Los científicos que estudian las ballenas cachalotes han determinado a lo largo de décadas de investigación que las hembras pertenecen a clanes, que se distinguen por sus vocalizaciones y comportamientos distintivos. Estos clanes son grandes, contienen miles de miembros y abarcan miles de kilómetros.

En un nuevo artículo en Royal Society Open Science, el Dr. Hal Whitehead de la Universidad de Dalhousie examina cómo ese comportamiento puede tener fuertes similitudes con las asociaciones sociales humanas, encontrando un paralelo cercano en cuanto a cómo los humanos forman grupos etnolingüísticos.

También han descubierto que, aunque dos o más clanes pueden usar las mismas aguas, sus miembros no socializan entre sí.

La sociedad de las ballenas cachalotes está estructurada en clanes que se distinguen principalmente por dialectos vocales, que pueden ser marcadores simbólicos de la identidad del clan. Sin embargo, los clanes también difieren en su comportamiento no vocal. Estos comportamientos distintivos, así como la membresía en el clan en sí, se aprenden socialmente, en su mayoría dentro de las líneas maternas.

Los clanes pueden contener miles de ballenas y abarcar miles de kilómetros. Normalmente, dos o más clanes utilizan un área, pero las ballenas solo socializan con miembros de su propio clan. En muchos aspectos, el paralelo más cercano podría ser con los grupos etnolingüísticos de los humanos.

Patrones y procesos de la prehistoria humana que pueden ser instructivos para estudiar los clanes de ballenas cachalotes incluyen: la extrema variabilidad de las sociedades humanas; la falta de una conexión clara entre los modos de adquisición de recursos y la estructura social; que los patrones de vocalización pueden no coincidir bien con otras distinciones de comportamiento; y que las sociedades en interacción pueden deliberadamente distinguir su comportamiento (esquismogénesis). Por otro lado, aunque las dos especies y sus sociedades son muy diferentes, la existencia de estructuras sociales a gran escala tanto en las ballenas cachalotes como en los humanos respalda algunos factores primarios del fenómeno que son comunes a ambas especies (como la cognición, la cooperación, la cultura y la movilidad) y descarta otros (por ejemplo, la fabricación de herramientas y el lenguaje sintáctico).

Descubrimientos inesperados sobre las sociedades de nuestros antepasados pueden ayudar a orientar los estudios de los clanes de ballenas cachalotes. A la inversa, la existencia de clanes de ballenas cachalotes puede tener implicaciones para comprender la evolución social humana.