MSD-Royal Canin organizó este miércoles una ponencia, en el congreso empresarial, en el entorno de Iberzoo+Propet y Cetmadrid 2024, sobre oportunidades para impactar en la salud de tus pacientes. Raluca Parlog, Marketing MSD Animal Health, incidió en la importancia de la medicina preventiva. Afirmó que más de la mitad de la facturación de una clínica corresponde a servicios. En cuanto al impacto en el beneficio, en una cuenta de resultados de una clínica media, los servicios veterinarios corresponderían un 68%. La desparasitación "sólo factura un 8%, pero la contribución en cuanto a beneficio es muy alta. Es una categoría rentable", defendió. Si bien, hay una fuga hacia otros canales.

En España, hay 6,7 millones de perros, y un 88% pasa al menos una vez por la clínica veterinaria. Se denominan perros medicalizados. Eso sí, sólo a un 26,1% de los pacientes se les desparasita y a un 84,7% se le vacuna. El veterinario y la información que se comparte dentro de la clínica sigue siendo la fuente más importante. Cogen cada vez más peso otros canales como internet y tiendas especializadas.

Quiso hacer un recordatorio de productos que han impactado en la categoría, como Bravecto. Entre 2015 y 2017, la categoría creció en gran parte gracias a este producto. En los últimos tres años, hay una clara estacionalidad en los meses de más calor. En las ventas de Bravecto, la estacionalidad se va aplanando. Actualmente, su cumplimento esta en 8,7 meses. Una clínica media tiene aproximadamente 1.085 perros de censo. 954 van al menos una vez a la clínica. 855 se vacunan. 569 van dos o más veces al año. 248 se desparasitan en la clínica. 73 lo hacen con Bravecto. Aquí hay una oportunidad de prevención (en 286 perros), oportunidad de canal (321) y oportunidad de cumplimiento (175).

"Estamos muy emocionados de presentar nuestra innovación", afirmó. Es un nuevo estándar de protección para que la desparasitación se quede en el canal. El cumplimiento se conseguirá fácilmente.

Marián García, conocida como Boticaria García, se encargó del reto de comunicar la ciencia. Recordó que ya en 2012 la mitad de los usuarios utilizaba la red para informarse sobre salud. Como la confianza estaba sobre todo en los profesionales, pues los médicos, los farmacéuticos y los veterinarios tienen que estar en la conversación. "Muchos de los problemas que se encontraban en la salud humana se ve ahora en la de los animales. Por ejemplo, conceptos como que lo natural es más sano", pronunció. Destacó, como nutricionista, que lo natural no existe y que, aunque sea natural, puede tener un alto contenido en grasas saturadas. "Ha muerto gente por comer tortugas", avisó sobre la moda de comer animales exóticos. Detrás de los errores en todo esto están "empresas que no están basadas en la ciencia". La gente prefiere escuchar a un veterinario, pero los inflluencers están ahí. Avisó de que "siempre hay intereses creados detrás". Los bulos en salud vienen de los mismos nodos que la guerra de Ucrania. Su objetivo es acabar con los pilares de la gente. "La alimentación es abrir la caja de Pandora para que esas personas que utilizan tendencias naturales acaban siendo antivacunas", lamentó. Propuso cambiar el chip y hacer una mudanza de las creencias porque "la razón ha perdido contra la emoción". Si se tiene la posibilidad de trabajar con las clínicas, hay que trabajar con herramientas de comunicación. Hay que potenciar el diálogo, mediante las guías nutricionales. La gente agradecerá si le facilitas información a través de podcast. Luego, aseveró que hay que estar en la comunicación 2.0, que hay que estar en las redes sociales, cuya tarea es un trabajo más que tiene su importancia. Lo mejor es que lo hagan los de la casa, los expertos. Es decir, que tenga formación. Puso el ejemplo del Dr. Mou.

Cambiar la conversación comunica. "Se puede hacer mucho con perritos y gatitos. ¿Cómo lo vamos a hacer? Creando comunidad", expuso. La gente se apunta a hacer más cosas con la interacción. Todos queremos que nos hagan caso. La gente que compra ahora se encuentra en Instagram, la gente que va a la clínica veterinaria va a Instagram, aunque el futuro vaya a TikTok. Tampoco hay que dejar atrás a los medios tradicionales. Los veterinarios tienen la suerte de que su tema interesa. Concluyó que no hay ascensor hacia el éxito sino que hay que tomar las escaleras.