Cáncer en perros y gatos: Importancia de la detección precoz y tratamiento especializado

Los tumores más comunes en perros son el linfoma, el hemangiosarcoma y el mastocitoma, mientras que en gatos el linfoma intestinal.

31/01/2024

En las últimas dos décadas, la esperanza de vida de los gatos ha aumentado un 10% y la de los perros un 4%, lo que significa que los perros viven seis meses más que hace dos décadas y los gatos un año más. Esto se debe, principalmente, a la atención ...

En las últimas dos décadas, la esperanza de vida de los gatos ha aumentado un 10% y la de los perros un 4%, lo que significa que los perros viven seis meses más que hace dos décadas y los gatos un año más. Esto se debe, principalmente, a la atención e implicación de los cuidadores en el bienestar y la salud de su mascota, ya que, según "I Encuesta de Bienestar Animal en España", el 74, 9% de los cuidadores acude al veterinario para realizar controles de rutina y el 61% por enfermedades. Estas revisiones periódicas ayudan en la detección y diagnóstico temprano de patologías como el cáncer, común en ambas especies, lo que evita el avance de la enfermedad en perros y gatos.

Los tumores más comunes en perros son el linfoma, el hemangiosarcoma y el mastocitoma, mientras que en gatos el linfoma intestinal. Asimismo, los veterinarios reciben muchas consultas en las que los animales presentan carcinoma de células escamosas del plano nasal o de la boca, una de las neoplasias malignas de piel más frecuente en ambas especies. Según destaca el diplomado en oncología veterinaria y director del servicio de oncología de AniCura Glòries Hospital Veterinari, Ignacio Rodríguez, "los únicos cánceres que se pueden prevenir de una forma fiable son los asociados a las hormonas sexuales u órganos reproductivos con la castración". "De esta manera se previenen tumores de mama, ovarios, útero o testículos", indica.

El resto de los tumores no son prevenibles dado que no se conocen causas ambientales que los generen en muchos casos. En este sentido, es muy importante observar al animal y acudir al veterinario si se perciben comportamientos inusuales como beber y orinar más de la cuenta, tos, sangrados por la cavidad oral, heces negras, distención del abdomen o agotamiento excesivo.

"Es fundamental que sea un equipo especializado el que lleve un caso de una mascota con cáncer. Cada día es más frecuente que los veterinarios generalistas deriven los pacientes oncológicos a hospitales de referencias si así lo desean los cuidadores y, de esta manera, hacemos un manejo conjunto del caso que es lo más favorable para paciente y cuidador. El tratamiento dependerá del tipo del cáncer, de lo avanzado que se encuentre en el momento del diagnóstico, de la disposición de los cuidadores a tratarlo y de la respuesta que haga a las diferentes modalidades terapéuticas", explica Rodríguez.

Técnicas de cirugía avanzada en un perro con cáncer de células escamosas

En AniCura Glòries Hospital Veterinari, todos los días ven distintos casos de perros y gatos con cáncer. Hace poco les llegó al centro un bóxer en el que los cuidadores detectaron que el animal sangraba por la boca y que le costaba comer. Finalmente, lo llevaron a su veterinario que localizó una masa a nivel de la mandíbula rostral de grandes dimensiones.

El veterinario realizo una biopsia al animal y tras analizarla, le diagnosticaron carcinoma de células escamosas. Lo refirieron a AniCura Glòries Hospital Veterinari para estadiaje y plan terapéutico. "En nuestro centro le realizamos un TAC de cabeza, cuello y tórax, donde descartamos metástasis pulmonares y comprobamos que el tumor se podía extirpar en su totalidad. También realizamos citologías de los linfonodos centinela para descartar infiltración incipiente del cáncer", informa Rodríguez.

"Procedimos unos días más tarde con una cirugía radical de intento curativo que consiste en extirpar la parte de la mandíbula donde se encuentra el tumor con unos márgenes de seguridad y extirpamos también los linfonodos centinela. Finalmente, la biopsia nos confirmó el diagnóstico y observamos que los márgenes quirúrgicos estaban libres de tumor y que no presentaba metástasis en los linfonodos. En este escenario la curación es muy probable", añade.

La extirpación parcial de la mandíbula en perros es una cirugía muy bien tolerada y los perros hacen vida completamente normal. "Para este caso, es muy importante la colaboración del servicio de oncología médica y el de cirugía oncológica al tratarse de un caso quirúrgico. Nosotros también somos los responsables de hacer las recomendaciones terapéuticas y del seguimiento del caso. Estos pacientes también pueden tratarse con quimioterapia o radioterapia según la presentación", explica Rodríguez.

Actualmente, el paciente se encuentra en perfecto estado, con una calidad de vida óptima y, según sus cuidadores, vuelve a ser el de siempre.