Una hembra de zorro volador (Pteropus lylei) de 7 años de edad, se recupera satisfactoriamente después de haber sido tratada de una herida en su extremidad derecha por el equipo de veterinarios de animales de Terra Natura Benidorm. Los expertos descubrieron el embarazo al practicarle una radiografía a consecuencia de ...
Una hembra de zorro volador (Pteropus lylei) de 7 años de edad, se recupera satisfactoriamente después de haber sido tratada de una herida en su extremidad derecha por el equipo de veterinarios de animales de Terra Natura Benidorm. Los expertos descubrieron el embarazo al practicarle una radiografía a consecuencia de la herida por la que el ejemplar había perdido la musculatura de su dedo pulgar.
Debido al posterior parto de la cría, los veterinarios han sido especialmente prudentes en los cuidados y en el cambio de vendaje para provocarle el menor estrés posible a la hembra durante la lactancia de la pequeña cría, que nació hace apenas unos días.
La musculatura y la piel de las extremidades anteriores de esta especie es muy fina y delgada para reducir al máximo su peso, así como para mantener la máxima superficie alar con el objetivo de volar adecuadamente. Por ello, cualquier lesión que sufren en sus delicadas alas puede provocar problemas que afectan a su capacidad de volar y, por tanto, se deben extremar los cuidados y atención sanitaria.
Nuestro equipo de veterinarios cree que la herida pudo ocasionarse al engancharse con alguno de los árboles que hay en la instalación mientras volaba. En una primera fase, los veterinarios de Terra Natura Benidorm han limpiado con suero y betadine la zona afectada. A continuación, han aplicado pomadas regeneradoras para el tejido y epitelizantes con el fin de favorecer la reparación del tejido subcutáneo de la musculatura del pulgar y del tejido epitelial que lo recubre.
Como último paso del tratamiento, se venda el área afectada con gasas estériles. El vendaje es cambiado de forma periódica para conservar la zona limpia y comprobar el avance regenerativo en el pulgar. En estas revisiones se ha observado que el zorro volador evoluciona lenta, pero favorablemente. El ejemplar se mantiene cerca, pero separado del grupo de momento para evitar interferencias y estrés durante su recuperación. La evolución de la pequeña cría es favorable y la madre se muestra muy solícita y pendiente de sus cuidados a pesar de su lesión.
El estado de conservación de esta especie es considerada vulnerable según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), y ha registrado un descenso de población en estado silvestre del 30% durante los últimos años.