IM VETERINARIA #13 ANUARIO

79 anuario 2018 ción ahora y , “si bien contamos con internistas excelentes en las facultades españolas, los fondos para investigación en España en todas las disciplinas son bastante escasos, lo que dificulta los avances”. Prácticas menos invasivas Debido a que la medicina interna reposa sobre múltiples es- pecialidades, los avances tanto para el diagnóstico como para el tratamiento de determinadas patologías se multiplican por cada una de esas especialidades. Pero por poner algunos ejemplos, Coralie Bertolani apunta “el empleo rutinario de las técnicas de endoscopia y la mejoría en la toma de biopsias, así como la aparición de guías para su interpretación –en concreto, las guías elaboradas por la World Small Animal Veterinary Asso- ciation, (WSAVA)–“ , como algunas de las novedades que han mejorado el diagnóstico y el manejo de las enteropatías cró- nicas. Otro ejemplo es la posibilidad de emplear técnicas menos in- vasivas para resolver algunas patologías, “como la utilización de stents en los colapsos de tráquea o en el caso de patologías obstructivas ureterales, que hace años se trataban de mane- ra mucho más invasiva”. También subraya que hoy en día se emplean con una frecuencia mucho mayor que hace años técnicas de imagen como el TAC o la resonancia magnética nuclear. Agrega que “debido a su mayor disponibilidad, nos per- miten diagnósticos que hace años eran imposibles o mucho más difíciles de realizar”. En cuanto a técnicas de laboratorio, el desarrollo de marcado- res precoces de enfermedad renal, el estudio de ciertas proteí- nas de fase aguda o el desarrollo de técnicas de histopatología, como la técnica FISH (del inglés, Fluorescent In Situ Hybridiza- tion ), son algunas innovaciones que, según la internista veteri- naria, “nos permiten diagnosticar estadios o etiologías que no se diagnosticaban antes”. A segura Coralie Bertolani , veterinaria especializada en pequeños animales y diplomada del Colegio Eu- ropeo de Medicina Interna (ECVIM) , que la especiali- dad de la medicina interna de pequeños animales se ha desarrollado mucho en nuestro país en los últimos años “gracias al trabajo y a la implicación de muchos profesionales, a través de la realización de charlas y de la creación de asocia- ciones y de grupos de trabajo”. Recalca que éste es uno de los principales resortes para el desarrollo de las especialidades en general, pero también concede importancia en este aspecto a la “presencia, cada vez mayor, de diplomados europeos y ame- ricanos de medicina interna trabajando aquí”, tanto en centros de referencia públicos como privados. “Por eso, la figura del internista está cada vez más presente y en contacto con el veteri- nario generalista”, dice. Confusión entre diferentes papeles Sin embargo, todavía estamos muy lejos de países como In- glaterra o la más cercana Francia, donde al internista se le re- conoce más. En este sentido, atribuye a la confusión habitual entre medicina general y medicina interna como la causa más probable del problema. “A veces es difícil para los veterinarios y para los propietarios de los pacientes entender cuál es la utilidad de un especialista enmedicina interna”, sostiene Bertolani. En su opinión, el reto estaría precisamente en “reconocer la impor- tancia del internista en la evaluación de los casos complejos y en la integración de los diferentes resultados de las pruebas”. Como ella misma defiende, su trabajo es de extrema impor- tancia en todas las enfermedades crónicas del sistema diges- tivo, respiratorio, hematológico o renal entre otras, y en parti- cular, en los casos de pacientes en los que coexisten diferentes patologías. Asegura que su papel es determinante tanto en el diagnóstico de las patologías como en el tratamiento y mane- jo de las mismas. “A mi entender, el internista es el responsable de determinar el plan diagnóstico, y de encajar todas las piezas una vez tenemos los resultados. Y puede, y debe, trabajar mano a mano con el veterinario referido generalista”, explica. Formación continua Una de las claves para desarrollar una buena práctica profe- sional dentro del campo de la medicina interna es, para Berto- lani, la formación. Afirma que la medicina interna “evoluciona de manera muy rápida, por lo que es esencial mantenerse al día constantementemediante la asistencia a congresos, ciclos de for- mación continuada y el estudio continuo”. El contacto con otros compañeros internistas también es básico, lo mismo que man- tenerse al día en otras especialidades, “sobre todo si no se tiene la suerte de trabajar en contacto estrecho con otros especialistas”, apunta. Por otro lado, habría una segunda causa del retraso de esta especialidad en España con respecto a nuestros países vecinos que señala Bertolani: la escasez de fondos que se destinan a la investigación. Al respecto sostiene que los hospitales uni- versitarios son los centros en los que se realiza más investiga- Diplomada europea Licenciada en Veterinaria, Coralie Bertolani realizó posteriormente un internado general en Pequeños Animales en el Hospital Clínico de la Universidad Autónoma de Bar- celona y completó la residencia del Colegio Europeo de Medicina Interna (ECVIM) en el Centre Hos- pitalier Vétérinaire Frégis, en París. Ha trabajado en el ser- vicio de Medicina Interna de Ars Veterinaria de Barcelona y, desde junio de 2014, en el Hospital Veterinario Canis Mallorca, donde presta sus servicios profesionales en la actualidad. Ha publicado como autora o coautora varios artículos en revistas nacionales e internacionales, y cola- borado en congresos.

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