Un estudio internacional analiza las preferencias de ecocardiografistas veterinarios a la hora de medir el tamaño del atrio izquierdo en perros. El artículo "Veterinary echocardiographers´ preferences for left atrial size assessment in dogs: the BENEFIT project", publicado en la revista "Journal of Veterinary Cardiology", muestra el resultado de la encuesta ...
Un estudio internacional analiza las preferencias de ecocardiografistas veterinarios a la hora de medir el tamaño del atrio izquierdo en perros. El artículo "Veterinary echocardiographers´ preferences for left atrial size assessment in dogs: the BENEFIT project", publicado en la revista "Journal of Veterinary Cardiology", muestra el resultado de la encuesta realizada a 670 veterinarios de 54 países y seis continentes con el objetivo de conocer la técnica ecográfica más empleada y su variación en función de la geografía y la experiencia profesional.
La evaluación ecocardiográfica del atrio izquierdo juega un papel importante para establecer el diagnóstico, el pronóstico, la gradación de la severidad de la patología y la duración del tratamiento en perros con enfermedades cardiacas. Esta cámara del corazón puede ser evaluada por ecografía de forma cualitativa (subjetiva) o cuantitativa (objetiva), empleando técnicas unidimensionales (modo M), bidimensionales (modo 2D) o tridimensionales (modo 3D).
La mayoría de los veterinarios encuestados afirmaron medir el tamaño del atrio izquierdo (AI) en perros en ecocardiografía mediante el modo 2D, realizando un corte paraesternal derecho de eje corto y comparando el tamaño del AI con el tamaño de la aorta. Este método es empleado por gran parte de los ecocardiografistas, independientemente de sus características geográficas y demográficas, así como sus antecedentes profesionales.
La preferencia por esta técnica se debe a que el corte paraesternal derecho de eje corto permite visualizar en la misma imagen la aorta y el AI, razón por la que la mayoría de los estudios sobre este tema hacen referencia a este tipo de imagen ecográfica. Además, la aorta se emplea como referencia para medir el tamaño del atrio izquierdo porque pocas patologías que afecten a los perros alteran su tamaño, que tampoco se ve influenciado por la condición corporal del paciente.
También se ha demostrado que el modo 2D es más sensible que el modo M para detectar el aumento de tamaño del AI, teniendo un gran valor pronóstico en perros con patologías cardiacas.
Aunque confían más en el resultado obtenido por esta técnica, dos tercios de los veterinarios que emplean el modo 2D utilizan otros métodos para valorar el tamaño del AI, recurriendo principalmente a una evaluación subjetiva de sus dimensiones.
Algunas diferencias
A pesar de esta homogeneidad en la técnica empleada, los veterinarios encuestados mostraron diferencias en otros aspectos relacionados. Por ejemplo, en Europa y Sudamérica, existe una mayor proporción de profesionales que ecografían a los pacientes en estación y no tumbados.
De forma parecida, el 45% de los veterinarios encuestados miden el tamaño del AI justo tras el cierre de la válvula aórtica, mientras que el resto lo hacen en otro momento del ciclo cardiaco porque la actividad del miocardio ventricular en la sístole y la diástole temprana puede difuminar el contorno de las estructuras cardiacas.
Por lo tanto, los autores concluyen que la mayoría de los ecocardiografistas veterinarios emplean el método 2D para medir el AI en perros, empleando preferentemente el corte paraesternal derecho de eje corto indexado a la aorta y en combinación con una evaluación subjetiva de este tamaño. Esta preferencia se ve influenciada en gran parte por estudios, guías y libros que hayan consultado los profesionales, así como cursos a los que hayan acudido y profesionales que los hayan formado.