Los veterinarios que se ocupan de atender a pequeños animales tienden a sufrir mayor estrés y más problemas de salud psíquica, incluso, física, según los resultados del mayor estudio científico centrado en la salud mental de los profesionales dedicados a la veterinaria, y que ha sido presentado ese viernes en ...
Los veterinarios que se ocupan de atender a pequeños animales tienden a sufrir mayor estrés y más problemas de salud psíquica, incluso, física, según los resultados del mayor estudio científico centrado en la salud mental de los profesionales dedicados a la veterinaria, y que ha sido presentado ese viernes en Madrid, de la mano de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) con el apoyo de la compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim.
Del estudio se desprende, además, que la situación de las mujeres veterinarias, que representan el mayor porcentaje de profesionales en esta categoría sanitaria, es significativamente peor que la de los hombres. Así se puso de manifiesto en la jornada sobre la salud mental en la profesión veterinaria en cuya inauguración participó la vicerrectora de la UNED, Rosa María Martín que tras dar la bienvenida a los asistentes y agradecer la labor del equipo que ha llevado a cabo el estudio, dirigido por la prof. Amparo Osca, cedió la palabra a los integrantes de la primera mesa, cuyo contenido se centró en el análisis de los principales datos del estudio.
Como indicó Martín, "detrás de un estudio es siempre porque hay algún problema que preocupa. En este caso, "hay preocupación por el crecimiento del burnout entre este colectivo", subrayó la directora gerente del Área de Salud Animal en Boehringer Ingelheim Animal Health España, Elena Gratacós, quien destacó la importancia de velar por la salud mental para la profesión veterinaria, así como el trabajo cercano que esta compañía realiza a favor de estos profesionales, desde sus inicios hace 140 años.
Gratacós abogó además de por la innovación por la sostenibilidad, que, como dijo, "incluye invertir en las personas. Así, de cada cinco euros netos procedentes de nuestras ventas, uno lo destinamos a ciencia porque creemos que solo así se puede conseguir esa esa innovación". Y ha sido a través de la ciencia desde la que esta compañía decidió embarcarse en este estudio con el objetivo de poder identificar los factores que afectan y poder después mejorar la situación.
Principales fuentes de estrés
Precisamente, Identificar las principales fuentes de estrés es fundamental para una prevención eficaz y eficiente en la salud mental del veterinario, como se puso de manifiesto. Hasta el momento, la investigación sobre estrés laboral en los profesionales de Veterinaria se había centrado en describir sus consecuencias dejando, en cierto modo, al margen, las causas y su evaluación.
En este caso se han Identificados cinco principales fuentes de estrés, como son: problemas con los responsables de los animales; sobrecarga de trabajo; aspectos de la organización del trabajo; dilemas éticos; y condiciones de trabajo.
Sobre estos factores se centró la intervención de la ´ideóloga del estudio´ Lorena Millán, psicóloga y veterinaria, responsable del Departamento de Diagnóstico por Imagen el HC de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, quien puntualizó que "pese a que algunos factores también se observan en otras profesiones en la profesión veterinaria hay que sumar, además, la gran carga emocional del trato con el animal enfermo y las condiciones profesionales y laborales de muchos veterinarios". Y es que como subrayó, por ejemplo, "trabajar de manera autónoma genera una carga de estrés importante, algo que sucede en el caso de muchos profesionales, sobre todo, mujeres".
Millán quiso, además, compartir algo que le ha llamado mucho la atención en el estudio. "Lo llevo viendo en todos estos años y es el nivel de autoexigencia observado en los veterinarios. Estamos muy implicados en nuestro trabajo y eso conlleva que establecemos unas estándares personales extraordinariamente perfeccionistas".
Otro aspecto de interés destacado por esta experta fue el la "exposición a la mortalidad de los animales, tenemos la opción de la eutanasia en aquellos casos en los que el sufrimiento de la mascota no puede abordarse y presenta una calidad de vida muy limitada. Hay que aprender, por parte del profesional, a gestionarla", tal como indicó.
Por tanto, una vez identificado el problema, a partir de ahí, lo siguiente será empezar a establecer medidas que ayuden a los veterinarios a mejorar su calidad de vida laboral y profesional, de acuerdo con Millán.
Burnout clínico
La intervención de Amparo Osca, profesora titular de la UNED, sirvió a los asistentes para conocer más a fondo cómo se ha llevado a cabo el estudio "realizado entre 1.215 profesionales; el 71,4% de los encuestados se dedican a la atención a pequeños animales; el 43% de los veterinarios trabajan como autónomos; 25% trabaja más de 40 horas semanales y el 15%, más de 50 horas semanas".
La mayor parte del estudio se ha centrado en lossíntomas. Algunos de ellos pasan, como citó, por que 60% se siente agotado mentalmente al final de la jornada; al 50% le cuesta recuperar la energía; un 60% siente dolores musculares y más del 30%, dolores de cabeza y problemas digestivos.
Con toda esta información, de acuerdo con la prof. Osca, se pueden planificar campañas de prevención, intervenciones primarias dirigidas a todo el colectivo con el fin de prevenir, además de intervenciones secundarias, destinadas a los veterinarios más susceptibles. Por otra parte, se dispone de intervenciones terciarias para aquellos con sintomatología más grave, con ayuda de expertos en salud mental. "Solo podremos avanzar desde aproximaciones integrales y multidisciplinares, de ahí la necesaria colaboración multidisciplinar", concluyó dicha experta.