IM VETERINARIA #21

17 im veterinaria E l 60% de los españoles sufre estrés en el trabajo, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), situación que repercute negativamente en la salud en general, tanto psicológica como física de cada persona. Aun así, los perros pueden ser nuestros mayores aliados para mejorar esta realidad. Varios estudios científicos indican que jugar o acari- ciar una mascota puede aumentar los niveles de la hormona oxitocina y reducir la producción de cortisol, la hormona del estrés. Tal como afirma Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fun- dación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona , “ hay estudios científicos internacionales que sugieren que la compañía de un perro podría ayudar a reducir el estrés en el entorno laboral ”. De hecho, la entrada de los animales en el mundo terapéutico como los hospitales, las residencias y, los entornos médicos, plantea la pregunta de si estos beneficios también pueden aplicarse en el estrés y la ansiedad desarrolla- dos en el lugar de trabajo. Una investigación sobre la presencia de perros de empleados en los entornos laborales llevada a cabo por la Virginia Com- monwealth University, en Estados Unidos, evidenció que las personas que trabajan en empresas que permiten llevar a las mascotas al lugar de empleo se sienten menos estresadas que aquellas que no viven esa experiencia. Beneficios Los expertos estudiaron las variaciones hormonales de corti- sol, dopamina y oxitocina en tres grupos de empleados: los que tenían mascotas y podían llevarlas al trabajo; los que las tenían, pero las dejaban en casa, y otro en el que los volun- tarios no tenían animales. Todos eran trabajadores a tiempo completo en la empresa y la muestra final del estudio fue de 75 personas. En las primeras pruebas, realizadas por la mañana, no había ninguna diferencia entre los niveles de cortisol de los diferentes grupos. Las grandes diferencias se apreciaban en los autoinfor- mes completados por los participantes. El grupo que llevaba a las mascotas al lugar de trabajo redujo el estrés de manera considerable, igual que el grupo que no tenía mascotas. Pero en el grupo que tenía perros y no podía llevarlos al trabajo, el estrés aumentaba a medida que avanzaba la jornada laboral y terminaba siendo mucho más alto que el de los otros dos gru- pos. Esta apreciación es interesante, ya que el estrés observado los días en que el grupo que llevaba las mascotas al trabajo las dejaban en casa, era realmente similar. Estos resultados podrían indicar que a medida que pasa el día los propietarios son más conscientes de que sus mascotas están en casa, que las echen de menos cuanto más tiempo pasa y que, por tanto, también se ven afectados por dejarlas solas en casa. Cada vez en España hay más interés por conocer los beneficios que aportan las mascotas en el lugar de trabajo. Un estudio independiente encargado por PURINA en 2017 reveló que el 74% de los empleados españoles -y el 68% de los europeos- ( millenials y seniors), llevarían a sus animales de compañía al trabajo si se le permitiese hacerlo. Entre ellos, un 44% lo haría a diario. Los trabajadores que llevan sus perros a la oficina aumentan su compromiso con la empresa un 14,4% El estrés añadido que comporta la preocupación por las mas- cotas en casa, como hemos visto, puede afectar a la producti- vidad. Por lo que pasar tiempo con los animales de compañía en el lugar de trabajo puede aumentar el rendimiento a la vez que disminuir el estrés. Esto da como resultado trabajadores más felices que desempeñan mejor su labor en el entorno la- boral. Y así cada vez más expertos destacan los beneficios de convi- vir con los animales de compañía en los entornos laborales, ya que contribuyen a regular la tensión arterial, a mejorar el am- biente laboral, mejorar la eficiencia y la productividad, estimu- lar la creatividad e incrementar la sensación de felicidad de las personas. Se trata pues de un estímulo efectivo que beneficia tanto a los empleados como a las propias compañías. M ás productividad y satisfacción Aunque parece que la muestra de este estudio fue bastante limitada, en mayo se publicaron los resultados del estudio de la Universidad de Lincoln “ Taking Dogs Into the Office ”, que ha querido aclarar las dudas de muchas empresas sobre la posibi- lidad de que los perros en la oficina pueda ser una distracción. La investigación, con una muestra de más de 700 personas de diferentes partes del mundo, ha dividido a los participantes en tres grupos: aquellos que llevan a sus perros al trabajo “con frecuencia” , aquellos que lo hacen ocasionalmente y aquellos que no lo hacen nunca. Los resultados de este estudio se centran en el valor añadido que le aporta este cambio a los trabajadores que llevan a sus perros al trabajo frecuentemente. Su compromiso con la em- presa aumenta un 14,4% y su dedicación lo hace un 16,5%. Eso permite que el grupo analizado se sienta casi un 15% más sa- tisfecho con el equilibrio entre su vida personal y profesional y que la calidad de vida en el trabajo sea un 16,9% superior a la media. Asimismo, también aumenta la percepción que tienen los empleados sobre su influencia en la toma de decisiones de su compañía, con una marca del 16,6% por encima de la media de empleados europeos. Estos beneficios no son exclusivos del propietario o los em- pleados, sino que también se tiene que sumar un último be- neficio igual de importante. Y es que esta situación también revertiría en el estado de ánimo del perro, quien estaría mucho más feliz ya que al ser un animal gregario no lo pasa bien solo. Parece que esta será una práctica cada vez más extendida en nuestro país. Las empresas que ya lo aplican aconsejan que se establezcan ciertas normas para que los empleados que lo eli- jan puedan aprovechar la oportunidad de llevar el perro al tra- bajo, pero sin incomodar a los que no quieran hacerlo, y conse- guir así que el beneficio sea global y para toda la compañía.

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