IM VETERINARIA #27

87 im veterinaria pélvica con una marcada dilatación de la uretra craneal. Se realizó una orquiectomía y uretrostomía perineal, con toma de biopsias de la uretra y la piel escrotal. En la uretrostomía per- ineal en gatomacho, la uretra es seccionada cranealmente a su parte peneana y la uretra pélvica es suturada a la piel perineal dejando una incisión elíptica, que expone la mucosa uretral. En este caso, debido a la localización de la porción estenosada fue necesario hacer una resección hasta la porción media de la uretra pélvica. La incisión uretral se realizó 3 cm caudales a los bulbos cavernosos, en contra de las técnicas convencionales que recomiendan realizarla máximo a 1 cm caudal a los bul- bos. La biopsia de la uretra diagnosticó fibrosis crónica. En la piel escrotal se observó la presencia de inflamación supurativa marcada con extensión a la dermis subyacente y marcada hi- perplasia e hiperqueratosis de la epidermis con formación de pústulas intracórneas. Estas lesiones se asociaron a un proceso inflamatorio crónico secundario a los problemas urinarios de- nominado “urine scalding”. Tras la cirugía, y ante la sospecha de la pérdida de función de la musculatura estriada uretral, se añadió fenilpropanolamina (agonista alfa adrenérgico) a 2g/kg cada 12 horas para aumentar el tono de la musculatura lisa uretral. Se observó una mejoría parcial. Finalmente se decidió añadir a la terapia oxibutinina (antimuscarínico) 0.5mg/kg cada 12 horas. Pese a observar una notable mejoría no fue posible resolver completamente la pérdida de orina. Dos meses después de la cirugía, el paciente fue visitado con lesiones de piel que le producíanmalestar y dolor. Los propieta- rios observaban como el gato se lamía la zona con frecuencia, y algunos días podían pasarle toallitas higiénicas húmedas, pero conforme fueron pasando los días, fue más difícil acercarse. En las últimas 6 semanas las lesiones habían evolucionado y extendido. El gato últimamente había cambiado su comporta- Porción de piel del escroto. Histológicamente se observan numerosos neutrófilos infiltrando de forma perianexal a perivascular, con un número menor de linfocitos y células plasmáticas.Lainflamacióninfiltramultifocalmentelospequeñoshacesdemúsculoesqueléticopresentesenestazonadepiel.Seobservahiperplasiamarcadadelaepidermis, conhiperqueratosisyformacióndepústulas intracórneasconnumerososneutrófilosnecróticosyrestoscelulares.Seobservanalgunaspústulasyúlcerasmultifocalmente. Eldiagnósticoesdedermatitissuperlativacrónica,marcada,conhiperplasiaepitelial,hiperqueratosisypústulas intracórneas.Estoshallazgossugieren inflamaciónsecunda- ria a la incontinencia, con colonizaciónbacteriana secundaria (“urine scalding”). Foto cortesíadeCarol Naranjo.Laboratorios Idexx. Aunque no existen datos de la prevalencia en veterinaria, se sospecha que es elevada, ya que en general los protocolos pre- ventivos no forman parte de las recomendaciones habituales en los pacientes que sufren incontinencia, o hay una ausencia de cumplimiento de los cuidados por parte del propietario. La literaturacientíficapublicada sobreel temaes extensaenmedi- cina humana, peroprácticamente inexistente ennuestro campo. El factor causal de la DAI es la exposición prolongada con la orina o el material fecal. Se crea una respuesta al daño químico abrasivo, de carácter inflamatorio, de todas las capas de la piel, con infiltrados incluso en las capas más profundas de la dermis. Frecuentemente estas alteraciones van asociadas a infección bacteriana, tanto a nivel superficial como profundo. El tratamiento se centra en tres objetivos principales: eliminación de irritantes de la piel afectada, maximizando la higiene y protec- ción de la piel; tratamiento de infecciones cutáneas y del dolor; y diagnóstico y tratamiento del agente causal de la incontinencia. Caso Clínico Se presentó a nuestro hospital un gato común europeo de 9me- ses de edadmacho entero conun cuadro crónico y progresivode polaquiuria e incontinencia urinaria. Procedía de una protectora, en la que se desconocía su historia anterior. En el examen físico general se notó una vejiga de la orina engro- sada en la palpación, y la piel periprepucial y escrotal: húmeda y eritematosa. El restode examen físico era normal. La exploración neurológica no reveló ninguna alteración. Se realizó una analítica sanguínea general compatible con la normalidad. En el urianálisis solo se observó hematúria y no se obtuvo crecimiento bacteriano ni fúngico en el cultivo. Se realizaron radiografías simples abdominales en las cuales no se observó ninguna alteración. En la uretrocistografía retrógrada se evidenció una severa estenosis uretral en la zona de la uretra

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=