención, ante todo. “Trata- mos de concienciarle de la relevancia que comporta las correctas pautas antiparasitarias externas e internas, las vacunaciones y los controles periódicos del estado de salud”. Por tanto, el concepto One Health está muy presente en el tra- bajo diario. “Insistimos además en la correcta higiene periódica y el control del peso, principalmente tratando de prevenir el sobre- peso a través de un control de la dieta bajo nuestra supervisión”. Otra cuestión esencial es ofrecer a los propietarios herramien- tas adecuadas para evitar problemas de comportamiento futuro. “Inculcamos una correcta educación de los cachorros e informamos sobre el porqué de determinados comportamientos que ayudan a corregir pautas que podrían incluso ser contrapro- ducentes”. El objetivo final es que la convivencia cuidador/mas- cota sea lo más agradable posible. Para Santiago Fernández uno de los campos más avanzados es el control del dolor y la mejora tanto en calidad como en seguridad de los procedimientos anestésicos. “Es sumamente gratificante para mí evitar el sufrimiento de nuestros pacientes que indirectamente conlleva aminorar el grado de angustia de sus cuidadores”. Profesión que a pesar de lo que aporta a la sociedad tiene va- rios frentes abiertos. “Nos hemos infravalorado históricamente respecto a otras profesiones sanitarias”, advierte, y continúa: “Con la desafortunada pandemia por el SARS-COV-2 se está comprobando que la visión veterinaria aporta mucho tanto a la prevención como al control. Nuevamente el concepto One Health

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=