Un estudio reciente llevado a cabo por investigadores del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Psicología de Budapest publicado en la revista Plos One ha arrojado luz sobre cómo la interacción social afecta las elecciones alimentarias en los perros. Los resultados, publicados en una revista científica especializada, muestran que los perros ...
Un estudio reciente llevado a cabo por investigadores del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Psicología de Budapest publicado en la revista Plos One ha arrojado luz sobre cómo la interacción social afecta las elecciones alimentarias en los perros. Los resultados, publicados en una revista científica especializada, muestran que los perros son más susceptibles a la influencia humana en una tarea de preferencia alimentaria después de ser pre-tratados con estímulos sociales.
Según los hallazgos, los perros son más propensos a elegir la menor cantidad de alimentos indicada por un humano después de una interacción social positiva, en contraposición a su preferencia basal por la mayor cantidad. Este efecto fue observado tanto en perros de compañía como en perros adoptados de refugios, aunque con algunas diferencias basadas en la historia de vida temprana de los animales.
Los perros de compañía mostraron una mayor influencia después de ser pre-tratados con estímulos sociales por parte de sus dueños en comparación con la ignorancia y la separación social. Por otro lado, los perros adoptados de refugios mostraron una susceptibilidad similar independientemente de si fueron pre-tratados por el dueño o por un extraño.
Además, el estudio también evaluó el comportamiento de los perros de terapia, que están entrenados para interactuar con extraños con el objetivo de beneficiar a los humanos. Sorprendentemente, se encontró que estos perros eran menos susceptibles a la influencia humana después de ser pre-tratados con un extraño en comparación con la interacción con su dueño.
Los investigadores señalan que estos hallazgos sugieren que la susceptibilidad social de los perros se ve afectada tanto por las interacciones inmediatas antes de la prueba como por las experiencias sociales a largo plazo. Aunque se cree que los cambios observados están relacionados en parte con la hormona oxitocina, se necesitan más investigaciones para comprender los mecanismos exactos que modulan estos procesos.
Este estudio no solo proporciona información valiosa sobre la influencia de la interacción social en el comportamiento de los perros, sino que también destaca la importancia de considerar la historia de vida de los animales al interpretar estos resultados.