¿Qué es el periodo de socialización? Entendemos por periodo (sensible) de socialización la etapa vital en la que el animal aprenderá de una forma rápida e intensa a relacionarse con otros individuos de su especie así como de otras (como la especie humana), adquiriendo las herramientas sociales para una correcta comunicación. ...
¿Qué es el periodo de socialización?
Entendemos por periodo (sensible) de socialización la etapa vital en la que el animal aprenderá de una forma rápida e intensa a relacionarse con otros individuos de su especie así como de otras (como la especie humana), adquiriendo las herramientas sociales para una correcta comunicación. Durante este período de tiempo, comprendido aproximadamente entre las 3 y las 12 semanas de vida1,2,3, el cachorro se mostrará además especialmente receptivo para habituarse de una forma natural a los principales estímulos tanto sociales como no sociales con los que se encontrará en su vida adulta, pudiéndose evitar así el futuro desarrollo de problemas de comportamiento relacionados con el miedo o la agresividad4,5,6,7. Esta extraordinaria capacidad de adaptación es debida principalmente a la falta de maduración a esta edad de los mecanismos neurofisiológicos responsables de la respuesta comportamental de miedo.
La socialización no es una ciencia exacta
La finalización del período sensible de socialización vendrá marcada precisamente por la maduración completa de estas estructuras nerviosas responsables de la respuesta de miedo frente a estímulos desconocidos. Al tratarse de un proceso gradual, el final del período se podrá alargar según la raza o individuo hasta las 16 semanas de edad en el perro.
La mera exposición del animal a estímulos durante este periodo no garantiza su habituación a estos, es indispensable que la exposición sea gradual y adecuada a cada individuo, siendo necesario evaluar continuamente que el perro no está mostrando conductas de miedo8, lo que sería totalmente contraproducente. Además, para que los efectos de estos aprendizajes sean permanentes se deberá asegurar que se sigan produciendo estos contactos y se refuercen posteriormente al periodo de socialización, de forma regular, al menos hasta la madurez sexual del animal, y luego se mantengan durante la edad adulta.
El aprendizaje y la adaptación del cachorro a los diferentes estímulos se podrá producir también posteriormente al período sensible, pero de una forma menos óptima, requiriendo más tiempo y esfuerzo para conseguir los mismos resultados.
Claves para una adecuada socialización
El cachorro deberá crecer en entornos social y físicamente enriquecidos que le permitan exponerse a una amplia variedad e intensidad de estímulos. Este contacto se llevará a cabo siempre de forma agradable y progresiva para el animal, en presencia de su cuidador principal, y a través de presentaciones breves cuando se trate de situaciones o estímulos nuevos.
La edad recomendada de adopción es entre las 8 y las 10 semanas de vida, siempre y cuando las condiciones de cría sean favorables y el cachorro no se encuentre en una situación de aislamiento (ej: sin acceso continuado a la madre, sin contacto social regular con personas, etc.); si es así, en este tiempo el cachorro habrá podido adquirir suficientes aptitudes y pautas de comportamiento social procedentes de la madre y hermanos de camada, esto optimizará su capacidad de entrenamiento y favorecerá su sociabilidad hacia personas y otros perros9.
La socialización debe empezar precisamente durante esta etapa de cría del cachorro, antes entonces de su adopción10. Así, en este proceso de socialización temprana se tendrán que asegurar las siguientes condiciones:
Una vez se materialice la adopción del cachorro, en este punto será crucial que la familia adoptante, con ayuda y guía de su veterinario, continúen con la tarea de socializar y estimular al cachorro en una amplia variedad de contextos, siempre asegurando que se cumplen los siguientes requisitos:
Es en parte tarea del veterinario generalista concienciar a los propietarios de la importancia de la socialización para una correcta y satisfactoria convivencia así como para la prevención de futuros problemas de comportamiento.
Socialización vs enfermedad
En las primeras semanas del proceso de socialización el sistema inmunitario del cachorro está aún en desarrollo, y en la mayoría de los casos la pauta de vacunaciones estará empezando. Aun así, la socialización del cachorro es y debe ser totalmente compatible con proporcionarle una adecuada cobertura sanitaria. Por esto, especialmente en el caso del perro, se deberán considerar una serie de puntos que resumimos a continuación.
En primer lugar, es necesario tener en cuenta las circunstancias de cada caso particular para determinar el momento en la que el cachorro podrá llevarse a la calle de una forma segura para su salud, como son: su edad, el estatus de vacunación, la posible presencia de anticuerpos maternales, el estado de salud y especialmente la incidencia de enfermedades infecciosas en esa zona geográfica concreta. Esto podrá variar según el caso y requerirá del criterio personalizado del veterinario de cabecera. El calendario vacunal del cachorro, aunque va a depender de la edad de inicio o presentación en la clínica veterinaria, puede adaptarse tanto en lo que se refiere al intervalo entre vacunaciones como al tipo y producto inoculado (por ejemplo, existen vacunas con licencia de indicación de administración de las dosis principales durante las primeras 10 semanas de vida)13.
Por otro lado, la introducción gradual del cachorro a los diferentes ambientes de menor a mayor estimulación es recomendable tanto desde el punto de vista sanitario como de la socialización. Así, conforme el calendario de vacunaciones que se determine para cada individuo progrese, aconsejamos realizar una exposición pautada y gradual:
Siempre se debe informar al propietario de los riesgos y los beneficios que se derivan de un correcto manejo durante el periodo de socialización.
Clases de cachorros
La asistencia del animal a las clases de cachorros ha demostrado ser un buen complemento para la socialización del perro, además de aumentar el éxito de la adopción y mejorar la obediencia del cachorro15,16,17.
Para tener acceso a estas clases es importante valorar el estado de salud de los cachorros y la posibilidad de contagio entre ellos. Asimismo, con el fin de minimizar cualquier riesgo para la salud deberán tomarse una serie de precauciones:
Estas sesiones, deberán ser conducidas por un especialista en educación canina y se llevarán a cabo de una forma cuidadosa y responsable, controlando las interacciones entre cachorros en todo momento para evitar cualquier situación desagradable como acercamientos bruscos, agresiones u otras experiencias que puedan generar miedo o incomodidad. Como hemos comentado anteriormente la exposición en sí no es la que produce un efecto positivo, si no las buenas exposiciones; por ejemplo, las interacciones entre cachorros deberán producirse inicialmente entre cachorros con temperamentos y tamaños similares.
Las clases de cachorros constituyen una gran herramienta para informar y concienciar al propietario sobre las necesidades educativas, sanitarias y los aspectos clave para el bienestar de su animal de compañía, así como para asegurar que el proceso de socialización pueda seguir realizándose hasta su vida adulta.
Conclusiones
Bibliografía citada en el texto