La formación es uno de los puntales de la veterinaria en España. Nuestra siguiente entrevistada lo sabe bien, pues su máximo afán es estar lo más preparada posible para ofrecer un servicio basado ...
La formación es uno de los puntales de la veterinaria en España. Nuestra siguiente entrevistada lo sabe bien, pues su máximo afán es estar lo más preparada posible para ofrecer un servicio basado en la excelencia. Adriana Forés, veterinaria generalista en C.V. Gerardo Capozzi, se licenció en 2015, y desde entonces ha estado realizando cursos y seminarios, así como el Posgrado en Cirugía de Pequeños Animales. "Considero que es una profesión en constante actualización. Los conocimientos que he ido adquiriendo los pongo en práctica día a día en medicina interna de pequeños animales, aves, hurones, lagomorfos, roedores y reptiles", nos explica.
En España perros y gatos tienen un papel predominante, pero queda mucho por avanzar en el resto de especies. "Los hurones, conejos, cobayas o pequeñas aves son animales que se adecuan muy bien por sus características al ritmo de vida que llevamos, ya que no necesitan de paseos, pero es importante que se actualicen los métodos de diagnóstico así como los posibles tratamientos para enfermedades poco comunes en estos casos".
Para Adriana Forés, existe una gran desinformación sobre la labor real de los veterinarios: "Como veterinaria clínica, una de mis labores fundamentales es la medicina preventiva mediante la vacunación y desparasitación; y esta labor es muy importante, puesto que son muchas las enfermedades zoonóticas que se evitan gracias a los tratamientos que aplicamos". Pero también es imprescindible la actividad que realizan los veterinarios en la seguridad alimentaria, la investigación de enfermedades o el control de la producción en las granjas. "Y sólo un bajo porcentaje de la sociedad conoce estas otras facetas de nuestra profesión". Por tanto, "es apremiante que se valore nuestra labor como personal sanitario que somos, con una disminución del IVA veterinario y un convenio que acompañe a las necesidades reales del sector".
"Un tutor informado es un cliente fidelizado", considera Adriana Forés, quien cree que la cercanía, la empatía, la sinceridad y una formación continuada son algunas de las claves para su fidelización. Pero, ¿cómo contrarrestar parte de la desinformación que adquieren por internet? "Siendo sinceros y transmitiéndoles cuáles son nuestros puntos fuertes y cuáles nuestras limitaciones, el porqué en ocasiones decidimos remitir el caso a determinados especialistas, etc."
En cuanto al futuro, valora, "los próximos años son inciertos, con cada vez más graduados que optan por sectores que no tienen que ver con la clínica veterinaria". En su opinión, "esto se debe al desamparo de los profesionales ante situaciones como la dificultad del pago de nuestros servicios por parte de los tutores, la toma de decisiones difíciles en nuestro día a día, la fatiga por compasión o la falta de ofertas de trabajo de calidad, entre otras".
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