El cambio climático está provocando un aumento de la población de garrapatas durante todo el año, lo que puede multiplicar los casos de Lyme en España en la próxima década, según una revisión de estudios de la Fundación SOS Lyme. En Canadá, se estima que los casos se podrán multiplicar ...
El cambio climático está provocando un aumento de la población de garrapatas durante todo el año, lo que puede multiplicar los casos de Lyme en España en la próxima década, según una revisión de estudios de la Fundación SOS Lyme. En Canadá, se estima que los casos se podrán multiplicar por cuatro en 2050, al igual que los costes asociados, según un estudio publicado este mes en Enviromental Health Perspectives. Los investigadores aseguran que, como consecuencia de la emergencia climática, casi todo el territorio canadiense será propicio para el desarrollo de las garrapatas, que son la causa más habitual de enfermedad de Lyme.
"Los estudios epidemiológicos en todo el mundo están detectando un incremento significativo de las garrapatas durante todo el año debido al calentamiento global. En España empezaban a verse en primavera, pero cada vez las estamos detectando antes", advierte el doctor Mariano Bueno, presidente de la Fundación SOS Lyme y director de Biosalud Day Hospital. La consecuencia es "una progresión geométrica de picaduras a través de las cuales se transmiten enfermedades, entre las que destaca la enfermedad de Lyme, aunque los síntomas no se manifiesten hasta años después en algunos casos", añade. Según el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, el número de hospitalizaciones por la enfermedad de Lyme se ha multiplicado por tres en España entre 2005 y 2019.
Las picaduras tienen lugar tanto de forma directa, indica, sobre todo al realizar actividades al aire libre, sea en la Naturaleza o en los parques, y de forma indirecta, a través de animales de compañía. Así lo refleja un estudio publicado este mes en Veterinary Sciences. Los autores alertan de "la importancia de la vigilancia continua de los animales de compañía en el manejo y control de las enfermedades transmitidas por garrapatas".
El doctor Bueno recomienda salir al campo con pantalones largos y botas para evitar, en la medida de lo posible, el riesgo de picadura. Y en el caso de los propietarios de perros y gatos, "estar atentos a cualquier molestia que puedan manifestar al volver de la calle, especialmente si han estado en contacto con césped y arbustos".
Otra investigación realizada en Gran Bretaña y publicada el pasado mes de enero en Parasities and Vectors, señalaba la importancia de transmitir "mensajes de salud dirigidos a los propietarios (de mascotas) y veterinarios, identificando a los animales, las estaciones y las áreas de mayor riesgo de adhesión de garrapatas y permitiendo una profilaxis más personalizada para reducir la carga de garrapatas, el tratamiento antiparasitario adecuado y las posibles enfermedades de transmisión por garrapatas en animales de compañía y humanos". En el Reino Unido, se detectaron más casos de picaduras en zonas con césped y bosques.
Enfermedad de Lyme
La enfermedad de Lyme es una patología infecciosa y multiorgánica que se transmite a través de la picadura de garrapata, mosquito, pulga, chinches u otros insectos infectados por la bacteria Borrelia burgdorferi y sus coinfecciones. Si no se aplican las medidas de contención temprana, puede derivar en un Lyme crónico y grave, que puede causar incluso la muerte.
Los principales síntomas de la enfermedad de Lyme son el eritema, migraña, dolor de cabeza, de cuello y de garganta, otros dolores en músculos y articulaciones, fiebre y escalofríos, fatiga y pérdida de apetito, inflamación de las glándulas, problemas neurológicos y cardiacos, trastorno en la vista y molestias hepáticas. Estos síntomas se parecen a los de otras enfermedades, por lo que al síndrome de Lyme se le conoce como La Gran Imitadora. "Se sospecha que muchos pacientes diagnosticados con fibromialgia, fatiga crónica, enfermedades neurodegenerativas o enfermedades autoinmunes son casos cuyo origen es la enfermedad de Lyme", explica el doctor Mariano Bueno.
Una vez confirmado el diagnóstico clínico de Lyme y realizadas los análisis de sangre seleccionados en cada caso por un médico experto, "es importante aplicar un tratamiento lo antes posible para que la enfermedad no avance y destruya o debilite el sistema inmune. Para ello, se utilizan diferentes opciones, desde antibióticos y plantas medicinales antiinfecciosas, hasta a procedimientos avanzados, como la INUSpheresis, que elimina las toxinas en el organismo a través de un sofisticado sistema de filtrado del plasma sanguíneo, o la terapia fotodinámica endovenosa laser, la hipertermia corporal o el Papimi", comenta el doctor Bueno. "La buena noticia es que la enfermedad de Lyme se puede llegar a curar si se actúa a tiempo. Pero en muchos casos es un camino largo y duro tanto para el paciente y familiares cercanos, como para los médicos que la tratamos", añade.