Desde el Colegio de Veterinarios de Toledo recuerdan que puede ser un factor de riesgo para los hábitats al favorecer la proliferación de algunos insectos, como la procesionaria del pino; la generación de los temidos incendios, o el avance de la desertización. "La sequía es uno de los principales problemas ...
Desde el Colegio de Veterinarios de Toledo recuerdan que puede ser un factor de riesgo para los hábitats al favorecer la proliferación de algunos insectos, como la procesionaria del pino; la generación de los temidos incendios, o el avance de la desertización. "La sequía es uno de los principales problemas que pueden afectar a la bioseguridad de los animales. Una complicación que puede llegar a ocasionar también problemas de sanidad pública", especifica Juan Julián García Gómez, presidente del Colegio de Veterinarios de Toledo.
Para el experto, es uno de los grandes males que acechan a nuestros ecosistemas porque ocasiona un incremento de enfermedades entre los animales que viven en esas zonas, ya sean silvestres o de ganadería extensiva.
En concreto, cuando baja el nivel de agua en las charcas se genera un entorno favorable para la diseminación de enfermedades. Esto sucede porque los animales que acuden a las mismas para hidratarse comparten un espacio más reducido y están más juntos.
"Además, este problema también genera que, en algunos hábitats, se den las condiciones adecuadas para la proliferación de algunos insectos, que pueden ejercer de transmisores de enfermedades". Y, por supuesto, no conviene olvidar que la sequía favorece la generación y el avance de los incendios y de la desertización de las zonas afectadas. "Precisamente en nuestra Comunidad, Castilla-La Mancha, hay más de 75.000 kilómetros cuadrados susceptibles a la degradación del suelo", lamenta.
El importante papel de los veterinarios
Los veterinarios realizan labores de control y vigilancia medioambiental para controlar cómo afecta la sequía a la fauna y la flora de entornos protegidos, como los humedales. "Con las tareas necesarias para detectar sintomatologías de este tipo en los animales de producción, evitamos cualquier problema de sanidad pública al garantizar la seguridad alimentaria. Esta labor se extiende al exterior de las explotaciones ganaderas por nuestra responsabilidad en el control de la fauna y la flora silvestres".
Para Juan Julián García Gómez, los veterinarios son la primera barrera sanitaria para hacer una detección temprana de enfermedades y evitar, así, que estas se transmitan a otros animales e, incluso, a las personas."En este sentido, cualquier actividad o labor relacionada con la prevención y la anticipación a los problemas sanitarios es la única forma posible de evitar la emergencia de enfermedades, que puedan desembocar en futuras epidemias y pandemias", asegura.
Hacia el concepto One Health
Los problemas sanitarios y los nuevos desafíos que surgen a nivel global hay que abordarlos en la interfaz hombre-animal-medioambiente mediante el concepto `One Health´. Así lo cree el presidente del Colegio de Veterinarios de Toledo: "La protección de la salud pública está relacionada directamente con la protección de la salud animal de la salud humana y de la salud medioambiental", puntualiza.
En lo que corresponde a los veterinarios, "tenemos muy claro que la protección de la salud pública está relacionada directamente con la protección de la salud animal que realizamos".
Puedes leer el artículo completo en el PDF adjunto.