Un estudio llevado a cabo por investigadores japoneses analiza la relación existente entre la regeneración de la pulpa dentaria con la presencia de bacterias e inflamación en el tejido periapical. El artículo "Periapical bacterial disinfection is critical for dental pulp regenerative cell therapy in apical periodontitis in dogs", publicado en Stem Cell Research & Therapy, explica la evolución de 27 canales pulpares con distinto grado de inflamación e infección en los que se hace un trasplante de células madre, analizando tanto la regeneración pulpar como la migración y multiplicación de dichas células.

La terapia celular regenerativa de la pulpa dentaria o endodoncia regenerativa se basa en el uso de células madre para ayudar a la reparación del canal dentario. Su aplicación es cada vez más extendida en humanos y, aunque se emplea menos en odontología canina, su uso se está instalando en ciertos países, principalmente para el tratamiento de pulpitis irreversibles.

El objetivo de esta terapia en dientes maduros con periodontitis apical es ayudar a la recuperación de la pulpa y a la regeneración de todos los tejidos normales del canal radicular. También se ha visto que ayuda a la formación de dentina y ejerce un efecto inmunomodulador, aumentando la resistencia del diente a las fracturas y las infecciones bacterianas, respectivamente.

En este estudio, se escogieron dientes con distinto grado de periodontitis apical, distinguiéndose un grupo de dientes con infección moderada y otro con infección severa. Las cavidades pulpares infectadas fueron tratadas con hipoclorito de sodio al 6%, ozono y una solución de levofloxacino al 0,015%, tras lo que se llevó a cabo la terapia celular.

Población bacteriana menor

El estudio histológico de los canales pulpares en los que la terapia celular tuvo éxito demostró que se produjo una regeneración de en torno al 30% del tejido pulpar, lográndose la revascularización y reinervación del canal. También aumentó la cantidad de dentina y desapareció la inflamación periapical. No obstante, aunque no se detectaron restos bacterianos tras el tratamiento, la reparación fue mejor en aquellos casos en los que la población bacteriana inicial era menor. Asimismo, el uso repetido de hipoclorito de sodio al 6% para desinfectar la zona se asoció con la lesión de las células madre, inhibiendo su migración al canal radicular.

Además, no se observaron diferencias en la regeneración en aquellos canales pulpares que tenían una lesión inicial mayor, lo que sugiere que la regeneración pulpar puede ser eficaz, aunque exista una lesión muy extensa.

En el caso de los canales pulpares en los que fracasó la técnica, se encontraron bacterias residuales en las raíces de dichos dientes que, por lo tanto, habían sido resistentes a la desinfección realizada antes de la terapia celular. Aunque el porcentaje de fracasos (33%) y el grado de infección periapical es el mismo en ambos grupos de dientes (infección moderada o severa), sí que existe una diferencia significativa respecto a las piezas dentarias en las que la terapia celular tuvo éxito.

Todo ello permite sugerir que la presencia de bacterias residuales que sobrevivan al tratamiento desinfectante exacerba la inflamación del tejido periapical e inhiben la regeneración pulpar. Esto se debe a que estas bacterias pueden formar biofilms e inducir la liberación de citoquinas proinflamatorias, empeorando la inflamación e induciendo la migración de las células madre al exterior del canal pulpar, impidiendo su regeneración.

Los autores de este estudio concluyen que la presencia de bacterias en el momento de realizar la endodoncia con células madre se relaciona con el fracaso de la terapia celular y la regeneración de la cavidad pulpar. Por lo tanto, la desinfección periapical para eliminar las bacterias presentes en el tejido es fundamental para el éxito de este tipo de tratamiento.