Un estudio revela que los perros poseen el ´factor g´ de la inteligencia

Investigadores del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) descubrieron que los perros pueden poseer un componente clave de la inteligencia conocido como el 'factor g'. Importante destacar que este factor comparte muchas características con su contraparte humana, incluyendo sus patrones de envejecimiento.

03/04/2024

La búsqueda para entender la inteligencia y desentrañar el funcionamiento de la mente siempre ha sido considerada el Santo Grial de las ciencias naturales. Mientras seguimos descubriendo muchos misterios, los animales pueden proporcionar valiosas ideas sobre los orígenes y la organización tanto de la mente como del intelecto. En los humanos, ...

La búsqueda para entender la inteligencia y desentrañar el funcionamiento de la mente siempre ha sido considerada el Santo Grial de las ciencias naturales. Mientras seguimos descubriendo muchos misterios, los animales pueden proporcionar valiosas ideas sobre los orígenes y la organización tanto de la mente como del intelecto.

En los humanos, el éxito en varias pruebas cognitivas tiende a correlacionarse positivamente; individuos que, por ejemplo, destacan en matemáticas también pueden sobresalir en sus ensayos literarios. Las habilidades cognitivas humanas están así centralizadas en cierta medida, pero también organizadas jerárquicamente, desde el desempeño en tareas específicas hasta dominios cognitivos más amplios. En la cúspide de esta jerarquía se encuentra el llamado factor cognitivo general, o el ´factor g´. Este ´factor g´ es un componente fundamental de la inteligencia, abarca e influye en todas las habilidades cognitivas subyacentes, y también está estrechamente relacionado con el éxito académico, laboral y profesional.

En su última investigación, los investigadores del Departamento de Etología de ELTE indagaron sobre la existencia de dicho factor cognitivo general en el caso de los perros.En su último estudio, investigadores del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) descubrieron que los perros pueden poseer un componente clave de la inteligencia conocido como el ´factor g´. Importante destacar que este factor comparte muchas características con su contraparte humana, incluyendo sus patrones de envejecimiento. Estos hallazgos podrían acercarnos más a entender cómo está organizada la cognición de los perros (y humanos), y cómo progresa el declive cognitivo con la edad.

"El rendimiento cognitivo y socio-cognitivo de los perros es un tema muy popular en la literatura científica, sin embargo, la mayoría de los estudios son comparativos, centrándose en qué tan bien se desempeñan los perros como especie. Sorprendentemente, estos estudios han pasado por alto en gran medida las diferencias individuales en habilidades específicas y las razones detrás de ellas. Como resultado, sabemos muy poco sobre cómo están estructuradas las habilidades cognitivas de los perros", dijo Borbála Turcsán, una de las autoras principales del estudio publicado en GeroScience.

Para investigar esto, los investigadores recopilaron una serie de siete tareas para evaluar el rendimiento cognitivo de 129 perros familiares de entre tres y quince años, siguiéndolos durante dos años y medio. Los desempeños en estas pruebas formaron una estructura jerárquica similar a la vista en la cognición humana. Los investigadores identificaron dos dominios cognitivos amplios: Resolución de problemas independiente, que incluía pruebas de persistencia, resolución de problemas y memoria, y Habilidad de aprendizaje, que abarcaba el aprendizaje asociativo y pruebas de aprendizaje en un solo intento. Estos dominios estaban interconectados, lo que indicaba que los perros con mejores habilidades para resolver problemas generalmente aprendían nuevas tareas más rápidamente, confirmando la existencia de un factor cognitivo general de orden superior que los vincula. Basándose en la literatura humana, los autores se refirieron a esto como el ´factor g´ canino.

Los investigadores no se conformaron con encontrar el ´factor g´ canino; también querían confirmar si tiene un poder predictivo similar al descrito para g en humanos. "Para confirmar que realmente hemos identificado el factor cognitivo general, examinamos si este factor se correlaciona con características individuales conocidas en la literatura de humanos y otras especies animales como asociadas con el ´factor g´", explicó Tamás Faragó, investigador del Departamento de Etología de ELTE.

Los resultados revelaron que los perros con puntajes más altos en el ´factor g´ tendían a tener un mejor rendimiento en varias pruebas cognitivas que los perros con puntajes más bajos. Además, el puntaje de ´g´ de los perros también estaba relacionado con su personalidad, que fue medida usando un cuestionario completado por los dueños de los perros. Un puntaje alto en el ´factor g´ estaba asociado con niveles más altos de actividad, nivel de entrenamiento y facilidad de entrenamiento. Estos hallazgos confirmaron que el ´factor g´ canino se parece al factor g humano no solo en la estructura sino también en las correlaciones externas.

Además de los numerosos paralelismos entre los factores g caninos y humanos, explorar las correlaciones de las habilidades cognitivas caninas ha abierto nuevas perspectivas en el campo de la investigación del envejecimiento. ´Es bien sabido que a medida que los perros envejecen, su atención, habilidad de aprendizaje y memoria disminuyen naturalmente. Sin embargo, si las habilidades cognitivas están interconectadas, es plausible que su declive con la edad no sea independiente sino que esté vinculado a un factor subyacente común detrás del deterioro de varias habilidades´, enfatizó Zsófia Bognár, estudiante de doctorado, la otra autora principal del estudio.

Los investigadores también rastrearon los cambios en el rendimiento cognitivo de los perros durante dos años y medio y, basándose en esta evaluación longitudinal, demostraron que de hecho, hay un declive cognitivo global, el puntaje del ´factor g´ canino disminuyó con la edad. Sin embargo, este declive fue influenciado por el estado de salud de los perros: los perros en peor estado de salud mostraron un declive más rápido en el valor del ´factor g´ con la edad, mientras que no se observó un cambio significativo con la edad en los perros en buen estado de salud. Si bien este declive global afectó todas las habilidades cognitivas, los resultados también revelaron que los cambios relacionados con la edad en las habilidades de memoria y aprendizaje asociativo están influenciados por otros factores, lo que lleva a dinámicas de envejecimiento diversas. Esta nueva investigación destaca paralelismos intrigantes entre el envejecimiento humano y canino, fortaleciendo aún más el argumento de que los perros sirven como una excelente especie modelo para la investigación del envejecimiento´, enfatizó Enikő Kubinyi, líder del Grupo de Investigación de Animales de Compañía MTA-ELTE y del Programa Senior de Perros Familiares. ´Además, nuestros hallazgos respaldan la existencia del ´factor g´ canino, lo que sugiere que los perros también pueden ayudar a comprender la evolución y el trasfondo de la inteligencia humana´.