Una investigación pionera publicada el 28 de febrero de 2024 en Neurology, la revista de la Academia Americana de Neurología, ha revelado que los perros entrenados en la detección de convulsiones pueden disminuir significativamente la frecuencia de estos episodios en personas con epilepsia resistente a los medicamentos. El estudio, liderado ...
Una investigación pionera publicada el 28 de febrero de 2024 en Neurology, la revista de la Academia Americana de Neurología, ha revelado que los perros entrenados en la detección de convulsiones pueden disminuir significativamente la frecuencia de estos episodios en personas con epilepsia resistente a los medicamentos. El estudio, liderado por Valérie van Hezik-Wester de la Universidad Erasmus Rotterdam, en los Países Bajos, se enfocó en adultos con epilepsia severa, una condición que, a pesar de los avances farmacológicos, sigue siendo un desafío para hasta el 30% de los pacientes.
Los perros, entrenados para reconocer y responder ante las convulsiones, observando movimientos y sonidos específicos, pueden realizar tareas como activar alarmas, buscar medicamentos o teléfonos, y proporcionar compañía, reduciendo la ansiedad del paciente. Este último aspecto es crucial, ya que el estrés es un desencadenante común de las convulsiones. Los participantes del estudio, que fueron seguidos hasta por tres años, registraron una reducción promedio del 31% en la frecuencia de convulsiones al estar acompañados por estos caninos. Algunos incluso experimentaron una disminución del 50 al 100% en sus episodios.
Además de la notable reducción en la cantidad de convulsiones, los participantes también informaron un aumento en el número de días libres de convulsiones, pasando de 11 a 15 días por período de 28 días después de la incorporación del perro a sus vidas. Sin embargo, el estudio también reveló que la asociación con perros detectores de convulsiones no es adecuada para todos, destacando la necesidad de investigaciones adicionales para identificar a los candidatos ideales para este tipo de intervención.
Aunque los resultados son prometedores, una limitación del estudio radica en la autoinformación de los participantes sobre sus convulsiones, lo que podría afectar la precisión de los datos. Este estudio ha sido apoyado por el Fondo de Investigación y Desarrollo e Innovación de la Organización de los Países Bajos para la Salud, marcando un paso significativo hacia nuevas formas de manejar la epilepsia resistente a los medicamentos.