IM VETERINARIA #13 ANUARIO

71 anuario 2018 lidades. “ Todo este proceso tiene una duración de tres años. Y el que quiera especializarse debe pasar por un comité de credencia- les y luego superar un examen para estar ya acreditado en esta especialidad ”. Este año se examinarán los primeros profesio- nales para obtener este título en esta especialidad, “ es decir, estará acreditado, pero no diplomado ”. Estudios e investigaciones Los estudios en oftalmología veterinaria dependen de las di- versas patologías y grupos de investigación, “ pues unos están centrados en estudiar la superficie ocular, otros el glaucoma, otros en la cirugía de retina, etc .” En todo caso, el presidente del GTA-OFT indica que antes había más diferencias entre la of- talmología humana y la veterinaria, “ pero ahora estamos más cerca porque trabajamos con ellos, todos juntos”. Esta especialización centra sus investigaciones en disciplinas novedosas, como el OCT, la aplicación de células madre y dife- rentes patologías, como la retina de tipo congénito o de tipo adquirido, “ e intentar técnicas más novedosas para que los ani- males mantengan la visión y, si la han perdido, la puedan recupe- rar. El objetivo es intentar que el animal no se quede ciego”. El veterinario augura un futuro esperanzador porque “ ahora hay más formación que antes y esto representa unmayor progre- so. Esta disciplina sube el nivel; y la calidad del servicio ha progre- sado porque no es el mismo que hace unos años”. Los retos de la especialidad A pesar de ello, todavía hay importantes retos porque es una disciplina que ha tomado carrerilla hace pocos años. “ Este sector debe avanzar adaptando métodos de diagnóstico que ya se utilizan en oftalmología humana”. Siguen habien- do importantes diferencias entre la oftalmología humana y veterinaria porque la segunda cuenta con menos recursos. “Especialmente a la hora de adquirir nuevas tecnologías, pues son equipos muy caros, pero avanzados que nos dan mejores pronósticos, permiten valorar mejor las evoluciones, y los ne- cesitamos para avanzar ”. Alejandro Bayón del Río también comenta que muchas veces no disponen de equipos de tecnología veterinaria sino que son equipos de tecnología de oftalmología humana. En la humana los avances son siempre mejores, pues si los necesitan aplican tecnología nueva, “ siempre van por delante y en veterinaria hacemos lo que podemos”. E n este impulso tiene mucho que ver el Grupo de Traba- jo de Oftalmología (GTA-OFT), del cual Alejandro Ba- yón del Río es presidente. Asimismo , es profesor titular del departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Universidad de Murcia y responsable del Servicio de Oftalmo- logía del Hospital Veterinario de la Universidad de Murcia. En su labor de presidente del grupo de trabajo coordina las labores que se hacen dentro del mismo, como son la prepara- ción del apartado de oftalmología del Congreso; la coordina- ción de subgrupos dentro del grupo; y fomentar sus objetivos, como compartir experiencias profesionales, unificar criterios de diagnóstico y abogar por la formación, “ tanto de aquellos profesionales que demandan una formación más especializada, como de aquellos otros que precisan un aprendizaje más general en esta materia, además de la preparación de las acreditaciones de esta especialidad ”. Formación, la clave Según el especialista, la oftalmología veterinaria ha pasado por diversas fases. “Desde siempre, ha existido el veterinario que ha trabajo en oftalmología, pero no tenía una formación ni acreditación específica como tal ”. Hace unos años se instau- raron los Colegios Europeos y Americanos Especialistas en las diferentes especialidades, aprobados por el European y el American Board of Veterinary Specialisation (EBVS/ABVS), res- pectivamente. “ Estos colegios siguen un exhaustivo programa de formación de mínimo tres años de duración que culmina en la publicación de varios artículos en revistas internacionales y en una serie de exámenes teóricos y prácticos” . Al finalizar este pro- ceso, y tras haber aprobado el examen final, al candidato se le otorga el título de Dipl ECVO ( Diplomado del European Co- llege of Veterinary Ophthalmologists ) o Dipl ACVO (Diplomado American College of Veterinary Ophthalmologists ). Se trata de una acreditación superior que hace que uno pueda trabajar en esta especialidad en dife- rentes partes del mundo. Pero, reconoce Alejandro Ba- yón del Río que en la actuali- dad son pocas las ofertas de programas de residencias Europeas en Oftalmología. Por ello, desde el GTA-OFT están volcados en ofrecer otras vías de for- mación para todos aquellos veterinarios interesados en la of- talmología que no puedan acceder a esta formación superior (ECVO/ACVO). “ El principal objetivo del GTA-OFT es proporcionar las herramientas necesarias para que estos veterinarios puedan mejorar su formación, alcanzando otros niveles de formación que si bien, no están reconocidos a nivel europeo o americano, suponen un nivel intermedio de conocimientos”. Para ello los interesados se deben acreditar y pasar una serie de formaciones y presentar casos clínicos de diversas especia- “El principal objetivo del GTA-OFT es proporcio- nar las herramientas necesarias para que estos veterinarios puedan mejorar su formación” “El objetivo es in- tentar que el animal no se quede ciego”

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=